viernes, 27 de marzo de 2009

hermanos de sangre

Me duele este cuento triste de privilegio, me duele bien dentro no saber manejar mejor estos dedos para que puedan estar a vuestra altura, tío, tal vez mis ojos fueron testigo de algo tan ilimitado como las piernas de algunas mujeres, como algunos de nuestros sueños. El rastro de piedras usadas y las marcas de vuestros musculos marcan en gestos vuestra mirada, y yo aquí sigo buscando las palabras inexactas siempre de vuestra vida.

Qué cabrón. Y qué tipo más duro. Nada tiene que perder aquel que no quiere ganar nada. Un poquito de cerveza, algunas mujeres, horas y horas de juego. Tío. En eso es el mejor. Desde pequeño lo fue. Nos conocimos en una guerra de caballos en segundo de egb, plan antiguo, fijate si eramos pequeños. Críos apenas y nos tuvimos que mirar todos estos años cogiendo centímetros a la carrera, apilando libros, enfrentando canciones y alguna que otra vez despidiéndonos más de la cuenta. A Frontela le dio por crecer compartiendo genética y manias. Nunca, nunca, me dejó de lado en ninguna de mis caídas. Y eso que siempre he tendido a caerme. Al principio tenía una chulería innata para desmontar inteligencias a base de humor y pasotismo. Siempre ha ido sobrado en argumentos y ha tenido batallas de más y de menos hasta conseguir no encontrarse porque ni siquiera se busca. Afila los dientes y ataca por donde menos posibilidades de ganar tiene, porque le gusta perder y mantener esa sonrisa que esconde en los ojos y en la retaguardia, porque le da igual todo lo que no sea importante para él, pero como tiene un corazón tan grande como su orgullo y sus huevos el capullo simplemente hace las cosas que hace, punto, y no pidas demasiadas explicaciones. Creo que un día entendió la amistad a través de Dano, y nunca sentí celos de cosas como esta, porque de Dano hablamos los dos mucho, que es lo que tenemos que hacer. Un día montarán el Froda a medias, ese puticlub de primera donde irán la gente del cine a dejarse la pasta en sus bolsillos. Eso está por encima de ideas en una acera de la zona de garitos, llega más dentro que los litros y litros de kalimotxo gastado que han hecho falta para llegar hasta aquí, hasta este cuento de tipos duros y de miradas llenas de gestos. No hay azul más allá de los ojos de guille, inquieto moviendo los labios esperando a ver lo que me dice y cómo, porque el cómo es muy importante. A veces supongo que la brusquedad es cuestión de talento, o de estilo, quien sabe, después de la cuarta cerveza la historia es lo de menos y la complicidad es lo demás. Por eso llevo un dedo levantado en el pecho, y por eso me puedes corregir y decir que no es un dedo, es un pluma “estilográfica”. Asentiré con orgullo cuando lo hagas, tío, y pensaré en las noches detrás de una barra de Javi, tocándose la barba rollo filósofo, pensando en uno de los 17 proyectos que aun tiene para sentirse menor de edad, moviendo la nariz cuando habla y escuchando con un ahh cada vez que da un paso en la evolución de su cabeza. Ese registro diario de tener tanto camino andado que puede volver cuando quiera porque se va a ver completamente distinto, dudando a veces con si querer demasiado puede llegar a doler o lo que en verdad duele es tener que hacer el camino solo. Eso jamás, te lo digo yo. Que conozco la historia del filólogo que hacía poesías en blanco y negro y se atormentaba con música clásica de fondo. A veces se hinchaba de M o de coca, y se reía tartamudeando argumentos y a punto de explotarle en las manos tantas guerras que ha tenido que luchar. Luego tomaba las riendas de nuevo y en un seat Ibiza del 84 me enseñaba que la belleza del paisaje se basa solo en querer mirar. Se metía en un saco toda la arena de su gente, y cargaba con ella hasta el siguiente adoquín, porque “si no está debajo, tendremos que arrojarla por encima”. Eso no me lo contaron. Eso lo cuento yo. En este piano de noche suena Galán mientras Carlos fuma impaciente como si alguien fuese a quitarle el siguiente piti. Mirando para bajo de reojo no sea que alguien se fije en ello. Mirando los rastros de cerveza en la barra y meditando sobre el precio de la tristeza en los buenos momentos. Mirando una vida que no ha sido a palos sino a garrotazos, como el cuadro de goya, pero con humor negro de fondo, y mucho tabaco. Mezcla ideas de las dos próximas novelas mientras decide la camiseta que se pondrá para la jam del miércoles. Él no se da cuenta porque ya lo sabe, pero no puede dejar de pensar en frases que siempre le conducen a personajes con mucho que ganar y muy poco que perder. Me duelen los dedos cada vez que hablo con él, porque parece que fuese a reventar en mil historias incapaz como es de mantenerse a salvo de la literatura. Escribir duele, por eso me río tanto. Es optimista el cabrón. Y en cierto sentido, reteniendo la labia innata de talento que siempre le acompaña como un aura, se queda callado y bebe cerveza con brusquedad, gsus entonces entrecierra los ojos observando las paredes del garito y le entra un orgullo acorde con su humildad, traga saliva despacio, y empieza a tararear una poesía. Se mira las manos y piensa en la tierra de su tierra y en el barro de su barrio y en todas las guerras y frentes que tiene abiertos, “los llevo bien, tengo fuerzas, y la tengo a ella”. Aunque eso nunca se dice. Son tipos duros bien curtidos y con estilo. Eso no se dice. Eso se suelta, y sin pedir otra frase a cambio. A veces veo a varios de ellos juntos y pienso que el mundo está en buenas manos. O les veo dudar porque eso nos pasa a todos, les veo dudar y mirar hacia dentro para buscar la respuesta. Lo vi en mi padre hablando de su familia en siria. Lo vi en Javi cuando dejó el trabajo de soldador y tuvo que tomar decisiones. Y las tomó. A frontela, una vez, le tembló la mano jugando al poker, y perdió por verlo. Pero lo vio. quiero decir, tío, que son como guerreros nocturnos desplegados en esta puta película de humo. Guerreros nocturnos. Con edwallington borracho en el puto centro de latinoamerica, ligando con una camarera inalcanzable a esas alturas de la noche, y pensando en “un tal Mallarmé”, que a saber para quién escribía versos. A saber. Y es inevitable que a veces yo se lo pregunte a Guille escuchando a Rosendo en un futbolín de 2 defensas y 5 medios, con una katxi de motxo o un mini de cali haciendo equilibrismos en el borde del estadio, diciendo ah cada vez que le meten un gol, directo al alma, “ábreme el pecho y registra”, tenemos a “la brutal” de nuestra parte. Dani me preguntó por ti, Dani que ahora está en Frisco reescribiendo su historia que empieza con una rubia de sombrero gris, y no es mal empiece. Me dio un fuerte abrazo antes de largarse, yo estaba con Dano, que en cierto sentido ha decidido ser mi compañero de viaje en las próximas estaciones. Recuerdo que hubo un momento en Palencia, hace ya unos cuantos años, que decidimos ser amigos y desde entonces solo hemos sabido tirar palante hasta llegar al último bar abierto de Lavapiés, a un concierto de litronas y versos en el retiro, a 10000 borracheras conjuntas por cada martes en esta ciudad de putas y chinos en cada esquina. Para hacer un hogar tuve que encontrarle, y ahora que las noches vienen a regalarnos su incertidumbre nosotros nos protegemos juntos, espalda contra espalda, para que nadie pueda clavarle un puñal sin tener que clavármelo a mí primero. Tipos duros. Son mis amigos, y esto lo digo con mucho mucho cuidado. Son mis hermanos hasta donde ellos me dejen, que ojalá sea muy muy lejos. A la altura de los precipicios de Arturo, el azafato surrealista que hablaba deprisa para que le escucharas despacio, leyendo a toda ostia un relato a Silvi en un tiempo en el que la velocidad de la luz se nos antoja corta. Con Edwin descalzo pisando la tierra para sentirse raíz, y el repli/Josep besando la hierba en el mismo momento en el que todo está tan tan claro. Un tiempo en el que Ruiz me da un abrazo aunque pase demasiado tiempo sin vernos, y me pregunte por el ordenador, si está bien entre tanta mierda que le meto. Yo sonrío y le llamo para decirle tío, se me ha quedado colgado, con los escritos dentro y todo eso, él a veces se ríe al otro lado del teléfono y me manda un mensaje cada vez que el Madrid gana una liga. Tipos duros, decía, pero que a veces bajan la guardia si ven que la trinchera es segura y entonces, buf, entonces todo se llena de alma, de caricias, de una forma de vida tan honesta que yo te juro no sé cómo describírtelo, tal vez la magia, o algo que va más allá de la sensaciones y de los sentidos, rozando el abismo de todo aquello que te da fuerzas, Javi es el tio más fuerte que yo conozco, por eso supongo que fue portero de discoteca antes de ser camarero de camisa y elegancia que nos abría el garito a altas horas para llevarnos a ingenuas jovencitas con la única condición de que tirásemos las cenizas al suelo. “no me vais a manchar los ceniceros a estas horas”. Yo me reía por fuera para que se viera bien de lejos lo seguro que estaba si él estaba cerca. Entre todo esa gente que se patea la vida buscando nombres propios a las anonimidades, he tenido el privilegio de conocer a unos cuantos protagonistas de los que ahora poder contar esta historia, la de los hombres que poblaban el planeta a principios de siglo, el ejemplo de una especie perdida que mantiene el tipo por los tipos que la sostienen, los tipos más duros del planeta, los que tienen marcas en las rodillas de tanto caerse y heridas en las manos de tanto volverse a levantar, los que cargan en la espalda dos milenios de tristeza contenida y la filtran en gestos para enseñarla como si fueran poesías, son lo que queda del orgullo de una raza que de otra manera ya habría perdido su razón de ser. Ahí están, desplegándose como personajes literarios en un cuadro de Hopper, bebiendo cerveza o whisky con hielo o ron con coca cola o kalimotxo de litro o vino barato o tónica con ginebra, incluso agua, quién sabe, llenos de marcas y de cuestas y de un sudor seco que se mezcla a veces con lágrimas y otras muchas con saliva. Sé que me quedo muy lejos en este cuento que te narro a modo de testigo: lo he visto con mis propios ojos, ya te he dicho que a mí no me lo contaron. Estaba con ellos, allí, con mis amigos, aprendí a sentirme vivo, y ya no pude quitarme este nudo que entono a modo de canto, este himno por los tipos duros del planeta. Mis hermanos.

