miércoles, 29 de diciembre de 2010

lo nuestro

lo suyo, o lo nuestro mejor, sería que vinieras
con el conjunto interior morado
(ese que solo te tapa lo justo pero innecesario)
a sacarle los colores a palencia
y a mí de mis casillas.
te quitaras el abrigo largo en el hall de la entrada
y preguntaras
dónde está la cama,
el sofá
o la encimera
donde vas a dibujarme, uno a uno,
todos los sueños navideños
que he tenido entre tus piernas.

lo suyo, o lo nuestro mejor dicho, sería
que saliéramos por esta ciudad de provincias
a visitar todos y cada uno de sus bares
y sus baños
sujetando la noche en baldosas con pintadas
y tu falda sonriendole
al signo de exclamación de mis vaqueros.

lo suyo, o lo nuestro digo yo, sería
que dejaramos las apariencias
y los besitos tímidos
cenando en casa con mis padres
mientras inicio el "road to perdition"
por debajo de la mesa
y sonrío,
si ellos supieran lo que hacen sus hijos
o, mejor dicho, las pocas cosas que no hacen.

lo suyo, o lo nuestro rectifico, sería
dejar claro en el ascensor
que el amor
no es un animal que se deba tratar con delicadeza
ni la piel un arma de segunda fila
ni tú seas una puta
ni un yo un cabrón
cuando bajamos la verja
y nos reservamos el derecho de admisión.

lo suyo, o lo tuyo quería decir, es venir hirviendo
a este frío de lista de espera
mientras te digo las guerras
que no he podido vivir sin ti
porque estaba pensando en tus ojos.

ni la pornografía me consuela
ni en ninguna otra parte
hay mareas ardiendo
como las de tu coño.

tendrás que venir, porque tengo
un alma blanca apuntándote
entre las piernas
y con tanto tiempo de estar sin ti
lo reconozco
ya no sé qué cojones hacer con ella.

sábado, 25 de diciembre de 2010

dulce de navidad

afuera hace frío.
siempre lo hace a 300 kilómetros de ti
y más en diciembre, 25 ya, con las luces apagadas
y la casa en silencio escuchando solo el traquetear
de las teclas en una esquina de mi habitación llena de posters,
fotos de cuando los 13 años
y alguna poesía que pegué en la pared
porque ya entonces desconfiaba de mi memoria.

hay luz en los pisos de arriba y de abajo,
puedo verlo por la ventana que da al patio de vecinos,
en las calles algunos colegas estarán pidiendo un gyn
mientras buscan sin darse cuenta el final de un minifalda
que les conduzca al final de la noche.

yo he apostado por verme una de billy wilder
y dejar las ojeras para otro día quizá,
mañana el despertador dirá que son las 09:30
y tendré unas 5 horas de cocina y música con mi hermana:
conchas de vieira gratinadas, sorvette de caqui, pularda asada con cava
y acompañada con chutney de mango,
fumaré dejando el cenicero en la ventana
y calentaré en el micro el desayuno de la abuela: ella no se acuerda de ti,
de mi apenas, pero sonríe como la niña que salta cada día a la comba
en su cabeza.

y sin embargo seguirá faltandome algo
que le quite a toda esta preciosa cotidianidad
el toque amargo de la nostalgia
como un nudo de garganta en noche buena,
seguirá haciendo frío y eso que esto no es el piso de madrid:
hay calefacción en las habitaciones, puedes
ir descalzo por la casa
y no hace falta sudadera para recorrer el pasillo.
aun así, hace un frío que te cagas
e intuyo que tiene que ver con que no estés aquí
diciendome "calienta la cama cariño, porque no pienso dormir con ropa".
300 kilometros de distancia solo dejan el resquicio de las caricias telefónicas,
escuchar el sing star de tu familia de fondo, con tus primos gritando
"feliz navidad escandar"
y tu voz de champagne en la banda sonora
de esta comedia romántica
susurrándome un beso en el desorden circunstancial de la noche.

qué bueno. todo.
excepto tener que cerrar este escrito
a las 3 de la mañana
como un bar sin clientes, echándote de menos
sin ganas de matar, respirando profundamente
al mencionar tu nombre
y desgastando la cuenta atrás de las fechas que nos separan.

