miércoles, 16 de febrero de 2011

pasar página

Al principio ella pasó una página
y miró a ver qué escondía la siguiente.
En ella estaba él
escribiendo chistes sin gracia
que la hacían reir.
Se tomaron un café, después una cerveza,
y en el séptimo chupito de la decima calada de la noche
se vieron como lo que realmente eran:
una página en blanco
por escribir
a medias.

Se pusieron el mono de trabajo
se quitaron la ropa
se acariciaron como probándose los rozamientos,
gruñeron un poco como dos gatos asustados
por la altura del edificio
y treparon por él anhelando cazar de una vez
y por todas
la luna.
La puta luna que siempre
acechaba en los sueños mojados de otros
y que nunca coincidían con los suyos.

Se dijeron: si hubo quienes lo lograron
por qué nosotros no vamos
a hacerlo,
se quitaron los miedos
y la toma de tierra
y al tercer día de sudor
y desnudos
se miraron sin prisas pero impacientes
temerosos de que el futuro no contara con ellos
a pesar de que ellos sí lo hacían en el futuro.

Dijeron bueno, dijeron vamos,
dijeron "si la primera es la última, que sea ésta"
y dijeron "te doy una página, escribe lo que tú quieras".

Ella empezó a inundarlo todo de sonrisas a la hora del café,
los mensajes telefónicos los pintó de golosinas
y a las aspirinas
de dolores de cabeza en la cola del paro,
un gesto circustancial de rodilla,
un guiño casual de cepillo de dientes
y un "directamente proporcional" al signo de interrogación
de su espalda arqueada en instantes de guerra.

Convirtió su página en blanco
en página en selva, con lianas
y afrodisiacos en cada esquina
de ella.

Él sacó la lengua para mojarse los labios
se frotó las manos con los polvos mágicos de la poesía
y dio un triple salto mortal sin alas
dejando espesura de tierra
en las circunferencias dibujadas en el aire.
Se rasco la cabeza y dijo "vaya, voy a llenarlo
todo de hierba, voy a hacer de la casa un jardín
porque tienes que vivir rodeada de vida
que es lo que creas
y en lo que creo yo".
Hizo que el vaho de las ventanas
delineara su nombre, el de ella, en todas las lunas
de los coches que estuviesen acelerando
y pisó el fondo de los charcos
para que ella tuviera unos brazos donde poder secarse
los ojos,
le puso seda a la lija de las paredes
y terciopelo a las suelas de los zapatos
hasta que todo
fue suave, incienso y soñado.
Y siguió dibujando
cenefas imposibles en los márgenes de la cama,
asteriscos cariñosos en el cajón de la ropa interior,
una muchedumbre de besos como una afición llenando el estadio
donde hacían el amor.

Uno y otro, así, fueron escribiéndose
mutuamente una página que parecía
no tener por qué tener fin.

Lo que siguió fueron relatos y recuerdos, historietas
que a veces él se inventaba
y otras contaba con un tembleque en la voz
y rasguños en la garganta.
Ella le habló de las niñas de 7 años
que aun hoy se le aparecían en las pesadillas de noche
y del armazón que con esfuerzo diario
había logrado forjar en la cara oculta de su escote.
Los chistes sin gracia continuaron,
las semanas volaron como una minifalda
en una boca de aire,
los secretos fueron haciéndose contratos
y en el marcador los dos dieron la victoria
como de goleada.

No entendieron que el tiempo es el diablo
y nunca descansa.

Así que aquellas lianas
que sujetaban kilómetros de asperezas
y divisiones
empezaron a volverse viejas
y aquella hierba que mojaba sus pies
con el principio de la mañana
inició su muerte de barro
y las flores se marchitaron
quizá de sequía o de tanto regarlas
y la página
que era utopía y mirarse a los ojos
poco a poco
se fue tornando
una página de escombros.

De aquella lanzadera a la luna
solo quedaba un punto de apoyo
para no caerse, pero nadie ya se reía.