Hubo un brindis con dos vasos de vino a 50 céntimos entre Frontela y Dano. En el bar México. Palencia. Chocaron los dos vasos y uno dijo (no recuerdo quien) “porque somos amigos” y se miraron a los ojos y entendiéndose se lo bebieron de un trago.

Yo pagué aquella ronda. Me gusta contarlo.

martes, 24 de marzo de 2009

play again

la de vetes de los que tendremos que arrepentirnos.
la de vetes que nos quedan.
a veces nos enamoramos de la idea del amor, otras todo se reduce a un cuerpo buscando otro cuerpo incoscientemente. lo que no has vivido es lo que te llena de dudas, supongo. todas esas vidas a las que debes renunciar porque solo tienes una, y es esta, y se esta pasando.
poco a poco, pero se está pasando.
dejarse llevar, abrir las manos, la boca, y saborear. "quedarte con lo bueno para poder asumir lo malo".
todas esas despedidas seguirán ahi hagas lo que hagas. no vas a poder evitarlo. trata de "mantener tu palabra, mantener tus promesas y mantenerte limpio".
teru teru es jugar a que buscas algo sin que los demás te vean, aunque en verdad tampoco estés buscando nada. en eso consiste el juego. en esconderte de los demás, pero con una excusa. "creía que hacerse mayor otorgaba algo más de control, por lo menos mi caso no es así, hay cosas que aun no sé decir...".
he vivido tantas veces eso de ver tu no-futuro ante tus ojos, acojonarte, y tener que tirar palante aun así, porque no hay oto modo.
porque todos andamos igual de perdidos, aunque suene pesado decirlo tanto.
hay veces que con unos ojos te vale. pero piensa que lo mismo palmas sin encontrarlos. te vas a la mierda como un secundario al que ni siquiera le cierran su historia. puede que no sea bonito. no siempre querer será poder. pero ten por seguro que sin querer no podrás.
así que la única forma de conseguirlo es mantener el pulso, las ganas, y no bajar la mirada y decir no puedo.
aunque vayas perdiendo 4-0 a 15 minutos del final.
si tocas suelo, aprovechar para rebotar. aquí todos arrastramos heridas, y también tratamos -inutilmente- de esconderlas.
teru teru.
al final quedará una historia, la tuya, que será de la forma en que quieras recordarla. ahi entra la poesía, supongo. pero ten claro que serán los actos los que digan tus palabras. serás tú ante ti mismo, sin chaleco salvavidas. y no es malo.
de algo hay que morir. o de alguien.
play again, (sigue jugando)

lunes, 16 de marzo de 2009

plan de financiacion a medias

Encontré el aeropuerto que buscaba, pero perdí el avión y ahora vuelo con retraso, y tú siempre diciendo que soy más de trenes, que los tipos como yo nunca aprenderán a facturar equipajes.

Y tienes razón, joder, me cuesta soltar las maletas.

Pero es que así sin verte, pienso que nadie mejor que mi vieja colección de vaqueros para seguir adelante, ellos saben de lo que hablo cuando yo solito me guiso y me zampo planes disparatados que de verdad, lo juro y no lo digo por hacerte reir (pero si lo haces seguiré insistiendo) no sé cómo proponértelos para que me tomes en serio si un día llego y te anuncio que vamos a hacer una lluvia de palomitas subidos a la azotea de las torres kío.

Los niños abajo diciendo “mamá, caen copitos pero no son de nieve”.-

Y las madres “son de maíz, hijo, alguien ha puesto microondas en las nubes”.

Te costará comprender que precisamente lo divertido de jugar al escondite sin salir de mi cuarto es que vamos a encontrarnos siempre, y que no tenemos que desdesnudarnos para hacerlo.

Tienes un poco de vergüenza en el cuello, espera que te lo quito.

Y volverás a mirarme con cara de susto cada vez que me dé por abrir la boca: beso o mordisco, al final todos los caminan llegan a roma, “pero pasan…”.

El error de Julieta fue no chupársela a Romeo antes de darle por muerto. Ja. Solo por ver si reaccionaba. Digo. No caigamos dos veces en la misma piedra. Guiño. Una hace gracia. Dos hace daño.

Tres seguidas es una mañana perfecta, ¿no crees?
y poco a poco ir despertándonos de esta quién sabe qué adjetivo poner aquí velada juntos, perezosos de todo aquello que conlleve mirar el reloj,

jo,

qué pronto se hace tan tarde, no quiero que te tapes la espalda ni quiero que me tapes los ojos, soy un niño caprichoso con la puta eterna pregunta de siempre: con lo bien que nos sale, ¿porqué nadie nos financia el quedarnos juntos?

Ya les vale…

jueves, 5 de febrero de 2009

mire donde mire

en la cara oculta de la duda recogen los escombros de la noche para que nosotros nos sintamos a salvo.
detrás de cada pelea contra nosotros mismos miramos fuera del cuadrilátero buscando su cuna
y siempre encontramos unos párpados en donde poder mojarnos las flaquezas.

mire a donde mire, solo veo mujeres luchando.

dejándose las mejillas en los adoquines, la piel en el fuego, la espalda contra la pared.
luego todos se llenan la boca con privilegios,
con derechos inmunes, con su causa de fusta
rellenan la historia con injusta crueldad de olvido,
con esa arrogancia que desprenden las farolas que se creen capaces de iluminar todo el camino rellenan su bolsa
como si jamás hubieran conocido la vergüenza.

y ellas mientras, sosteniendo los remos, siguen sin odiar las galeras, y reman.

ay qué joderse, me digo, que haya quien dude que nosotros somos los elegidos...
qué fueron ellas las que dieron el paso al frente, las que parieron los hijos
y labraron la tierra, agachadas como siempre por esa ceguera que solo tienen los monstruos que se creen fuertes
porque no han visto el infierno de cerca, ni su alma podrida haciendo chispas en la hoguera de las vanidades.

ay que joderse, me digo, que sean ellas siempre las que vengan a sostener nuestras cabezas como si no tuvieran suficiente
con mantener su propio equilibrio,
ay que joderse, insisto, que nosotros trafiquemos con el humo que sale de sus hogueras,
que presumamos de nuestros fuegos de artificio mientras reímos con aliento de hiena.

es por eso, que cada vez que puedo grito en claro femenino la palabra fuerza.
y me regocijo en los brazos firmes de mi madre.
en los sueños perdidos de todas esas que me miran de reojo para que yo no me pierda.

mientras, en la lista de espera nadie levanta la mano, y mirando para otro lado todos se cruzan de piernas,
hacen estragos, se inventan quimeras para bailar excusas
y tiemblan.
tiemblan tanto que de las manos, la cara al fin, se les cae de vergüenza.

yo sigo caminando, pero mire donde mire...

jueves, 15 de enero de 2009

las reglas del juego

de qué van ahora las reglas, dime de qué van ahora que el acertijo de papel
se ha quemado en la vanidad de las lágrimas, y los pescadores de la calle amanecen encallados
a través del despertador de hielo,
con el sonido crujiente de sus barcas haciendo choc choc contra las aceras,
dime de qué van las reglas ahora que hasta los niños de las pateras coquetean con las trampas
y el ansiado cisne de las oportunidades muestra sus plumas doloridas,
sus crías muertas, su insultante apariencia de tristeza asumida.

De que van las reglas ahora que tienes las manos atadas y no te atreves a gritar por miedo
a perder la lengua, el juicio, todo lo que te ata a una vida de mierda y normalidad,
de que irán, después de todo, nuestras piernas tan cansadas de uno mismo,
tan asustadizamente aletargadas y lentas, tan desesperadamente vacías de objetivos,
a dónde pensabas llegar con tanto peso en la mirada? dime, tú que sabes bailar en los atajos de la medianoche,
que te disfrazas de fuego a la entrada de la ciudad de las farolas,
dime dónde encendiste el candil y con qué ojos pudiste mantenerte despierto,
por qué no saliste corriendo como todos, señalando a la historia como todos,

salvando el culo como todos,

por qué a ti no se te cayó la cara de vergüenza, ni los brazos de huida,
y por qué pudiste mirar el mar tranquilo si al final de la noche
habías bebido lo mismo que el resto, qué es lo que te salvó, dime,
de qué van ahora las reglas pidiendonos una parte desproporcional de privilegios,
mirandonos la espalda tan descaradamente, tan injustamente, de qué irán y
dime si te vas a volver a arrodillar
como dijiste que nunca harías, si vas a firmar todos los papeles que te echen
y vas a regocijarte en el terreno pantanoso de las justificaciones, cuentame qué harás
con el barro y el papel albal y las pesadillas, qué harás con los hemisferios opuestos de los tragaluces
de aquella buhardilla privada que decías proteger en tu cabeza,

de qué irán las reglas y qué nos podrán cambiar antes de darnos por muertos,
antes de gritar que han ganado, antes de salir con su desfile de orgullo sobre nuestras cenizas,
cómo podremos olvidar lo cerca que estuvimos de algo, cómo podremos volver a dormir tranquilos,
cómo haremos para que no se nos caiga la cara de vergënza
y los brazos de huida, dime, tú que te apuestas a la ruleta los billetes de tus hijos, dime qué haras
y cómo para no llorar por las esquinas, para volver a sonreir, para sentirte a salvo cada noche, en qué disfraz,
en qué excusa, en qué papel protagonista imaginario nos piensas meter a todos
para salvarnos de la catátrofe de que vengan las reglas y nos obliguen a mirarnos a nosotros mismos,
dime qué haras con el reflejo más allá del ángulo de incidencia, en donde te retractarás, en qué portada de qué diario
venderás tu alma al diablo por un módico precio
y te regocijarás de ello, lo publicitarás, tratarás de que todos te imitemos,

de qué irán las reglas ahora que todo tiembla a tu paso, dime, no será que acaso tu también te mueres de miedo,
no será que tú tampoco eres capaz de, que no llegas a, que no puedes con,
que ni siquiera te acercas a la mitad de lo que un día finjiste, dime,

de qué iran las reglas el día que se presenten en tu puerta con el contrato en las manos, qué harás entonces,
a quién señalarás cuando solo te quedes tú mismo, a quién gritarás cuando solo queden tus oídos,
de qué manera te arrodillarás: besarás el suelo dando las gracias por seguir vivo
o cerrarás los ojos para no ver en lo qué te has convertido, dime,
de que van las reglas ahora que vienen a jugarse el tipo por joderte bien, qué piensas hacer?
otra vez huirás entre la maleza y el fango o por una vez
te darás media vuelta y te dirás qué pasa!!

de qué irán las reglas ahora con su monserga de causa y justicia, qué querrán de nosotros ahora,
de nosotros, ahora,
que pensábamos que estabamos tan por encima de todo eso, de qué irán
y sobre todo
qué nos van a exigir a cambio?