quizá es que quiera empezar a compartir contigo hasta la navidad,
lo digo en serio,
y peor aun, te digo más,
me cueste tan poco,
me guste incluso,
reconocerlo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

homenajes canallescos

pues he encontrado un blog donde alguien ha ido copy/pasteando muchas poesías de aquí haciéndolas pasar por suyas. no me molesta en exceso el asunto, y en realidad lo entiendo como un homenaje hacia un servidor, un reconocimiento de lo más profundo precisamente por lo canallesco de él. pero como he visto lectores de dicho blog que en el fondo piensan que lo escribe quien no lo escribe, voy a ponerlo por aquí esta referencia por si alguien, alguna vez, se topa con él y piensa que la cosa es al revés.
nunca creí que tuviera que ensuciar este sitio con algo así, una explicación tan cutre como esta, y menos después de colgar dos poesías ayer. prefiero que nadie se fije mucho en este post, solo digan "vale, tomo nota" y corroborar la autoría (por si quedaba en entredicho debido a esta circunstancia) de todos los textos que aquí subo, muchos de ellos bajo registro además.
un saludo a la peña que lee este blog, y disculpadme las molestias.

el blog en cuestión es este: http://consindromedestendhal.blogspot.com/

edito la entrada: el menda ha cerrado el blog. o a mí al menos no me deja entrar. osea, esperaba hablar con él. que me dijera algo en plan: lo siento tío, solo quería calzarme a cristina, o a maría. y que me contara si lo llegó a conseguir (y me alegro sinceramente si lo conseguiste, de verdad, para eso están entre otras cosas las poesías). ya he dicho que por mí no hay molestia en ello. me gusta que se ponga el nombre del autor porque lo considero un minimo de vergüenza torera, cuestión de principios, eso que tanto escribo y que no debe quedarse (y trato día a día de que no sea así) en palabras sobre papel. incluso si me avisa de ello y me dice "puedo plagiarte porque hay una titi que me hace tilín y quizá así caiga" seguramente le habría dicho, adelante tío, duro con ella. pero ni eso, joder. supongo que no le puedo caer muy mal teniendo en cuenta que me ha estado suplantando. podríamos tomarnos unas cervezas y todo eso. seguro que me ha leído más veces que yo mismo incluso (es muy probable, pues en los ultimos años he dejado de hacer relecturas de mí mismo habitualmente). no esperaba la espantada y creí que podría solucionarse de una manera más cordial.
tronco, si lees esto que parece ser que sí, escribe algo como anónimo aunque sea, explícate, mandame un mail, de verdad que me parece más una chiquillada que algo más grave, y como tal actúo. como he dicho al principio es todo un homenaje, un reconocimiento a que algo he hecho bien entre tantas letras, y me lo he tomado como una selección de las que más te han gustado. la más sincera además, pues no hay no hay disfraz que valga. lo dicho.
debajo de esto están las poesías. perdón por este paréntesis de... no sé de qué, pero paréntesis al fin y al cabo.

martes, 14 de diciembre de 2010

histeria del histrionismo

apuntaron, en algún lugar y algún tiempo,
los nombres, números
y huellas
de quienes podrían saltar algún día
sin entender que debían
pedirles permiso.

pero no dispararon.

ahí empezaron a tener miedo, los de abajo,
a la puntería, de los de arriba.

no porque hubieran visto la sangre
sino porque la habían imaginado.

y aquel temor de horizonte,
aquel miedo irracional de precipicio,
aquel imposible vertigo de salto
fue creciendo
(por dentro
que es por donde crecen los horrores)
hasta ser losa brutal de fábrica,
peso de raíz y llanto
de suelo,
odio al fin y al cabo.

y miedo, muchísimo miedo.

decidieron vivir con ello, los de abajo,
y les dejaron vivir con ellos, los de arriba.

la rutina se hizo presagio
y las suelas de los zapatos
se acostumbraron al sabor del suelo.

poco a poco, aprendieron a vivir esposados,
a proteger sus cárceles como casas,
a defender el lado útil de las cadenas.

y los que más lloraron en un comienzo
fueron los primeros en reir.

con carcajadas que retumbaban como lamentos,
con gritos publicitarios

y esfuerzo, con mucho esfuerzo.

