domingo, 27 de diciembre de 2009

de par en par

canto para no olvidar
T de trapo


en los cuartuchos de madrugada crecen besos que algún día, en algún momento, se darán.

las luces de los flexos bostezan detrás del insonmio de sus dueños,
y en el remite se escriben deseos de poliespan: resistentes a la humedad,
económicos, ligeros
y delicadamente quebradizos.

cuando alguien se pregunta qué queremos es dificil contestarle
sin hablarle de intentos
y de oportunidades,
de alguna vida más
y de algún sueño de menos que todavía nos ronronea la sesera.
Pero luego, en la cara B del folio
donde cifras los momentos que te dan de comer
no quieres ni imaginar cómo sería todo esto
de no ser por las birras y los almanaques, las listas repletas
de cosas que vas a hacer y no harás,
el disfraz pirotecnico de estrella fugaz que te hace quitar el papel de regalo
para escribir en él tonterías.

y el arte, y la poesía, y los pequeños detalles
como un regate a mitad del partido o un control con el pecho
mientras levantas la vista y miras a tus compañeros:
ahí está tu vida, desplegándose, desquiciando cubos de rubik
que terminas por romper mientras tratas de quitarles la pegatina,
luciendo el escorzo polvoriento de los soldados de la duermevela,
los que caminan por atracción a las recaídas
luchando contra el fuera de fuego que trae consigo la rutina y su hielo.

encontré más cosas de las que estaba buscando.
no seré yo quien proteste por ello.

dicho esto, no vamos a poner las sillas para que así nadie se siente,
no vamos a ponernos los zapatos
ni a cubrir con tiritas las heridas que traigan los siguientes viernes:
la única lucha es en carne viva,
el resto, los vendajes, las muletas y los ascensores
solo serán una coma puntual en un parrafo que te dejará sin aire,
el breve punteo del relax serán así los acordes de otros
y nosotros no estaremos nunca de acuerdo, pero estaremos
como está el viento de los páramos en las tardes tranquilas de una infancia
que se revela ante su fecha de caducidad,
no me malinterpretes: peter pan sigue volando en su país de nuncajamás
mientras que yo me agacho a tocar este suelo que todavía nos mantiene en pie,
esta tierra de verdad inverosimil y felicidad volátil capaz de hacernos llorar
con solo un movimiento de caderas,
el milagro brutal de una existencia a la que solo di sentido
tras escuchar la sólida pero suave risa de los niños al otro lado de la ventana,
la infinita imaginación de unas piernas,
el regazo añejo de madres que superan los 60 años
y ahí siguen, en la brecha abierta de cuidarnos las pesadillas cuando no conseguimos dormirnos.

encontré mucho más de lo que estaba buscando.
insisto.
porque lo importante es recordar el camino y sus curvas,
las piedras que lanzaste al vacío vuelven con efecto boomerang
y las señales de humo se confunden con un día de niebla.

la temeridad solo sabe medirse en pasos, y la valentía
es todo eso que aprendes después de haber salido corriendo unas cuantas veces
mientras otros se quedaban luchando.

el cartel publicitario reza: aqui estoy, aquí me tienes,
con el saco de arena en los contrapesos
y este rostro de felicidad sin careta,
alejado del baile de mascaras y de esa línea que no me atrevía a cruzar
y crucé, una tarde de domingo en un bar cerca de atocha.

escribo para no olvidar.
que hay deudas pendientes, y precipicios y gente que va y que viene
con su roce de caricias y miradas
mientras doblas una esquina de tu vida
como si fuera una página que quisieras recordar.

el tiempo sigue, no distingo si hacia alante o hacia atrás,
encontré mucho más de lo que buscaba,
el resto no importa: tengo cerveza, familia, amigos
y una compañera de vida que, de entre todos los ojos de la gente,eligió los míos.

sonrío, me enciendo un piti y me digo:
¿cómo no voy a abrirlos de par en par?