el que no baile no pasa

cada noche loca que golpeo las paredes buscandome las tuercas al pasado
y regreso al estadio de los futbolines a jugar la partida decisiva
que vuelve a ser un abrazo con los viejos compinches de antaño, eufóricos
como solo ocurre en las grandes ciudades de provincia, hasta los huesos
entumecidos por el gyn, la cerveza, el olor a hachis que inevitablemente desprendemos
en cuanto metes la mano en nuestros bolsillos,
con el non stop music pintado en las manos, golpeándonos contra las buenas maneras
de la gente que hace cola en las barras sin tratar de ligar camareras, qué podemos hacer sino
cuando ahí fuera está la puta guerra mundial avanzando en silencio, destrozándolo todo
con esa arrogancia que solo el tiempo te quita, que solo el hombre se cree, qué hacer
sino dar vueltas alrededor de este vaso con los hielos derretidos
y pedir max madera max madera max madera
que tenemos que arder como la gente enferma a la que admiramos, como locos
confundidos bajo las estrellas, eso somos quizá, ey amigo, fuiste tú quien dijiste
"donde vas si ahí fuera solo hay gente que cree en las chimeneas,
en la contención del fuego,
donde vas si tú no estás preparado para los frenos de mano, las pedidas de auxilio,
los corchetes entre cursivas,
dónde coño vas a ir hermano, dimelo bien, porque voy a tener que seguirte
para cuidarte a lo largo de la noche, no sea que luego te vayas con los primeros labios
que te den la bienvenida, y te olvides de las veces que me cuentas
tus secretos más intimos al borde la lagrima, con el peta en tu escalera y el frío en los huesos
pero nunca en la carne.
nunca en la carne, joder."
entenderás que este alarido me salga de muy adentro de las tripas, donde se forman los vomitos
y los cortes de digestión,
donde la sangre dirige las acciones y la cabeza solo reproduce espasmos,
el síndrome cardioadictivo en las venas, la nariz esperando, los precipicios ahí, donde siempre han estado
para que nosotros les llamaramos abismo, pero tío, ahora que vemos que solo el tiempo es abismo,
que el espacio no importa, que nos movemos a través de la historia como eso que presumimos de ser:
los viajeros mochileros de la noche, los héroes anónimos que se arrancaron la etiqueta del precio
para que nadie pudiera comprarlos, los a flor de piel si la piel es un sentimiento, y las flores un regazo,
y en las pupilas de la gente que nos conoce se pueden ver nuestras botas saltando de charco en charco,
buscando el mojarse siempre, el pringarnos hasta los huevos y ser fuertes tío, porque lo aprendimos
viendonos caer, sujentandonos el uno al otro, resumidos en la historia de aquel
que nos hizo creer en la inmensidad de las personas a partir de un litro vacío,
de un librillo al que nunca se le acaban los papeles, siempre con el muelle listo para saltar
cuando usted mande, amigo, no me preguntes por objetivos si solo he traído folios en blanco, bics en el bolsillo,
(las váritas mágicas dejan todo perdido cuando se corren)
y una noche, esta, que vuelve a elegirnos para la inmortalidad.
montero tenía razon: puede cobrarse por adelantado.
así que otros tiemblen de miedo por lo que nunca serán
que nosotros bailaremos por lo que nunca podrán quitarnos.

heather brooke

Heather Brooke camina descalza sobre una hilera de sombras anónimas
que se masturban en la otra pared de la caverna.

No necesita el artificio de los pintalabios, ni las muecas osadas
de las marionetas,
ni la seda de las sábanas donde otros van a correrse.

En la feria de la carne, Heather Brooke se mueve como una princesa desnuda
dispuesta a dejar violarse a cambio de un poco de vino,
saborea el olor de su trono mientras se mece por corrientes
de saliva derretida,
de semen en proceso de ebullición.

Todos los hombres del planeta sueñan con ella cada noche de viernes,
cada noche de sábado,
cada domingo entero desde por la mañana.

En su boca abierta bullen los gritos de toda una humanidad
en el momento justo del orgasmo,
y en su garganta
sigue la fábrica de belleza tragando
y tragando
y tragando.

Heather Brooke saca su media sonrisa de hiena
y en ella pierden su fuerza la espada de todos los astros: siempre la luna más llena
fue la más deseada.

Saca su media sonrisa de hiena
y parece que diga: uy, se me ha corrido el rimel de la hadas.

un lugar por encima del nivel de la tierra

aqui las luces brillan en el suelo cada vez que llueve
y parecen estrellas a punto de brotar, los tacones de las chicas de 20
buscan su respuesta a la noche en los charcos
y las medias se rompen apuntando a un abismo improbable de lencería,
hay algunos borrachos que se sujetan como mal saben en un semáforo
que no termina de ponerse en verde
y el neón se confunde con las luciernagas,
las farolas con árboles,
las luces de los comercios cerrados siguen brillando en la lluvia y el suelo,
las sirenas van y vienen con su estrépitoso canto de jazz,
con los motores rugiendo carreteras sudadas
y una manada de claxofones desplazándose lentamente entre los silbidos
de los susurros de las putas.

aquí las paredes siguen despellajándose las pintadas y es ese sabor añejo
el que sale en las fotografías,
es esa inmisericorde sensación de tiempo la que saca lustros a las arrugas de los viejos vagabundos de debajo de los cartones,
mientras sigue la hilera de coches con ventanas tintadas
rezumando su envidioso olor a sexo en los billetes de 50 y 100.

me preguntas ¿qué ves? y te digo que aquí es el único lugar posible
para el podría ser del que todos hablan, con esas bocas abiertas,
desesperadas en la búsqueda de un grito, solo uno,
un puto grito en mitad de la noche de los aspavientos,
con todos esos monstruos saliendo de los armarios de la razón
para producir nuestros sueños,
nuestras pesadillas.

aquí es, donde el alcohol es sed y vergüenza, donde la gente que no piensa en nada
flota hasta la mínima reminiscencia de la costumbre,
donde el baile es atronador y las bailarinas tintinean electricidad con el movimiento imposible de unas caderas
que gritan revolución más alto que la sangre derramada del che sobre las converse de un punki de 15 años,
aquí, donde los músculos se comprimen hasta la arteria y sientes corrientes de tinta roja corriendo a través de ti,
pidiendo una guerra a muerte contra la vida,
sin simulacros, sin redes, sin paracaídas:
donde solo la altura de tus actos te separa los pies de la tierra.

sábado, 25 de octubre de 2008

mar en calma

Te mando este beso cansado y feliz, con los pies en el suelo de otra cama distinta
en un habitación que todavía me está conociendo,
días tranquilos en los que Dano cocina en la cocina, hace alubias verdes
con jamón y patatas, y los viernes hace un puré de verduras que saca de la cazuela
cuando yo me marcho a clase.
Discute con Frontela todo el rato o, dicho de otra forma, Frontela le pica siempre
y él a veces le hace caso. Es divertido.
Yo me río, pero no de esa manera que parece que vas a explotar, al contrario,
es una risa contenida que si no controlo me emociona
y me entra un remusguillo en la garganta, como si quisiera explicar algo
muy muy importante
y no me saliera.
Luego me da igual, muevo la cabeza a un lado y se me pasa.
Lo estoy descubriendo poco a poco. Como esta habitación a mí.
Como la nueva vida que he elegido y que he elegido muy bien.
He tenido suerte. Siempre he sido un tipo afortunado. En la gente, en los lugares,
en tantos zapatos rotos y en tantas líneas de metro y en tantos en fin. Vivo al lado de la parada de autobús,
en un buen barrio, con toques de elegancia africana, huele a kebap todo el día,
a carne con curry,
creo que hasta a los besos les echan especia,
no me extrañaría viendo la mirada abierta de las chicas marroquíes.
Los viejos de toda la vida gruñen como los viejos de toda la vida.
Pero se quejan menos y su acento es mejor. Más chulo. Hay quien dice que más castizo, pero yo no.
He descubierto que la libertad está sobrevalorada. Que la felicidad también.
Pero también he descubierto que para ser feliz y libre
Hay que saber mucho y muy hasta el fondo
de la tristeza y de las jaulas.
Solo ahí es donde uno puede cerrar los ojos y ver a sus dos compañeros de viaje, sus dos viejos compañeros
que le han visto envejecer y él a ellos, y es ahí donde puedes cerrar los ojos
y decir qué carajo, algo habré hecho bien
si al final y después de tanto
tengo tanto paraíso a cuestas.
No pienso demasiado en la humildad, pero me sigue asustando
la prepotencia. El exceso de seguridad. Últimamente me río por lo bajo
de mis miedos, y cuando llega la noche me tomo una cerveza y canto la única canción de los planetas que conozco.
Soy prudente cuando hablo del destino, pero opino lo mismo que aquel día
que llovía y yo me quite el sombrero para que pudiera confundirse
con mis lágrimas.
Siempre he tenido predilección adictiva por la nostalgia
que hay en los pequeños detalles de la gente que ya no ves, ¿seguirán teniéndolos?
quién sabe… las tardes de un sábado cualquiera se han convertido en pequeños pasos que acumulo y respiro,
no me asusta el hombre del saco por lo que haya en el saco
si no porque es hombre,
y eso es tan humano que hasta las pesadillas tienen ápices de delicadeza.
En la cabeza me siguen bullendo excesos y noches, trenes que no sé dónde van
pero van a algún lugar y con eso me basta.
Muchas veces he caído en la envidia, en el poder que desprende un foco,
pero ahora que me pillo mis propias mentiras no me importa tanto,
no está tan mal tener esa mitad escondida con tus defectos,
las cosas feas que guardas,
mientras no te hagan perder todas esas manos y voces que te sostienen.
Como en el sueño de anoche: tú eras feliz y se te notaba.
Había un chico agarrándote la mano.
Sujetándote. Haciendo lo que yo no sabré hacer jamás.
Un día miraré para atrás y espero al menos, y solo espero eso,
no odiar esos sueños en los que tú eras feliz
de la mano de otro.
Porque la felicidad está sobrevalorada, pero solo en la mirada de algunas personas.
En otras es un paso más, algo cotidiano y justo.
Indescifrable.
Me da tanto pavor la injusticia que no puedo despegarme de esta defensa.
Porque hay algo que me une y me mata en cada ficha que muevo,
en cada peldaño.
Días en los que el tiempo era improbable y extraño.
Este mundo somnoliento y remix, como un disco recopilatorio de canciones para por la mañana.
Despertarse a veces es un acto de fe, otras un arrebato de ganas.
Al resto se le llama inercia: un cuerpo comienza un movimiento
y no puede frenar.
Te suena, ¿verdad?
Ya lo verás, no estamos tan equivocados

jueves, 9 de octubre de 2008

garabatazos

al principio creí en algunas cosas
y creí que esas cosas eran importantes
así que luché por ellas, o con ellas, que es la mejor forma de luchar por algo.

o por alguien.

al principio me llené de sueños porque no pensaba que los sueños pudieran ser un lujo.
me llené de sueños y me dije: así, si los voy perdiendo, me quedará siempre alguno del que poder tirar.

en caso de desvanecimiento.

al principio yo no sabía de qué color eran las mentiras.
a qué sabía la rabia.
cual era el significado último de ciertas lágrimas en ciertos ojos.

ahora distingo de entre colores el gris, mastico amargura con los puños,
y he memorizado unos cuantos diccionarios de palabras
para explicar un lloro.

ya no miro tanto al cielo, pero aun resisto en caminar mirando hacia bajo.

en época de cambios, miras tus nuevas paredes y piensas que no va tan mal,
repasas los teléfonos que no usas imaginando qué sería de ti si hubieras seguido llamando.
A ratos, te buscas excusas y haces un trato contigo mismo: mirar lo bueno del camino
para poder asumir lo malo.

y extiendes las manos esperando que llueva de nuevo.
buscando el ácido pálpito de las dudas en la lengua.

al principio era un cuento lleno de planos para palacios por construir.
ahora fumo tranquilo en un piso alquilado y miro la papelera llena
de folios rotos
a garabatazos.

ni me cuesta sonreir, ni no hacerlo me hace daño.

martes, 2 de septiembre de 2008

ey, camarera...