hasta que uno
cansado de aquel dolor sepulcral en el pecho,
decidió mirar al cielo
y sus causas,
cansado del antifaz y la máscara
decidió cortarse el pelo
y clavarse una diana
en el centro

de la nuca,

cansado de estar cansado de tener miedo
miró al abismo
cara a cara
y le dijo: dispara, si tienes huevos.

y el abismo, en lugar de devolverle la mirada,
se refugió en su silencio,
se rió,
y pensó para sí mismo:

"en cuanto me des la espalda".

pánico escénico a la rutina

yo no tengo más luz que este flexo que compré en el lidel, bajo consumo, bombillas de leds,
y la pantalla del ordenata reflejando mis letras, las manos sobre el teclado
y algunos versos tristes como la lluvia en los tejados de euralita
de la casa del pueblo
o las goteras de aquel hostal de mi padre en peñafiel.

podrías haber crecido de otra forma, pero tus tías se habrían muerto igualmente.

el chico soñaba en el ascensor, eran las 8 de la mañana, y el edificio marpa
permitía 11 pisos de mirarse en el espejo borracho,
hablar solo, prometerte ser duro y consecuente, qué tonterías
se hacen a los 18 años, por qué ahora no las volverías a hacer.

las preguntas que más duelen son aquellas en que sabes la respuesta.
vivir como si no supieras es ponerte un preservativo para el último polvo de tu vida
o quitarte algunos años cuando dentro de 20 no quieras sonreir a las visitas.

es el dolor a las 4:00 de la mañana lo que me asusta, el insoportable hecho de muerte
que es apagar un cigarro mientras disecas con una equis
las promesas que te hiciste en valde
y en vano, si es que existe la diferencia, y que me tiemble de escalofríos
el escenario continuo de la calle, pánico escénico a la rutina,
necesitar un bastón de principios hasta llegar al estanco
y pedir un poco de humo, solo chatarra en el monedero,
y algún pañuelo usado en los bolsillos.

es, digamos, como el miedo de los folios a las papeleras.
arrugados sea cual fuera lo que fueron: una receta de cocina donde alguien ponía
"cuece el amor con azúcar, pero no lo reboces en harina"
o un possit amarillo que decía "llegas tarde, todavía", era el destino
o los dados o solo una marca sin registrar de la casa,
a quien le importa si el minutero no se ha parado
y el próximo bus ya es el de ir al trabajo.

llegado a un punto me pregunto por qué debería hablar del pan
si solo me quita el hambre besarla a ella,
tan mal está decir a plena consciencia que hay mil desgracias que me preocupan
pero solo una cuando no está,
tan insensato soy de quererla por encima de todas las cosas,
o solo es cobardía porque sabes, muchacho, que toda esta mierda que sueltas
no pasaría de tenerla un oceano de ruidos más cerca...

martes, 16 de noviembre de 2010

preludio y sms 01:51

en la pared
había marcas de una historia
que tal vez
otros, como tú y un servidor (o como tú jamás)
no quisieron limpiar por aquello de que el veneno
se seca como pintura
pero es mortal si va por dentro, como la profesión
y este silencio de partitura
a punto de partir en mitad y en dos mitades
la noche rota
en el tintero los miedos
se contaban por su propio peso, era eso,
ah, ero eso,
los cromos y la ley del deseo, pintalabios
y quitasombras, un frasco de tu piel numero 5,
caliente como el café, sin suplementos
ni un informe semanal de derrotas, señorita, de parte de aquel caballero,
es un cheque sin fondos, pero puede cobrarse por horas,
al vacío o contrarrembolso, los niños jugaban a ser pequeños
y los grandes apuraban los cigarros
como en los funerales, con un rigor insensato, alto el fuego
y arriba las manos, no me queda otra que registrarte, llevo suelto,
dos cervezas y algun sueño que no me dejaron cumplir, ¿lo intentamos?
apenas tengo trabajo, pero cuando lo tengo soy camarero
en tu barra de labios, qué más te puedo decir
si siempre falta el whisky y sobra hielo, que colecciono dudas en tu regazo
y me despejo como un defensa central de un equipo de aficionados
queriendote en amateur como la mejor poesía del youporn,
en qué estaría pensando sino en ti,
y como escribí hace un momento, sms 01:51:

te haría de todo, nena, menos dejarte dormir.