Un día ella se despertó por la mañana
y echó un vistazo a los muebles viejos de la habitación
a las paredes roídas de tantos golpes
y al regazo donde había reposado tantos párpados
a la hora del cierre
y le pareció un garito pasado de moda,
un extintor usado,
una pasta de dientes a la que no puedes
apretar mucho más.

Entonces vio
que su página, la que ella le había dejado
para que él escribiera los chistes sin gracia
que la hacían reír
estaba en blanco
y que él estaba durmiendo en lugar de escribir
las siguientes líneas
para que ella pudiera seguir leyendo.
Se hizo un café y miró el libro de su vida por un momento
y pensó para sí
que quizá habría otras historias en la siguiente página,
hizo amago de pasarlas y echo un vistazo
a ver lo que se encontraba.
Sintió vértigo miedo y frío
cuando vio
que tampoco era tan malo,
que había algo después de él
y solo había que hacer un esfuerzo con la mano
para seguir leyendo.

Cuando él se despertó, vio un bolígrafo sin tinta
en la mesita de noche
y no le dio mayor importancia
hasta un rato después, calentando el café en el microondas
se dio cuenta de que ella ya no estaba.
La buscó.
Con más inercia que pasión
la buscó en el reloj parado de la pared,
en la bolsa orgánica de la basura,
en el pozo sin fondo del wáter.
Vio entonces su página llena de un párrafo que tardaría
muchas noches en leer, una nota de despedida
tan larga como las borracheras que le siguieron.

Ella había llegado al final de su página
y no quiso esperarle,
por qué iba a hacerlo
si él solo tenía un bolígrafo sin tinta
y ningún chiste sin gracia, porqué
si solo había colillas, estropajos
y un mechero sin gas ni piedra
que no calentaba,
porqué no iba a pasar una página
y quedarse en la de él
si él no iba a seguir escribiendo.

Así que, como ella, hizo un movimiento de mano
y miró al otro lado
A ver qué tal pinta tenía:
estaba en blanco.

Se arremangó las mangas
y aceptó
que ya nadie iba a escribirle sus páginas.
Solo él.
Hizo balance de todas las perdidas
y rodeado de números rojos
pensó en sus ojos, los de ella,
y lamentó
no haber sabido escribir
más rápido que ella en leer.

Y se puso de pie y al trabajo
porque habría una próxima vez
en alguna otra página en blanco
donde otra ella le dejaría escribir
sus canciones de cuna contra el tiempo
y él debía estar preparado
para ello:
no iba a dejar escapar la luna
sin arañarla
al menos.

Hombrespejos

trabaja en el corte inglés desde hace 15 años,
desde que hace 15 años buscó un trabajo temporal
mientras estudiaba farmacia.

para ir tirando.

tiene 42.
2 hijas
a las que ve cuando su ex se va de casa.
y es el rey del karaoke.

entre cubata y cubata nos cuenta su vida.

ella le pregunta
y yo miro como desde el patio de butacas
de una barra.
apurando el gyntonic.

balanceando mis dudas en el desnivel
de las balanzas con dos copas de más.

temeroso de las personas con probabilidad de espejo.

hace 4 años que empecé
a currar de camarero
mientras estudiaba para el business del cine
o conseguir un trabajo
sin quedarme parado durante.

para ir tirando, vamos.

y la vida que se ha ido pasando
seguirá haciéndolo
sea lo que sea que yo haga.

dentro de nada será mañana
y no podré remediarlo,
solo puedo elegir donde quiero que me pillen
cuando llegue.
pienso.
un hombrespejo.

por eso muchos hijos odian a sus padres, supongo.
por eso los otros les idolatran.

tengo unos 11 años
para demostrarme
que estoy equivocado
o para irme alejando
de un futuro tras una barra.