Ey, camarera de las estrellas, despierta, aun es de noche pero es una noche preciosa de esas que te encantan, despierta pero no hagas ruido, habla como yo que te hablo en voz muy baja porque es muy importante y las cosas muy importantes solo se pueden decir en voz baja. Despierta, porque me voy, y te tienes que despedir de mí, camarera de las estrellas, me voy no sé a dónde porque esa es la clase de cosas que nunca sé, no lo sabía el día que crucé la carretera y me subí a tu equipaje, cómo te reías aquel día, vaya!! Era genial y estoy seguro que seguirás riéndote sin mí, con tus ojos azules a punto de reventar, escúchame, no es necesario que digas nada, pero sí déjame que yo diga, tengo mi maleta aquí, y la he llenado de cosas más importantes que mis espejos, te dejo en tu circo pero me voy después de haber besado a la bailarina de la caja de música, después de haber llorado borracho con los payasos y haberme caído al suelo con los equilibristas, me voy porque no me puedo quedar, sería peor, sabes que yo no sirvo para eso, soy el viajero y sé recordar y ojalá supiera prepararte té helado para cuando llegases de la última función de la noche, y te diera de fumar mientras jugamos a rayuelas en tu cuerpo, ahí fuera hay gente dispuesta a eso y dispuesta a muchísimo más, no estés triste, camarera de las estrellas, así parece que fueras a llorar y si tu lloras llora todo el mundo y eso no es bueno, te lo digo yo, que he visto cosas muy tristes pero también puedo decir que yo estaba allí el día que te desnudaste frente al horizonte y no quisiste ponerte la ropa en toda la mañana, yo pensaba que era imposible que tanta belleza aguantase tanto tiempo al natural, yo pensaba que la ropa servía para mantener el secreto encanto de la piel no descubierta, yo pensaba muchas cosas que dejé de pensar en aquel momento, pero aquí estoy, hablando en voz baja y aquí estás, mirando esos columpios sin niños a las tantas de la mañana, perdona por despertarte, ha sido la noche, no he podido evitarlo, no quería despedirme de nadie, sabes que no soporto las despedidas, pero estabas aquí durmiendo y me han entrado ganas de tomar un último trago de jugo de saliva de sueños, toma, bebe, hoy soy yo el camarero, está rico y quema mucho en la garganta, como a ti te gusta, como a todos les gusta, me pasaría vidas entera viéndote beber, a veces cuando se te cae una gota, siento el vértigo que se debe sentir deslizándose por tu cuerpo hacia abajo, a veces he pedido el deseo de ser tan pequeño que pudiera caminarte la piel paso a paso, se lo pedí a 14 estrellas fugaces que pasaron la noche en que te quedaste dormida encima de mí, en el ático de la carpa, lo pedí 14 veces seguidas porque estaba convencido de que así habría más posibilidades, ya sé que los deseos no hay que decirlos porque si no no se cumplen, pero me marcho, pequeña camarera, y es injusto que trate de convencerte de que he sido feliz, de que lo soy, de que tengo que seguir el camino, y tu seguirás en el circo poniendo jugo de saliva de sueños en las latas de alambre de la gente, gracias por dejarme entrar en la carpa y ponerme aquella nariz que me hacía parecer un fandango de broma, un pellizco de bulería, yo pensaba muchas cosas, cuando lo hablamos en el sótano de las indecisiones, que tú tenías mucho frío pero te negabas a ponerte la ropa y yo hacía teorías sobre la resistencia de la belleza a las bajas temperaturas, y hablé de que las elecciones a tomar traían consigo vidas que no tendría, por eso es que me tengo que ir, y no me mires con ojos de música, sabes que enseguida me pongo a bailar, a mirarte los pies de reojo, es tarde, y en verdad tengo sueño, pero también tengo sueños que no me dejan dormir, camarera de las estrellas, qué bonito volar, ahora te miraré de lejos, cuando señales los árboles de la jaula de brillos para que abran sus ramas al final de la función, siempre silbaba esa melodía, “fight of light”, y la gente decía oh!!! a la vez y tú al principio no me creías y yo no me creía que no te hubieras dado cuenta, pero claro, luego, cuando cogiste aquel vaso y empezaste a afilar las bebidas entendí que estabas tan acostumbrada a las exclamaciones, a las caritas embelesadas, que ni te dabas cuenta de ello, te voy a echar muchísimo de menos allá donde coño sea que vaya y deja por favor de mirarme así, sabes que conmigo te apagarías, que no soy de esa clase de magos capaces de retener los suspiros, mucho menos las lágrimas, va a empezar a amanecer, mira, ves aquel horizonte helado, voy hacia allí, a la ciudad de las mil orgías, me han hablado de alijos de hierba que brotan en las piernas de algunas mujeres, quiero verlo porque la curiosidad no mató al gato, le dio 6 vidas más, y tú no estabas de acuerdo y me llevabas la contraria como de pasada, como si en el fondo no te importase darme la razón aunque no la tuviera, claro que he sido feliz, de repente un día miré a lo lejos y allí estabas con tu bandeja de piedra en la mano, haciendo un juego de ojos tan bonito que ni siquiera me atreví a hacer trampas, ni siquiera quería otra cosa que seguir allí mirándote, me ha pasado tantas veces eso que algún día maldeciré la noche por su incapacidad para detener el tiempo, cuando sea el viejo viajero seguiré fumando en las cunetas y hablándole de ti a las montañas, contaré lo de tus ojos azules a punto de reventar y serviré sucedáneos de jugo de saliva de sueños en una bandeja de piedra, la pequeña camarera de las estrellas se vestirá de luz entre el brillo de las risas de los sauces y la silvestre balada de los transeúntes, y reiremos de veras, y de veras que seremos muchísimo más que aquella fugaz explosión que ocurrió la primera vez que nos vimos, tú olías a primavera y sabías a nostalgia de vino, ¿recuerdas?, toma mi amuleto de bolaño, guárdalo en el baúl donde guardas los detalles imperfectos de la gente, llévame contigo arriba de las acrobacias, donde los mimos y los cantantes juegan a las películas, piensa en esta tierra seca que un día nos meció en sus brazos, el paisaje se ha puesto triste na más ver tus legañas, pero no lo estés porque tus legañas son algo inalcanzable y las cosas inalcanzables nos hacen mirar al cielo y así salimos siempre guapos en las fotos, gracias, camarera de las estrellas, por haberme dejado compartir este trozo de viaje contigo, no hay nada que te detenga ahora, nunca lo hubo, ni siquiera estos brazos de poca monta que alguna vez se vieron en el privilegio de sostenerte, mira la vida, está dando saltos impaciente de que la saques a pasear cada mañana, como si nadie supiera lo mucho que tienes que ver con el brillo del agua en los estanques, con los cisnes que dejan un rastro de silueta mojada tras nuestras huellas, mira la vida mirándote y dame un beso de fuerza y de hasta luego, mañana por la mañana, cuando vuelva a aparecer la gran bola por el anfiteatro del mundo, tú volverás a quitarte las legañas para volver a llenar el paisaje de rocío, y poner un algo de instinto en los rostros de la gente, yo me encenderé un pitillo, allá donde vaya, y sin mirar hacia atrás, nunca, hacia atrás, soñaré con encontrarte en las próximas luces del camino.
ciao, camarera de las estrellas,
nos veremos,
seguro.

sábado, 23 de agosto de 2008

sed...bienvenidos

un día salistéis a organizar la mentira y os quedastéis con la calle,
dijisteis esto sí y esto no como si pudierais decidir qué flores eran bonitas a los ojos de todos,
opinastéis con la mano en la espalda y el cuchillo en la mano bien preparado para todos aquellos que no estaban dispuestos a daros la razón.
hicistéis que en los ojos de la buena gente creciera un álito de decepción ante la muerte natural de la magia
y luego os jactasteis de ello en páginas y páginas de historia a las que cambiasteis los adjetivos.

no esperaréis, ahora que llueve ácido sobre vuestras sonrisas, que vayamos a reiros las gracias pese a todo,
con este odio infundado después de que violaseis siglos de mujeres que se partieron el pecho por parir un niño
que no fuera como vosotros,
no esperaréis que pongamos la otra mejilla como nos enseñasteis porque todavía arrastramos vuestras pesadillas en nuestros cajones de noche,
en esta tarde de vigilia y costumbre vamos a quitar los platos de la mesa
y a comer con las manos
y a mancharos de una puta vez el mantel con nuestra comida, con vuestras sobras.

en el destino de la paredes alguien solo soñó con muros,
con dioses engreídos que no venian a nuestros cuento, que no nos hicieron felices
y sobre todo que no necesitabamos,
traficasteis con nuestros miedos hasta prohibirles el derecho de llorar por las noches,
nos hicisteis tan planos como vuestros espejos
y después nos juzgasteis por nuestras arrugas.

preguntarás ¿qué es esto? y yo puedo contestarte: un campo de tempestades.