iris azules, pupilas negras

lo precioso de liar triangulos en su vientre
es saber que hay un día a día
detrás de esa línea curva de cristal que separa
la realidad de los decorados,
el momento en el que apagas el piti y ráscandote la cabeza
solo te sale decir: ai va...
y después sonreir como si ser feliz resultara así de fácil,
el gesto imbécil de responder "no sé dónde voy, solo sé que me alejo"
cada vez que ella se va
o mirarte en los bolsillos de los pantalones
buscando la orquilla que le robaste a su pelo, pides un deseo
y soplas, así fue siempre de fácil, así, tal cual,
pero no estaba ella, hubo un tiempo
en el que no estaba ella, hubo un tiempo
mil vida atrás
donde contar las estrellas era cuestión de números
y no de cuentos:
el triste intento de quien sonríe a la honestidad
con la honestidad a lo lejos,
así fuera o dentro, todos hemos tenido alguna vez que gritar
y no lo hemos hecho, la excusa válida del traqueteo del callejón
de la literatura, donde los amantes escriben panfletos
y los odiantes se los recitan,
una feria que tenía de todo menos algodón de fresa
y amor de noria: una vuelta, y otra vuelta, y otra vuelta,
¿estás mareado? decías,
ojalá no deje de estarlo nunca...
atre-versé al otro lado del espejo,
y la poesía por una vez fue sincera: iris azules.
y pupilas negras.

lunes, 14 de diciembre de 2009

pro-vocacion numero 4


ya lo puse alguna vez por aquí, en anteriores ediciones, y hoy vuelvo a insistir porque nunca está de más lanzar botellas con poesías dentro.
empecé pro-vocación el año que llegue a madrid. lo empezamos Javi y yo. acabábamos de salir de la escuela de cine de ponferrada y apenas llevabamos un par de meses en esta ciudad que terminó siendo mi casa. yo era la primera vez que estaba, pero Javi ya había vivido aquí durante muchos años antes. yo le dije que conocía mucha gente que escribía cosas. peña con algo que decir, aunque fuese en paredes de water. le hablé del rincón del poeta y de otras esquinas. de algunos blogs. de guille y de enfant terrible. y un día, fumando hierba en un seat del 84 que iba a un concierto de Sabina en granada, mientras el conducía y yo daba una calada, me lo dijo con su acento de andaluz soñador. -he estado pensando- me dijo (así empezaba siempre, y así sigue empezando aun)-que podíamos hacer una revista-. luego me habló de una vez que lo había intentado muchos años atrás y que no salió adelante. me habló de que aquello que le había contado se podría contar a otra gente, si nos poníamos a juntar letras de aqui y de allá. me habló, creo, de sueños que se había dejado en madrid antes de ir hacia aquel concierto de Sabina. y desde aquella cadala, todo lo que vino después, se puede resumir en dos o en una palabra: pro-vocacion.
el primer número fue un completo desastre de animales primerizos. se nos escurrían las ganas a borbotones en nuestro estado de impaciencia y temeridad. iba a ser el primero, y estábamos nerviosos. pero lo seguimos intentando, que es un poco lo que hemos ido haciendo siempre a cada paso, intentarlo, intentarlo, intentarlo...
luego vino asier al que recibimos como si fuera una niñera que venía a a enseñarnos a criar al niño. y vaya si lo hizo. por el camino llegaron muchos y otros poco se fueron quedando. la cosita fue creciendo en páginas y los líos nos fueron enredando un poco. nos liamos con las hebras de la noche de madrid, con el trabajo para otros, con los examenes, con nuestros propios arrebatos de insolencia.
pero oye, estamos de nuevo aquí. es la revista que edito y es mi lucha en muchos sentidos, mi cuadrado en el tablero de ajedrez. porque durante este tiempo que han sido los últimos 25 años, he creído y dejado de creer en muchas cosas. pero nunca en la poesía. nunca.
el día 18 de diciembre, a las 21:30, se presenta en el bukowski club el cuarto número de la revista pro-vocación. para quien quiera pasarse. aquí os dejo el cartel de sol, por eso del botón de muestra.