Quizá el amor, por muchos violines que le pongan, solo sepa bailar dando palmas.
Y las personas seamos distintas, ilógicamente adyacentes, aproximadamente normales
y todas
todas
dispuestas al juego de la equivocación.
La pasión y sus toboganes entonces sean ese hundirse hacia abajo hasta que
tocas fondo.
O el temor un conciso movimiento de flanqueo
ajustado a los márgenes de la inteligencia.
Por eso ahí va el repiqueteo de tambores preludiando las
8 letras
que siempre logro decir en premoniciones sin munición
que las dejan finalmente en simple intento:
Te quiero.
Es decir, quería decirte.
Eso…
Y que he dejado las páginas de tu diario, sin leerlas,
en el cajón de la mesilla, segunda balda, las llaves ya las tienes en tu cartera,
y si no encuentras una sonrisa del día, así fresca y de buen tiempo,
dame un toque y a ver qué puedo besarte, que a estas alturas del trabajo
uno parece que vuela al ver tu nombre en el móvil, y pienso en la misma calle
numero
y portal que los tuyos, como si fuera fruto de una traviesa coincidencia
al elegir disparates como palabras favoritas de la mano,
anillos que se nos caen de los dedos
rotos -los anillos, claro- de tanto extremar periferias, atentos a la copa de vino
que pongo sobre la mesa, dos corazones,
un 4 de trébol, 11 garfios de picas, ningún oro
y un as de bastos, reina, y eso que yo siempre creí que tenía destino de jota,
tú de guitarra, y quién sabe si quizá también de rock and roll,
es decir, lo mismo pero sin mástil de proa la que dirigirte
en caso de pérdida o extravío,
como te dije en aquella tienda donde compraste tu última minifalda:
las devoluciones sólo se aceptarán los días de luto,
la garantía caducó a los 6 meses,
¿te apetecen galletas y whisky
para mañana
por la mañana…
Iremos a dar un paseo
es viernes
tenemos toda la vida por delante
(menos el pedazo de pastel que tuvimos que comernos antes
para poder sobrevivir)
un sol radiante diciendonos:
Buenos días chicos, estaré con vosotros durante todo el día
y las manías tuyas diarias
haciendome cosquillas
diariamente
en el apéndice de los primeros bostezos,
caray
parece mentira que entre tanto por...quería
yo encontrara las palabras exactas
a las dudas de en medio
joder con los subidones de ánimo
trampolín etcetera
montañas de rusia
cañones colorados de tanto mirarle
tú y tus malditos ojos azules
haciendo trampas
ay!!! me refun-fun-fuñas con un simple pellizco
y dando un salto en la cama
cojines!!! guerra de almohadas
caricias dentales que no mordiscos
sangre fresca envidia sana
y, como decía Batania:
Todo eres cuento de niños...