porque detrás de cada robo en los ojos de la gente se acumularon lágrimas,
y en cada universidad que entrasteis a quemar libros, en cada calle con fusiles a la puerta,
en cada peldaño de sangre que pusisteis a la historia
hubo un testigo que no va a callarse ninguna de las costillas rotas que le partisteis,
la marca en la frente de vuestros cañones nos dibujo una mirilla en el pensamiento
y ahora os señalamos con la pluma porque su peso es mayor que el de vuestras pistolas,
usamos paletas de colores para dejar en ridiculo vuestra triste escala de grises,
bailamos con las trompetas de vuestros desfiles y nos quitamos la ropa para que os avergonceis de la sombra de vuestros uniformes.

llevo el color de la tierra en los ojos, y es por eso que puedo dudar de las raices que vendéis como bandera.
hablo, con el descaro que me da haber aprendido mirando rostros de alfombra en los vagones del metro,
la libertad de llorar a la hora que se precie me da que pensar que solo lloraréis el día en que todo esté perdido.

detrás de cada folio lleno de leyes hay un ejercito de dedos inquietos deseando llevaros la contraria,
hay un millón de resacas que olvidasteis cuando os pusisteis a especular con las mareas,
hay todo lo que pensastéis que jamás ocurriría.

en el depertar del niño solo se oirán nuestras palmas,
en el final de la noche serán nuestros gemidos lo que quede.

espero que os hayáis preparado para el olvido, porque él se ha puesto de gala
con nuestras mejores tumbas, chaqué y corbata
para recibiros.

martes, 19 de agosto de 2008

grietas sin afeitar

el tono meláncolico de quien sabe a qué sabe un piano porque solo lo ha tocado con la lengua,
el cuello lleno de grietas sin afeitar,
un andar cansino como el acento de Ken Kesey
y unos ojos descoloridos que evitan las preguntas para las que no quieren saber la respuesta.

con la voz de quien ha ladrado mucho tararea
"yo sigo igual, sigo tal cual, quizás desmejorado"
y no mira demasiado para atrás
no sea que aun queden cuentas pendientes
sin pagar.

en mitad del baile es el viejo romeo el que se cae borracho
desde que no recuerda por qué se suicidó la primera vez.

sabe el día exacto en que le baja la regla, pero no recuerda su nombre.
y la llama julieta, ya que no conoce a ninguna.

"tengo el antifaz gastado, fumo mucho, y toso siempre por las mañanas.

junto a las carreteras crecerán árboles infinitos igual de grandes que una montaña
y la gente construirá sus casas en ellos, hablaremos de raices
y de tierra cuando anochezca,
masticaremos la hierba de los campos del norte
y miraremos al sur con nostalgia que es de la unica forma que se puede mirar al sur.

por supuesto que me lo he inventado, al principio quise cambiar el mundo
y luego quise vivir mi vida.
eso no es malo, al final luchas por adiccion a los golpes,
más por los recibidos que por los dados,
y te gusta el dolor del morado en la piel, el cansancio del músculo,
sentir que la sangre sigue fluyendo por dentro."

deja un billete en la barra que usa de posa vasos, y hace eses con los dedos "porque son ellos los que están borrachos".

luego bebe, y bebe, y bebe, para sentir una nueva grieta
después de cada trago,
para entender que el vacío duele, jefe, pongame otra,
se rie solo y no le importa, pero mira sus dedos
y asiente:
"qué desperdicio de eses, lo bien que quedarían en una espalda".

lunes, 30 de junio de 2008

susceptible de imperfectos

en estos días de nadie la rutina sabe a multitud, la distancia es un deseo,
y no hay remite que valga cuando la correspondecia se llena de notas de suicidio propias.

inventadas, claro, a través de ese cuento que tanto me esforcé en imaginar, dibujando cicatrices sobre un personaje,
manchandole los zapatos:
poniedole un amargo de saliva en cada frase algunos errores saben mejor que muchos aciertos.

aprendí a copiar la firma de todos mis maestros para firmarme mis propios justificantes.
luego lo disfracé de ego, le puse derrotas, torcí el gesto entre palabras
y lloré unos pocos desgarros con los que poder jugar a las medallas.

tiemblo en amagos de honestidad y casi casi resuelvo mis propios interrogantes sin dar ese paso más
que me habría hecho besar la lona.

las distancias cortas se me hacen largas ahora que leo en mi alma algunas lineas de otros.
todo es un susceptible de imperfectos que empiezan con un podría ser
y acaban con un NO tan inmenso como un nido de excusas y causas.

tuve miedo del insonmio y traté de imitar algunos sueños, cuentos de babas
que cogía con alambres para llevar la sonrisa por bandera cada mañana.

puedo decir, sin tener que bajar la mirada, que aquellas pesadillas fueron mis clavos ardiendo,
y tan fuerte me aferré que aun conservo algunos callos de imitacion en la mano,
rasgos marcados en los ojos
y un estilo de desparpajo que he tratado de adaptar a todos los miedos que me corroen.

así, remarco en cada casilla el número de cada dado,
cada vez que puedo me hago trampas
y vigilo mis simulacros para cuando venga época de precipicios.

a veces asiento sin mirarte a la cara, sumergido en este mundo de barros y barrenderos
donde fingir es la única opcion posible,
donde vivir suele dejarse para otra cita.

pero es que no sé si estos huecos que le salen a los días
son rellenables de aliento
o necesarios para coger aire,
en el fondo lo que pasa es que no entiendo gran cosa
y le busco la lógica en lugar de buscarle la poesía.

lo decías con la calle vacía de fondo: "el mundo está loco,
pero tiene sus momentos..."

y yo te miraba
y tu sonreías.

jueves, 12 de junio de 2008

caminorte

me voy a seguir quedando callado si me acorralas, no sé salir de los pozos sin fondo
si no es solo o a empujones, pero si preguntas qué pasa
hay algo en mí que me obliga a pensar que deberías saberlo aunque ya sé que no es así,
no puedo evitar caer del trapecio y odiar la risa de todo el mundo,
ha habido veces que me he reído con ellos
pero anoche lloré volviendo hacia casa, me sentí tan perdido que tuve que hacer el esfuerzo
de no reventar los nudillos ante el primer escaparate que tuviese un cartel de rebajas a la vista.

no sé porqué nunca termino de salir del todo y parece que siempre me voy cayendo
en los mismos escupitajos, repito palabras
y odio con tanta intensidad como otras amo, me veo incapaz de equilibrar estos deperdicios
o buscarme el optimismo de años atrás, pensando que el resto del mundo era algo relativamente cambiable
y que la ley de la gravedad se reducía a fisica incompleta que nunca podría impedirnos volar.

el caso es que no salgo de estas pesadillas, de un mural enorme como un mosaico de sueños por empezar,
piezas torcidas de algo que nunca es nuevo, siempre usado y muy mal,
hasta el cartel de se vende parece viejo
y reviento a correr para no tener las fuerzas al menos de destrozar todo lo demás.

de aquellos viajes al cielo me queda una nostalgia insufrible ante la lluvia,
el haberme conocido en momentos vacíos me hizo creer que podría atravesar el fuego
pero el fuego resultó ser mi sombra, y la mentira un principio,
y el hacer daño una forma de defensa como otra cualquira.

así, me verás dudar o mirar a otro lado, apoyándome en la pared de la parte de atrás de los recitales,
un poco cansado de la poesía, como quien ha bebido demasiado
o sabe por intuición que los más viejos del lugar saben mucho más que el diablo.

ya sé que este disfraz es distinto de lo que esperabas, ni el traje de gala ni los vaqueros rotos
te dirán mucho más que mi garganta, esta forma de huella digital que se basa en mover los dedos
y estos ojos inquietos que no encuentran paisaje fijo ni deseo variable en que confiar.
ya, siempre se me hace tarde, y vuelvo a ser ese compositor de silencios
que cierra el pico para no picar el anzuelo, lo que pasa es que soy tan torpe que caigo en mis propias trampas,
lo hago tan mal que me quejo por escalofríos de mis faltas de ganas,
para no enjaular a nadie me meto en la jaula y la cierro y luego culpo al resto
de tener que verlo todo a través de barrotes.

dicho esto, sí quería aclarar que me doy cuenta y abro los ojos y me miro en el espejo,
que puede que no sepa cómo pero al final saldré para reirme de las tardes de lluvia que me hacían llorar,
llenaré de rabia mis carcajadas y firmaré todos los te quiero que diga pese a quien pese,
y caiga quien caiga, seré de verdad y amaré por encima de todas las personas,
hasta el sueño más vulgar tendrá algo de poesía
y en las manos la piel de la serpiente nos dirá que el pecado va por dentro, que no hay vocación sino vida,
que el tiempo siempre estuvo ahí con sus soles y sus tormentas a la espera de convertirte en viejo,
es por eso que tengo miedos pero también un orgullo intratable que a veces revienta sacrilegios
y otras se esconde entre cubos de basura, no me digas que ahora no es el momento
de apagar las velas y dejarse llevar por la noche, de poner las cartas sobre la mesa
y jugar al juego en el que tú me besabas los labios por encima de mis trincheras.

será, como ha sido siempre, un camino lleno de altibajos, a saber dónde
y a saber hasta cuando,
pero mira el paisaje, esos edificios tan altos, esas ruinas de siglo XX, esa sangre de instinto animal,
mira esa gente caminando también, buscándose los pedazos entre los escombros,
bebiendo cerveza en la calle, algunos hasta gritando,
será, como ha sido siempre, un camino que costará buenos y malos ratos,
nos llenará de tantas heridas como caricias, un camino dificil de piedras y asfalto,
pero mira, será un camino
al fin y al cabo.

lunes, 9 de junio de 2008

cara más cara

qué hago con todos los otros yoes que solo son cuando no estoy contigo.
qué harás con esa sonrisa que no me corresponde, que me tendré que perder para siempre.

en que momento la honestidad pasa a ser alevosía,
y con qué derecho juego a las verdades universales
en universos de mentira.

cuando el molde es imperfecto, las figuras de barro salen torcidas,
extrañas
y a veces, lo he visto, espectaculares.

me querrás por lo que tienes o por lo que querrías tener, saberlo es tan complicado
como algunos silencios incómodos, ciertas miradas persuasivas,
preguntas que no se hacen para no estropear la fogata.

cada mañana tendrás la feliz ignoracia de no pensarlo
y la desgracia ruidosa de vivir a base de instinto

y soy mío
o no soy de nadie.

los tornillos entran a rosca pero nunca a presión,
eso son las puntas y los clavos
y si no dilatas (regla numero uno del parbulario de la carne):duele.

así que vete pensando que tendremos que fabricar un pozo tan grande
como todos nuestros fondos,
entendernos por codos
y querernos sin querer demasiado más.

porque debajo del antifaz hay una cara-más-cara
que nadie ha sabido cómo quitarse todavía.