11 años, y terminar un cubata.

jueves, 10 de febrero de 2011

ultimos puntos de venta

en este último poco más de un año desde que los padres de casimiro parker publicaran el libro de "alas de mar y prosa" he recibido bastantes correos de gente preguntándome dónde poder encontrarlo. yo, que soy un vago o un desastre, les he remitido a la editorial, alegando que ellos era más responsables, serios y guapos que yo. y ellos nunca me han dicho: cabrón, pon los sitios donde se vende en el blog y así la gente no tendrá que ir a preguntarnos. vamos, que les he dado trabajo de más y no me han echao ninguna bronca por ello.
el caso es que parece que la tirada se agota, y solo quedan ejemplares esparcidos por librerías de aquí y de allá. se me ha terminado el chollo, jo, de copiar y pegar el mail de la editorial en cada respuesta que hacía.
así que para finiquitar este camino, y para dejar aquí constancia de los sitios donde pueden adquirirse, marcus e isa me han pasado una lista de los sitios donde puede todavía comprarse, algunos de ellos con venta on line disponible.
estos son:

la clandestina (tineda online) *
tipos infames (madrid)
la tarde libros (madrid)
arrebato (madrid) * http://bit.ly/e15NYp
entrelineas librebar (madrid)
a punto (madrid) * http://bit.ly/fAvJlV
ficciones (madrid)
librería blanco (madrid)
tu rincón del arte (griñon, madrid)
la tramontana (sitges)
librería geli (girona)
el pequeño teatro de los libros (zaragoza)
cervantes (oviedo)
auzolan (pamplona)
semuret (zamora)
librería del burgo (palencia)
librerías artemis (león)
librería ancora (málaga)
la fuga (sevilla)
primado (valencia)
librería subtexto (ciudad real)
un cuarto propio (ciudad real)
librería literanta (mallorca)


* TIENDA ON LINE

añado también en la tienda de informática j-net, en palencia, que lleva mi muy amigo ruiz, un bonachón que guarda algun ejemplar en el expositor, entre discos muy duros y pens drives de última gama.
Muchas gracias a todos por hacerme escribir este mail de "últimas oportunidades", pues significa que el resto se han vendido, y de eso, siempre lo he dicho, se trataba, de que los casimiros no perdieran pasta por mi culpa. me habéis hecho quedar de puta madre. muchisimas gracias.

lunes, 7 de febrero de 2011

el futuro es un alma cargada de poesía

zigzagueo entre el signo de interrogación que la prolongación
de tus piernas
deja en las huellas de aire que se alejan tras de ti.
entre este madrid ovalado y convexo
que se filtra por el ojo de los peces
de los charcos que la dibujan imperfecta.

lejos de ti, como todas las ciudades, ésta también suena triste.
no hay mucho que se pueda decir al respecto, aunque se deba.

por aquí todo sigue de madrugada, con las calles vacías
y princesas en minifalda mascando chicle.

cortado de raíz pero no de tumba, creciendo como los hierbajos
de las eras abandonadas,
saltando de un tiempo a otro
solo en función de la disco de moda de esta noche.

miro la onda expansiva de tus caderas
moverse por cada uno de mis sentimientos
y el parentesis con que rodeas la realidad
que te rodea,
ese círculo inmaterial de circunstancias
que juega a las casualidades
como quien guiña un ojo: partiendo en dos
todo lo que tengas a la vista.

es cierto que está lo otro que no se dice
haciendo de secretismo obviedades
y poniéndoles la tilde
a cada una de mis faltas de ortografía.

te quedas callada, miras al cielo, y todo parece
una continuación de tus ojos.

incluido yo, o mejor dicho: sobretodo.

el universo en ebullición diciendome adiós, llego tarde a clase
o no te quemes en el trabajo.

y tu cuerpo en el ritual de la insinuación por encima de la belleza,
la última mirada en vagones contrarios
y todos esos extraños que de pronto vuelven a aparecer
en mi vida.

el mismo billete, distintos destinos. metáforas urbanas, o qué sé yo.

quizá
que el futuro es un alma cargada de poesía.

