sábado, 29 de mayo de 2010

Aroma

tienes una hoguera entre la piernas
donde trato de calentarme siempre que puedo,

como un perro olfateando a su presa:

meto el hocico hasta dentro
y aspiro hasta que llegan las taquicardias.

después, paseo por este madrid ya para entonces afrodisiaco
y todo me huele a ti.

y así soy feliz,
metiendo las narices donde las llamas.

en frío, calentándonos

teniendo en cuenta que te has ido esta mañana
y yo había prometido deshacer los papeles, ponerme serio,
incar codos y remedios para las prisas que siempre vienen a última hora.

mirando el móvil de reojo a sabiendas de que ya está fría la cama,
nosotros, que tanto empeño pusimos en calentarla durante toda la noche,
y aun teniendo el matiz presente
de que toda la vida es mucha vida
pero no tanta.

dando por perdidas a las letras porque vienes y con eso me basta,
o no me basta digamos, ya que siempre estoy tratando de que te quites la ropa,
me mires de piernas adentro,
me trates como a un helado de fresa derritiendose en tu boca.

aun estando convencido de esta noche, aun mirando el calendario lleno de X con las que señalo,
valga la redundancia, los días en que vienes a verme.

y teniendo por principio tu regazo sin finales de por medio
mientras me lío un cigarro y me digo: no tengo fuego, ella los tiene todos.

aun hablando de esta improvisación necesaria
de palabras que solo llegan hasta tus pies descalzos, esas salidas de emergencia
para toda la belleza que acumulas.

aceptando que si hay una lucha es tuya, y más que tuya contigo,
y que tenerte a mi lado es un lujo cotidiano que permites permitirme.
y aun restandole importancia a los secretos que guardamos entre las sabanas de anoche
y los bostezos de esta mañana,
aun quitándole el confeti a cada beso y los violines a cada vez que me picas y te ríes.

teniendo en cuenta, sobre todo, que siempre he ido caminando a excepción de algunos trenes,
y que el futuro es un molde con el que debes mancharte de barro
habra que dibujar de osadías los límites de la imaginación,
como una historia de amor entre el sombrerero loco
y la liebre de marzo.

martes, 18 de mayo de 2010

pro-vocación en liberarte, sábado 22 a las 19:00

el 11 de abril del 2008 pro-vocación llegó a alcalá de henares. aquella tarde/noche hicimos un recital comedido pero lleno de belleza en donde participaron (cito de memoria) juan pinilla, gsus bonilla, reyes monje, marcus versus, isabel garcía mellado, guillermo castillo y un servidor. Todo lo había organizado mi hermano y compi de tantas guerras Guille, me había dicho "conozco unos tipos en alcalá, que regenta una librería, que le pega y va con la revista". hizo un cartel precioso que era el dibujo de unos dedos entrecruzados, y creo que lo hizo a medias con su viejo, según me contó después.
el recital fue (está mal que yo lo diga, pero yo qué sé) un éxito aplastante, pusimos además algunos audios de el repli, de xavi y de ester g. camps, e igual de impresionante fue la que organizamos después. empezando por el botellón en una plaza de cuyo nombre ya me gustaría acordarme y terminando en bares de futbolines a las tantas de la mañana.
esa noche, conocí a la mujer de mi vida. así que, entenderán, le debo mucho a los de liberarte.
allí estaremos, 2 años, 1 mes y 11 después, presentando el numero 4 en la que será la 2ª presentación tras aquella primera multitudinaria en el bukowski. el 22 de mayo, próximo sabado, a las 7 de la tarde.
sosperamos.
aquí dejo el cartel hecho por Sol, con cariño, como todo lo que ella hace.
porque en estos 25 años que han sido mi vida he dejado de creer en muchas cosas, pero nunca en la poesía.
eso nunca.

martes, 4 de mayo de 2010

Follamor

te acaricio el flequillo como esos visillos de los balcones
que anuncian un paisaje de montañas y hierbas detrás de ellos,
te miro con impaciencia de sueños mientras alerto a mi cuerpo de que
así desnudos
hay riesgo de combustión espontanea.

quememonos, me digo, con este sudor al borde de la primavera
y este silencio de mirarnos sin tapujos antes de cerrar los ojos
para encontrarnos en el tercer sueño a la izquierda,
callejon sin salida ni ropa, número par al cuadrado, algún poema que me sé de memoria
y te digo al oido.

con las sábanas sucias de nosotros, el despertador no molesta en este momento
y yo te dibujo acrobacias en el pecho
mientras los besos que todavía no te he dado me molestan en la lista de espera de mi boca.

Voy a estropearlo, pienso, pero lo mismo se ríe de mis estropicios
y entonces da igual
porque su risa es un vicio y lo demás sucedáneos.

por eso, me pongo serio y romántico, y con cara de niño bueno
y engatusado (no hay disimulo, te lo advierto)
cambio la letra de la canción
para sentirme más identificado todavía:
cariño,
a veces te follaría
otras en cambio te haría el amor...

ya te vale, me dice, mira que eres brutito,
y luego se ríe pronosticando lo que viene a continuación
y que yo ahora mismo no sé en qué estrofa clasificarlo,
quizá ni en una
ni en otra
si no en algo (indefinible, ilimitado, no transcribible) que es mucho más
y mejor.

quien sabe, nadie contesta

nunca vuelvas a casa si no tienes una buena razón para dormir, el cansancio no cuenta, las fuerzas siempre dan para un paso más del que das por perdido, los sueños valen más si abres los ojos, la pornografía desgasta, sobretodo la imaginación, y el péndulo de rutina en el que decides cortarte no te servirá de nada, las agujas del reloj son esa droga que todos decían "cuidado al probarla, puedes engancharte", y al final la resaca es un bálsamo de cristal innifugo donde piensas que todo vale, aunque sepas que no.

en el cruce casual que separa el sabor del agua que vas beberte de lo que nunca verás por tus propios ojos hay un nido de casualidades y gente que no tienen ni idea, ni malditas las ganas, de esa diferencia arbitraria que dicotomiza tu vida en instantes brillantes y momentos de paso. no pasa nada. a veces serás un sin más con nada a cambio y otras una estrella fugaz que puso un granito de luz a su trozo de espacio.

es siempre el mismo cuento. y por eso hay que saber lidiar con las asperezas, las puestas a punto, los ideales a los que dijiste chao sin siquiera darte cuenta. están los libros que otros dejaron pero es seguro que de quedar algo, si algo al final resulta y queda, no será el papel, ni las letras, y casi diría que ni el lenguaje, ese codigo cotidiano que todos usamos sin fijarnos en el simple milagro que eso supone. cosas simples como decir te quiero y que ella te entienda, sepa a qué te refieres, y te deje en un beso todas las respuestas que cualquier animal, por primario que sea, también se pregunta.

solo es llegar a la cama y pensar que, de no estar tan vacía y fría (esas hermanas gemelas) todo merece un poquito más la pena, por no hablar de las alegrías, ese tibio misterio que se mece en tu risa para decorar el mundo y hacerlo hijo de un hombre bueno, amasando el pan de la tienda de la esquina, calentando pizza en el horno, haciendo el tonto frente al espejo mientras nos lavamos los dientes.

porque si algo sé de mecanica es que un motor necesita caballos, una persona motivos, y la belleza retratos. para poder sostenerse. y poder, paso a paso, caminarnos.