y así, desnudos, será fácil no gritar fuego!!! cuando nos estemos quemando,
pero no sabremos si es
por ese "un poquito más" que sabe a impulso de salto
o ese "un poquito menos" que sabe a pasito atrás.

pensamientos microbiológicos

cargador de pilas para esta tarde de domingo en estudio, un chute de gasolina bucal
que ojala pudiera darte en persona,
banderas en la grada para día/rutina y me pido el altavoz
para gritar gol bien alto cada vez que marques
y ser ese que chilla como un loco "prohibido venirse abajo" cuando te veas buscando el balón
entre las redes de tu portería,
me dejaré la vida en las palmas de tus bailes
y pillaré palomitas para verte en todas las pelis que te montes,
animador oficial globos en mano si te da por sacarle los colores al cielo,
seré el pesado del ¡¡¡vamos!!! cuando las cuestas cuesten más de lo que esperabas,
así
estaré con el aire a presión preparado y un botellón de oxígeno de parque
y un montón de golosinas por si el amargo del miedo hace aparición de repente,
y así
con la botella de champan en una mano y un paquete de tiritas en la otra,
con un frasco del más selecto sudor pa batallas
y un puñado de tierra por si todo se llena de oceano,
una cama intranquila donde poder esconderte o convertirte en estrella fugaz de deseos,
lo que tu quieras,
una pequeña libreta corta fuegos llena de bromas y poesías,
trampolín de tirarse a la piscina con los ojos cerrados,
el puño arriba
y un porrito en camino de tranqui que vamos a fumarnos esta tarde,
y así
un regalo sorpresa rollo chás y aparezco a tu lado,
arañazos contra la monotonía,
falta de ortografía estilo rhapsody,
lectura entre lineas de la mano,
piel donde salto al vacío y principio de universo concuerdan en genero y numero
y así
mirando tu risa
como un parbulario embobado que empieza a jugar con las letras,
con maneras de aprendiz de todo lo que se venga encima
o debajo
no podremos librarnos
de darnos la chapa y abrazos, que esta vida tiene cosas bonitas
pero qué te voy a decir
que no sepas tú ya de mis ojos.

miércoles, 28 de mayo de 2008

futuro y recuerdos

fui con tanta humildad que acabé acojonandome.
aparte la confianza a un lado
y me dejé llevar por una barra que no llegaba al final de nada,
me pedí una birra

y volví a crecer de golpe dos décadas más
entendiendo que jamás podré hacer las cosas que ya no hice,
sabiendo que en cualquier momento
morir es lo más posible que te pueda pasar
y entonces ya no pasará nada.

me picó, cuando yo no miraba, el puto "virus del miedo"
y durante horas, días, incluso semanas
estuvo inyectándome sin que me diera cuenta
esa mezcla de cobardía y ceguera que te machaca las sueños
hasta hacerlos pic adillo de pesadillas.

respiro profundo y trato de leerme la mente
a ver si por lo menos yo me entiendo
antes de que quejarme de que nadie me entiende.

sí, soy (creo) el tipo ese que decía que podría cambiar el mundo
pero ahora, con el futuro cambiado,
voy aniquilandome deseos no rotos
para que nadie puede romperme del todo cuando bajo la guardia.

me he convertido en mi propio guardaspaldas
experto en salidas de emergencia.

la velocidad así es un peligro, correr riesgos una osadía,
vivir de tonterías ya no se lleva,
me cuesta dejarme caer en algunos bares
y he hecho un escaparate de palabras donde escribo la firma
con más interés que un poema.

dejar de seguir principios para no parecer equivocado.

pero hasta cuando,
porque tendré que aprender a leerme entre líneas,
dejarme llevar hasta ese siempre que nunca busqué,
olvidarme del después del después de las cosas
y centrarme en todos los antes que todavía me quedan.

envejecer es pa viejos, y la cuerda más tensa es la que mejor sujeta.

aprieto el paso, me engaño para convencerme,
los malos baches pasan igual de rápido que los buenos,
puedo digerir esta vida y empezar a decir las cosas
en lugar de arrepntirme por adelantado de no haberlas dicho.

tengo el plan de vuelo en las manos
y en cuaquier momento saltaré por la borda:
hay océanos de aire
y tardes llenas de agua
esperándome puñal en la mano,
libertad en la otra,
a la vuelta de una esquina que amasije futuro y recuerdos
entre los sueños
húmedos
de mi retina.

viernes, 16 de mayo de 2008

sueños de mundo

la gente es presiosa cuando no presta atención.
y se insimisman, absortos ellos, en una media sonrisa que no termina de salir.

parece un juego en donde nadie gana
para que así nadie pierda.

los detalles son pequeños gestos diarios que guardan la lucidez
de encenderse un cigarro
y expulsar el humo.

o una conversación en la otra vía del metro
con la cuenta atrás de una máquina que se acerca para separarnos.

nos alejamos en mitad del tumulto, y nadie se fija
en que parpadeas de una forma que pareces enamorada,
o el peruano de la esquina se abstrae quemando hachís en su mano
y hablando solo, por un momento, como si estuviera en su tierra.
¿dónde va a estar si no?


la ciudad crece a través de nosotros,
y se llena de cuestas que nos obligan a tocar la paredes
para sentir nostalgia.

como te dije aquel día: en el fondo también hay superficie,

y la forma de chascar tus dedos
mientras miras, quien sabe si un trozo de vértigo mojado en las piernas
o el susurro de aire que te frota los oídos.

simplemente, te echo de menos.

y por eso miro a toda esta gente, es preciosa,
con sus bolsillos vacíos pidiendo arena entre los adoquines de una lluvia de mayo.

no puedo decirte más
que esta caricia de nada que se queda en mis manos esperando que llegues,

y hay ruido de fondo
y nunca hace frío

y tu puedes llamarte viernes, o como quieras,
mientras se hace de noche y espasmo, busco un mechero

y el mundo
sueña.


jueves, 8 de mayo de 2008

excusas y partos

"si ves que se me va la olla
déjala marchar,
ella también tiene que seguir su camino"

si es que yo solo río de vez en cuando, y muchas veces ni así me sale, se me va la mirada, de verdá, y de repente
ya estoy otra vez rumbo sureste, en diagonal y hacia abajo,
y soy fuerte aunque a veces me hago el blando,
cojeo tanto de tantos pies que me verás y te equivocarás conmigo,
no sabrás si es que voy haciendo eses o es que voy por la vida bailando:
del bailarín al borracho hay una copa de más o una mujer de menos,
tampoco pretendo animar este patio privado de gala,
tampoco pretendo nada,
pero algunos días me salen muy caros
y algunas fantasías solo se cumplen en otros sueños
o en los sueños de otros.

joder, de pedazos rotos no hay nada especial que saber, aquí todos lloramos, ¿no?
mierda si no sabes lo que es, y tanta seguridad de futuro
a mi me da chamusquina, ganas de vomitar, knock out en lista de espera,
pero a veces puedo soltar un triunfo
y ganar una mano, y aun así tampoco verás estridencias más allá de pedir una cerveza
o pedir más cartas, porque voy a seguir jugando.

todo es cuestión de sudar, pero hace tiempo que cambié
una opción de peldaño
por esta escalera en espiral que me deja caer hasta donde no se puede beber más.
textraño. pero no tengas piedad, siempre hemos sido mejores malos
que guapos de la película.

como decía el estribillo de la canción que nunca escribiré:
ni todo va tan bien
ni nada va tan mal.

en el medio, donde fatiga y delirio fuman hachis en mi cabeza,
donde te digo que ando cansado de no hacer nada,
que hablo menos de lo que hablo porque a veces las cosas
son todavía más estupidas si las dices en voz alta,
en medio, justo donde caigo con mis miedos (siempre mis absurdos miedos, eh?),
donde no me tiembla la mano pero sí la voz, y me parezco
a una justificación de mi mismo saldando cuentas (vayase a tomar por el culo, señor freud) con un puto pasado
que me trae a colación sentimientos y deudas,
cheques en blanco, cartas marcadas,
y una colección de excusas y partos que me han llevado
a poder decir con la boca pequeña
y los huevos bien hinchados:
soy lo que soy
y hago lo que hago.

miércoles, 30 de abril de 2008

comparativa de presagios

aquella tarde cerré los ojos en la hierba para esperarte.
me tumbé al sol
y en ese momento de espera
olvidé el mismo final que siempre le pongo a mis cuentos,
las heridas que aun teniendo cicatriz por encima siguen bien dentro sangrandome,
olvidé este miedo absurdo a la muerte
y mi vieja colección de semillas de incertidumbres aun por plantar,
olvidé, y me daba igual, las mentiras con forma de motivo que siempre digo en voz alta,
los tembleques de piernas,
esta duda irrazonable de estar vivo,
todos los cartuchos vacíos que colecciono de disparos hechos al aire
y olvidé, en mi sala de hierba y espera, todo un futuro improbable del que siempre desconfío.

ya lo he dicho, aquella tarde me tumbé al sol, cerré los ojos,
y esperé a que llegases
con ese presagio impalpable que son tus labios atacandome por la espalda.

tumbado aquí en esta tarde, con la casa vacía
y todo demasiado solo,
cierro los ojos y trato de convertir estas sábanas sucias de mí
en pedazos de hierba a medias.

y lo unico que se acerca
es el mismo final que siempre le pongo a mis cuentos,
las heridas que aun teniendo cicatriz por encima siguen bien dentro sangrándome,
este miedo absurdo a la muerte,
mi vieja colección de semillas de incertidumbres aun por plantar,
se acercan rápido y no da igual, las mentiras con forma de motivo que siempre digo en voz alta,
los tembleques de piernas,
esta duda irrazonable de estar vivo,
todos los cartuchos vacíos que colecciono de disparos hechos al aire
y se acerca, en esta cama de soledad y mierda, un futuro improbable del que siempre desconfío.

lo que se acerca

es la ausencia de un contigo
que se parece a un sin mí tan grande
que busco tus labios atacandome por la espalda
y solo encuentro un presagio marchito
deshojándose.

domingo, 27 de abril de 2008

rasguños y cicatrices

reescribo día a día el mismo poema, empiezo de cero y sueno parecido casi siempre.
de serie solo me vienen las dudas, un principio de incertidumbre apto para todas las cosas que no pretendo,
y la seguridad de que no hay muchas cosas a las que aspirar
pero las pocas que hay merecen mucho las penas.

describo una y otra vez el mismo paisaje, memorizo palabras impresas,
y me cito a ciegas a ver si me encuentro algo nuevo.
y aun así, esto sí lo aseguro, jamás te hablaré dos veces de una primera vez,
ni inventaré presagios absurdos que ni yo mismo entienda,
ni apostaré mis ideas con el nombre de otro.