Acto de gracias

cuando mi tía pili estaba en la cama un domingo, a 2 días de decirme adiós,
hace de esto de dos años,
le dije al oído
que había una chica en madrid
que me miraba a los ojos y me sentía valiente
y me cogía la mano y podía salir de cualquier fondo
sin pozo,
le dije
que pidiera una prórroga para conocerla,
que la echara un vistazo antes de irse
pero no me hizo caso,
me dijo: cuidala, si es como cuentas
y yo dije: es mejor aun, pili,
y ella dijo: cuidala y sed felices.
solo esperó a que mi hermana regresará de australia al día siguiente
para darla un beso
y escucharla el lunes por la noche
y quedarnos los dos despiertos junto a su cama
el último martes de su vida.
yo no suelo llorar mucho.
a veces me cabreo y doy un puñetazo
para convertir las lágrimas en sangre,
otras me fumo un cigarro
y bebo una birra mirando a unos niños en el parque
o a una pareja
dándose besos en una terraza.
o salgo a correr hasta que la mierda de rodilla
me dice basta, no sigas.
y aun así sigo hasta que me duele tanto que cojeo.
no soy mucho de llorar, salvo en sueños.
durante dos años
pili se me ha aparecido en historias inconexas,
imágenes sin narrativa,
vertederos de mi razón produciendo monstruos
y entre ellos
mi ángela de la guarda.
al principio no me daba cuenta en su transcurso
y simplemente soñaba, hablabamos, volvía al chocolate recién hecho
de infinitas mañanas al desayuno
y sonreia al día siguiente
por haberla podido ver.
pero en los últimos meses
cada noche que vuelve a decirme escandar cuidala
o sed felices
mi mismo inconsciente procesa
que ella ya no está
y que solo es un sueño
que acabará en cuanto despierte
y entonces aprovecho
y la toco su manojo de arrugas
y la miro a su ojo de cristal
y la digo pili si me vieras aquí
pulsando teclas en mitad de un madrid que a veces
es jauría
pero otras, otras es un jardín de oportunidades,
un parque de niños jugando
y parejas dándose besos,
si me vieras aquí
defendiéndome como siempre hecho
o como aprendí, cuidandola como mejor puedo
y siendo feliz, tan feliz
que a veces reviento y no sé a quién decirle gracias
porque son tantas las deudas que tengo
y con tantos
que qué igual darán las palabras
y los juegos literarios,
no hay metáforas para ciertas personas
ni descripciones imposibles
ni artificios con forma de papel para envolver los regalos,
solo actos, actos de gracias
porque todo lo que tengo
y guardo entre el pecho y la espalda
y llevo en este cara aunque me la partan
o me deje los huevos por ello
es lo que me han dado,
lo que me has dado.
hasta la próxima noche que te vea,
ahora, mientras, dejo estas teclas que estoy pulsando
y me voy, sí, soy tan feliz que no me aguanto,
a mirarla
y hacerla reir sin que me vea.
a cuidarla.

martes, 1 de febrero de 2011

comparaciones o diosas

Los yogures de fresa no están tan buenos como tú,
ni las mandarinas tienen tu sonrisa,
ni los magnum doble de caramelo que ya no existen
se echan tanto de menos
como a ti en un solo día.

Es decir: que las bailarinas de la marihuana te envidian
y las hipnosis de las serpientes
toman tu andar de caderas como punto de referencia,
y un chocolate por la mañana
o la tostada de tomate y aceite
no tienen nada que hacer contra uno solo de tus besos.

Sí, todos los deseos te odian
por acaparodora.

Todas las estrellas fugaces andan hartas de escuchar
cada noche tu nombre de buenos días.

Eres famosa
entre las velas de cumpleaños
y los dientes de león
y las pestañas perdidas en las dunas de cualquier mejilla.

Estás en la boca de los sueños de tantos
que todavía, cuando no miras, celebro un gol a la vida
por haberme tocado, tú, que podías elegir destino
y escogiste precisamente el mío.

Vaya potra, dicen mis amigos.

El resto
solo se caga en mi puta madre
o en la tuya, por no poder ponerle carne
sudor
y besos
a sus fantasías.