aunque me veas cocinar siempre lo mismo, yo trataré de cambiar un poquito las especias.

mancho paginas y piel a cada paso, me voy conociendo mejor según va bajando el sol porque se está agrandando mi sombra,
no busco otro sabor más allá de saber que sigo vivo,
a veces hablo de rasguños,
otras de cicatrices.

y disculpa si no puedo mirarte a los ojos, pero es que soy de esos
que tienen que mirar las teclas que pulsan para saber lo que escriben.

lunes, 21 de abril de 2008

rebajones

la indiferencia es causal si no persigues ningun tesoro,
o si todos los problemas que tienes en realidad
te dan igual,
y sientes envidia ajena de las preocupaciones,
tratas de pasar por un poco normal
y no sonríes a nadie para que vean al menos que, de una manera rutinaria, tu también te estás muriendo.

es muy posible que todos esos disfraces cotidianos después de la ducha
solo sean merchadising de estilo propio.

el primer producto en venta eres tú, así que procura regalarte.
en cuanto cifras la cifra en que piensas venderte, habrá alguien dispuesto a comprarte.

un día te tropiezas contigo mismo en un escaparate
y solo piensas: ni en rebajas lo compraría.

y te aferras bien a la etiqueta del precio
no vaya a ser que te la roben.

domingo, 20 de abril de 2008

cambio de planes

ando al borde de los equilibrios en la suma de tenerte y darte un pellizco
para saber que es verdad,
que existes en serio y eres capaz de sostener toda una realidad a tu antojo
y es este nunca mirar hacia atrás cuando te tengo delante,
este deslizo primavera en tu espalda,
esta manía mía de no acostumbrarme a verte inmiscuida en mi mundo
que lo transforma todo y todo se parece a la poesía
y los viejos de la linea 5
y los vecinos del ascensor de la sexta
y los mendigos de la plaza de opera
saben pero que muy bien de lo que hablo
y desde aqui te digo que me voy a especializar en tus relampagos
y me voy a intranquilizar en cada nueva cita, y te voy a probar
"a la manera en que los panaderos prueban el pan, es decir, con la boca"
hasta que todo esté tan borroso como mis ojos de 5 de la mañana
y vuelvan los garabatos a mezclarse en tu risa
y mi cama no sepa dónde meterse:
te cogeré en brazos
y por un instante cerraré los ojos para siempre
y hablaré en voz muy baja de la eternidad,
de los suspiros que me callo cada vez que me besas,
que a estas alturas de curso solo aspiro a mirarte de reojo en los examenes,
a escribirte tonterías en los apuntes,
a dejar trocitos de mis desastres en tus bolsillos,
nos pringaremos de chubasco
y entonces comprarás golosinas y yo solo te diré: a ver quién es más dulce!!!
te beberás un oceano de mis miedos en un vasito de agua que pondré en la mesilla cada noche,
tendré que despertarte por la mañana, lo siento, pero es que
dormir contigo es más excitante que cualquiera de mis sueños,
quiero este aquelarre de humo, este complot de elegías,
quiero en verdad cada sombra y cada despiste,
tus medias sonrisas,
este no saber qué hacer ni dónde, pero contigo,
no te vayas demasiado lejos porque puedo mover un planeta para encontrarte,
no me importan los continentes si tu eres el contenido,
y espero que a ti no te importen las confidencias,
los atracos a beso o muerte,
todo lo que se mueve en un sigilo,
voy a pasar mis brazos por tus hombros cuando vayamos al cine,
voy a discutir contigo sobre el final de cada pelicula,
sobre el principio de nuestra historia,
voy a abrir las ventanas de par en par para que entres en mi vida de la unica forma que sabes: volando.
no voy a dejarte en paz ni por todas las guerras del mundo
y también, has de saberlo, serás libertad vestida de sábado
en azul claro sonido mar de vaivén en tus ojos,
mira: yo no sé exactamente qué es lo que haces
pero desde que lo haces
todo es maravilloso.

miércoles, 16 de abril de 2008

respirar sol

respirar sol, besarte.

cualquiera sale a la calle buscando derrotas,
buscando niños jugando a la pelota en el parque,
o tal vez este aspirar con fuerza este aire tan naturalmente puro
que vergüenza da compararlo con el humo de ayer por la tarde,
los dos desnudos, mi habitación y aquel paisaje de juegos
entre páginas de poesía
y tus ojos.

me quedé con tus labios sabiendo a cerveza
y mis manos inquietas sin saber dónde buscarte.

cualquiera es lunes lleno de trozos pero ninguno sabe
que hay un paréntesis
de casualidades vistiendose de ti un viernes de borrachera y noche,
ninguno sabe que tú puedes deshacer todos los nudos,
incluidos los de la garganta.

libre y suave, como una corchea bailando tu nombre en un pentagrama.

así suenas: a intuición que viaja de detalle en detalle.

mira mis sabanas, son un poco como el resto de mis cosas, tan confusas
que ellas siguen esperándote.
antes que cambiarme de vida te dije que cambiaría de traje,
pero mentía.
no había visto todavía las señales de humo en el aire,
y en el fondo, ¿quién sabe quién será el responsable de tanto principio roto?

dejo el futuro en un lápiz, por si quieres borrar algo.
y un espacio en blanco bien grande para todos tus margenes de movimiento,
tus monstruos en el armario,
tus secretos de fabricación,
tus canciones preferidas
y por supuesto,
tus intimidades.

de los sueños no me fío por irresponsables
y de tanto tropezarme ha dejado de asustarme el suelo,
por eso es que puedo confesarme en tus ojos
sin que mi mierda manche el azul de tus lágrimas.

"no era nada, pero parecía todo"
equivocarme siempre está entre mis planes, pero no tengo ningún miedo a hacerlo.

dicho esto,
puede ser que una vez en el camino, algo falle.
no lo sé.
a mirar he aprendido mirándote
y no me queda sudor de ayer, pero sí ganas de mañana.

así que mejor no te prometo nada
que no sea
respirar sol, y besarte.

miércoles, 2 de abril de 2008

of course

suelen mantenerse como siluetas inquietas en la retaguardia,
almacenan fuerzas para las caídas del resto,
tiemblan sujetando las cervezas cuando viene el temporal de rebajas,
saben cómo combatir el frío
y dominar el fuego
y liar laberintos de deseos entre sus piernas,

he visto a muchos
y muy buenos, a los mejores,
babear inviernos entre sus brazos,
deshacerse como gotas de hielo arañadas por las caricias de unos ojos
(qué desnudos estamos ante ciertas armas)
capaces ellos de tumbar ejercitos de rutina en un instante.

son el otro lado de la marea,
lo que llena de empuje la arena
y mantiene la resaca para que todos recuerden.

son un poquito guerrilla
y un completo de guerra: no entienden de banderas blancas,
olvidan enseguida las treguas
y les da lo mismo dirigir un abismo
que timonar barquitos con velas de cera.

una vez aprendí que hay un sitio con el que todos los caminos sueñan.
un horizonte llamado destino.
una meta tan inalcanzable como saber que después de un roce de aliento
no hay mucho más a lo que poder aspirar: una constelación de pecas,
un museo de fuegos e imperfecciones,
un lugar
donde todo lo que tienes se basa tan solo en todo lo que das
y en donde todo lo que pierdes a cambio
te da
completisimamente igual.

ellas, claro.

pero qué coño os voy a contar...


por

jueves, 27 de marzo de 2008

el arquitecto sirio, mi viejo

anoche, leonardo oyola se me acercó muy discretamente, y antes de pedirse otra birra me dijo, con una humildad casi insultante, que él tenía un crío de 3 años, y que ojalá dentro de 20 su chaval le dijera algo parecido.
digo esto, porque ojalá mi padre, mi viejo, entienda que le entiendo todas las veces que se ha puesto a luchar por su cuenta.
ya que sé que a veces se ha pasado por aquí, no tengo más que decir
salvo que bueno, que espero que estés sonriendo por allá, con tu buena gente.



EL ARQUITECTO SIRIO, MI VIEJO

dejame que te llame viejo en las próximas líneas.
ahora que estás cocinando el kipi y el bahmi
y toda esa comida de tu país,
mientras la tere hace ruidos en la silla de ruedas
y la pili la mira de reojo mientras finge ver la tele,
te diré viejo
porque lo he escuchado otras veces y suena cariñoso
y yo siempre te he dicho papa
y en ocasiones incluso te he llamado por tu nombre.
viejo,
tú y yo a veces somos como dos extraños que no hablan de nada.
en verdad nos parecemos poco
y en otras cosas demasiado.
nunca nos pondremos de acuerdo, viejo, en qué carajo es vivir la vida,
nunca votaremos el mismo partido político,
nunca haremos el mismo trabajo,
pero en el fondo viejo bien que nos entendemos,
por eso de que compartimos apellido
y sangre
y pasado
y ahora entiendo todos los años que te pasaste durmiendo fuera,
las interminables partidas lejos de casa,
todas las veces que no estuviste y que ahora veo que sí
solo que yo no sabía verte,
ahora entiendo viejo que has formado una familia lo mejor que has sabido
y te aseguro que es la leche lo que has hecho
luchando
y luchando
y luchando
y bueno viejo ahora entiendo esa mirada que pones
cuando miras abajo,
al suelo,
imaginando tal vez la vida al otro lado del mediterráneo,
imaginando la tierra donde dejaste raíces
y no volviste después
hasta después de tantos años
con visado de turista.
ahora entiendo viejo que a ti no te lo han regalado,
que te has pringado la cara
y los huevos
y te has dejado la piel y las escamas
en conseguir una hinchazón de alma en todo lo que te rodea.
siempre presente viejo,
mientras cocinas en la cocina
el plato que yo comeré mañana
pienso que hay cosas que se piensan por escrito
y se dicen con la mirada.

miércoles, 26 de marzo de 2008

kostas kamakis

pringao, tan poca cosa, que casi ni sé por qué escribo esto.
a medio camino
de chiste y destino es curioso, gracioso casi,
que vengas a vender vanidades
a gente a la que le sobra elegancia.
pero tranquilo, chiquillo, que a letras no nos gana nadie.

por eso voy a explicarte que hay filas de tíos arrodillados
sacando la lengua deseando comerla el coño
y que tu eres la mofa de todos ellos.

que eres el tipico que se come las migajas
para no pasar el hambre que tu calvicie te proporciona.

hablando en plata: lo que te pasa es que no follas,
y cuando lo haces
aparte de mal
lo haces pagando, pringao, tan poca cosa, que ni sé por qué gasto estas letras
(valiosas ellas) en pronunciar tu estupido nombre.

que siempre, me da, has sido el pringao de la clase.
el calvito desde los 20.
el bajito del grupo.
el que siempre se queda aburriendo las paredes
y los camareros
esperando que en su desprecio alguien le haga caso.

ma parto, tio, me parto, te lo juro,
viendote intentar con malabarismos de cutre poetrasto
llegarle a los tobillos a quien ni siquiera te ha mirado.

pena das.
vergüenza, si es que hay alguien que te quiera.

mientras sigues rumiando tus tristes sobras de mendigo en ciernes
yo me voy a dormir
en sabanas calientes
entre las delicadas piernas de tus sueños más ardientes (tus babas lo demuestran)
para que puedas
seguir fantaseando con mis realidades
y seguir carcomiendote de asco cada vez que dices
una de tus gilipolleces.

y este poema no lo firmara nadie, kostas kamakis (hasta en eso te quedaste en hortera),
pasará tan desapercibido,
tan cutre y lleno de olvido,
que tendrás tiempo de sobra (la vida entera chaval)
para poder agobiarte con tus propias limitaciones,
tus ridiculos intentos de ser alto, guapo y fuerte,
pringao,
tan poquita cosa eres...

lunes, 24 de marzo de 2008

chasquidos al aire

qué importa que llueva si tú ya no lloras.

sigo mojado, como en otros en tiempos, pero ahora son otros
los sueños que empapan mis barrotes.

las palabras son baratas y normalmente
no llegan a ninguna parte
aunque a veces se especializan en oasis,
en pinturas de colores,
en besos de última hora.

porque nada se parece a ese instante en que se abre la puerta
y apareces con tus "despierta!" dispuesta a revolverme el mundo.

traje de gala para las malas noches,
desnudos para los buenos días.

hacerte boceto para nunca terminarte, y así perseguirte
como un borrador ex-adicto a los tachones.

solo aquí, donde firmo cortes de sangre a base de huellas
puedo maldecir tantas letras que empezaron siendo cenizas
y termianron siendo disfraces..


donde al fin son los secretos y la magia
lo único no confesable,
donde todos morimos por las mismas cosas
y vivimos por distintas personas,

la parte de atrás del tiempo decidida a darnos la espalda
y nosotros, más decididos todavía,
a hacer de la vida
chasquidos al aire.

martes, 18 de marzo de 2008

volver a donde, volver a qué.
carlos salem.

no lo sé, pero algo intuyo por sentimientos
y cosas similares tipo
la sonrisa de vagón de tren que pongo cada vez
que llamo a frontela desde chamartín
una vez dejo las maletas en su sitio,
billete en mano
le voy contando los horarios que tengo, las ganas
de cenar la comida de mi madre,
la hora exacta a la que no podremos quedar esa noche
pero sí,
sin problemas,
media hora más tarde.

volver a qué, carajo, para mí es un poquito mi vieja
y un poquito mis viejas, con esa fría ternura
que solo desprende las caricias que no das a tu familia,
los abrazos que te cortas por eso de guardar formas
y mantener costumbres,
las miradas furtivas a mi madre en la hora de la cena
cuando la abuela pregunta quién sabe qué
y todos pensamos a la vez la misma respuesta igual de absurda.

cosas de esas. volver a dónde, joder, es una calle muy larga
donde frontela se apoya en un portal después de picar en mi casa,
el porrito a medias,
la barba marcada,
e historias de dos meses separados en donde tenemos que decirnos por miradas
todo lo que, por telefono, no podemos contarnos.

volver a qué, ya ves, es despertarte con el ruido de la gente de provincias de fondo
y ver que muy pocas cosas cambian por aquí,
los chiquillos del recreo de la salle llenan de ruido la primera esquina a la derecha
y los repartidores, también aquí, no escriben poesías en los albaranes,
las señoras de 50 parece que tienen 50
y los chavales llevan en bolsas de plástico las pelotas a las que luego pegaran patadas.

sé que Gardel tampoco se refería a esto,
pero todos tenemos nuestras listas minutadas de detalles.

cabrón, no te rías así, que tú también.
y todos sabemos.

por eso no sé qué contestarte muy bien cuando tú mismo respondes a cerveza callada
las preguntas para las que nunca, dices, tienes respuesta.

son un poco mis colegas
y mis calles
y una habitacion llena de posters que no quiso crecer conmigo el día
que hice mi primera maleta.

frases clavadas en la pared de cuando yo era otro
pero ojo,
de eso
es de lo que no quiero olvidarme.

así que no sé por qué volver a dónde
y volver a qué,
según tú lo dices, me suena tan propio.

tan mío.

habría que ver de qué estamos hechos para entender
que detrás de los contenedores donde aprendí a vomitar
y detrás de tantas y tantas papeleras que solo supieron de mí que era un cúmulo de borradores
y detrás del primer semaforo donde paré por primera vez,
justo detrás
está un un trocito de dónde
y un trocito de qué
que llevo tratando de asimilar toda mi vida,
esa vida
que vino después.

un diario del que nunca pasé de la primera página.
un diskete con un cuento de navidad que hablaba de gusanos y mariposas.
la segunda chica a la que besé y me llenó de nada un instante que podría y debía haber sido especial.
horas y horas en la puerta de una sala de máquinas donde un juego llamado pang!! era tu mejor opcion de futuro.

volver a donde, volver a qué,
tú,
que siempre vas,
deberías por eso saberlo muy bien
y yo
que siempre voy
debería admitir
que tampoco lo sé.

domingo, 9 de marzo de 2008

mardiscos

es verdad que carezco de estructuras entre estas letras,
que argumentos pocos, que tengo mis muchas malas costumbres
y mis pocas buenas,
y es verdad que solo sé jugar con destrozos, llenarme de sangre ajena
y pintarme la cara mientras hablo de pánico
y de palabras importantes que agrandan en mi boca un vacío que se aleja totalmente de lo que siento.

aquí estoy, y estas son mis apuestas, jamás creí que llegaría tan lejos,
en la cresta de la ola te das cuenta
de que el mar es un cumulo de agua no demasiado diferente a que todo parece lo mismo,

toda esa gente, tus cosas, el intimo lenguaje del abismo cuando todo tiende a color silencio,
a portal orquidea,
a remite anonimo de ya me conoces pero nunca me ves, joder tía,
voy a dejar de creer en las minifaldas,
voy a empezar a doblar los desprecios, voy a meterme en un sobre
y que otros decidan por mí porque si es por mí que ni lo decidan.

y es que no me cuesta ni un gramo decir que estoy bien así,
que tengo esas horribles pesadillas contigo y estas raíces que no me dejan cambiarme de tierra,
que todo es una puta mierda en muchisimos momentos
y que ni eso quiero cambiarlo.

"de tu viaje al fin del mundo yo no quise saber nada,
de mis noches sin futuro te negaste a conocer" *

mañana siempre me ha quedado lejos, nunca llego más allá del desayuno, de noche todo es
mitad confuso
mitad cristalino al horno,
me aferro a cualquier caricia que me sirva de olvido,
pierdo trozos de memoria que luego encuentro de madrugada y perdido, un martes cualquiera,
en la peor semana de mi vida,
esas cosas que digo siempre de caer y rebota pero esperate,
de principios sabes que no cambio,
los trajes a la medida de otro,
el primer asalto al vacio y muerte,
resumidos los dos en el titulo de un disco adicto a nosotros "no me quieras tanto, quiereme mejor",

y bueno, como ves tiendo a morder casi todo lo que beso,
soy mal perdedor, peor ganador, padezco de crisis agudas de remordimientos
y no sé lo que quiero
pero a veces
sí he sabido que lo había encontrado.





* pablo moro singing it

miércoles, 5 de marzo de 2008

remember

Salvo creer en las perdidas igual que un empresario suicida adicto a cerrar negocios,
un estupido mago que cree todavía en su sombrero de copa
mientras le roban
por encima de la manga
el conejo, la chistera, la cartera y el as de copas.
Excepto este rollo de borracho barato y torcido
lo único que me queda
son los numeros rojos de los sueños que no me robaste por tu cuenta
y que por mi cuenta
todavía no he perdido.

Traquila, procuro dejarte a salvo de todas mis autocomplacencias.
No sabrás lo mal que lo paso,
las cosas que pienso,
las cosas que hago

Tranquila
que seguiré sonriendo implacable en cada cita,
seguiré, qué remedio, respondiendo cada correspondencia.

aunque te siga de cerca los pasos
y te siga recordando
en todas las noches que se parezcan a esta.

martes, 4 de marzo de 2008

silencio, se rueda.

es que me sale así, de mal y cinismo, todo junto en un pack
de un día cualquiera,
de costillas pa dentro todo es sudor,
y no sé seguir el plan establecido
ni establecer planes,
tengo un sabor a delicia de olvido en la boca,
me lleno de grietas,
soy áspero y en cuanto nadie mira escupo rotos de odio
y restos podridos de caricias
que dejan el olor de mis manos en el ambiente.

es que no sé explicartelo de manera fácil
pero ando hasta el cuello de nudos,
no me sale decirte que sí, que estoy bien desde que nadie me lo pregunta,
joder, si todo se redujera a un polvo con hachís al fondo
vivir sería una cosa de animales dóciles,
de almas primitivas
y de quinielas.

esta cerveza y la que vendrá después (porque después siempre viene otra, siempre vuelve) es de lo poco que tengo y no dudo:
tienes que beberte tus propias lágrimas para que ella lo note en el sabor de tu semen.

dejame llegar hasta el limite ese de anunciar mis propios faroles,
de romperme en trocitos
para después
poder recomponerme en lo que yo quiera, que el mundo esta ahí,
en un escenario que a mí me recuerda a teatro y mentira,
sabes que nunca me gustó el sonido de los aplausos con la jodienda de todo
y que tiro a matar y me tiro a muerte
y que no tengo que simular mis guerras, porque las vivo yo solo
y yo solo me vendo, pal que me quiera.

"al menos no nos hagamos los fuertes..." pero qué quieres
si a reir lo aprendí de la tristeza.

estas cosas pasan y se pasan, y al final
siempre es lo de siempre
salvo que no hay final que valga.

la falta de algo que no es ni alcohol ni sangre me deja tan seco el alma
que parece whisky con coca.

tengo un mar de naufragios donde poder ahogarme sin ti,
y no voy a dejar que me salves, ya me conoces.

cada noche la misma pesadilla: lanzo un beso al aire
y se pone a llover.

beberme mis propias lagrimas...
puede ser,
siempre puede ser, claro, y también puede que no,
suelo estar equivocado en muchas cosas, soy así,
y no tengo que ser feliz a tu manera
ni a ninguna otra,

en mis manos: suciedad de tierra,
polvo de nada,
silencio, se rueda.