y lo digo con el corazón en tus dedos.

despertardor con terrón de azucar

no tengo más miedo que el de las sombras con la puesta de sol,
el espéctaculo es un cigarro que se va consumiendo a 2000 caladas por minuto de vida,
la taquicardia marca el paso pero la música es tranquila,
si supieras verme por dentro,
si pudieras
cerrar los ojos conmigo y ver el mismo negro tal vez
como buscandonos entre sueños, tú en la casa del bosque,
yo al otro lado del desierto,
tartamudeando poesías de otros a las que, sin querer o precisamente a próposito
les cambiamos las letras,
les pongo tu nombre,
juego con ellas a los crucigramas y tú te inventas esa risa
precisamente esa
a sabiendas de que incluso aquí o sobretodo aquí,
al otro lado del desierto,
el sonido de tus labios es como un paladar en la lluvia,
un tintineo en las pestañas,
una receta de ideas picantes tras tu rastro de camas desechas,
de tropiezo accidental más allá de los trópicos,
en la línea recta de las metas volantes que presagian tus curvas,
el zig zag de la incertidumbre al moverte bajo la libertad del dictado de los deseos
y mis manos haciendo cuentas en los bolsillos
de cuanto mar tuvo que venir de los oceanos para reposar así en tus ojos
y cuanta tierra de las montañas para acabar así en los míos,
hay que hilar fino tratándose de tu silueta, hay que precisar los bordes con talento difuminado,
revolver millones de garabatos en tu pelo
donde anida la revolución de los pájaros en la cabeza de los soñadores,
esos chicos que miran al cielo con optimismo y al sur con nostalgia
y a la gente...
a la gente la miran por dentro, mientras acarician el gazapo triste de los perros viejos
y no hacen trampas, nunca, porque sino de qué serviría el juego?
me voy a quitar la venda de los ojos y la ropa de espanto
y las cadenas de mi propia tierra firme,
voy a abrir los candados y quemar los anclas
y voy a ir hasta ti, que estás más allá de los océanos,
que escuchas el crepitar de la leña en la casa del bosque,
voy a cruzar todo este desierto para besarte como la primera vez
o como la última, sin guardar fuerzas
ni dejar margen de reserva en el cuenta kilómetros,
desgastado y vivo, sucio y sonriente, un lunes a las 8 de la mañana,
3 días de fiesta contigo y toda tu gente,
todo tiene sentido
y yo
no tengo palabras.

jueves, 4 de noviembre de 2010

gritual

(tiene bastante tiempo ya, pero creo que nunca lo llegué a subir por aquí)

Te tumbarás, es mejor, pero tendrás que doblar la espalda un poco, arquear el cuerpo y levantar la pelvis. Si me dejas, te cogeré por los tobillos y te separaré las piernas hasta que digas basta. Pero aguanta un poco antes de decirlo. Cuanto más aguantes menos podrás aguantar después. Lo demuestran las estadísticas, si esta excusa te convence de algo. Es verdad que es cuestión de belleza. A uno le gusta poder ver bien las joyas de la corona, los trazos a lápiz fino de los retratos, la línea escondida que marca el relieve de las buenas esculturas. Por eso, te pido que me permitas abrirte las piernas hasta donde sea posible, mirarte de cerca y desde abajo, acercarme y llenarme de origen para buscar la dignidad de un final. A ratos abrirás los ojos para mirarme a mí concentrado, y otras los mantendrás cerrados imaginando el detalle de lupa que mis labios pretenden y mis ojos buscan. Con la espalda doblada todo parecerá un interrogante. De ahí partiremos en nuestro camino hacia la exclamación. Hasta el cierre del paréntesis. Recuerda esto, porque mi intención es que cuando acabe -que cuando acabes-, primero te estires hasta el grado convulsión, para después doblarte en un acto de defensa propia, el momento exacto de rozarte apenas los pelos de punta y que sientas todo el peso de mi pornografía sobre cada uno de los poros de tu piel. Lo primero, aun así, será acercarme con instinto de lobo, respirar tan profundamente cerca que sientas mi aire haciendo eslalon por tus labios. Como si fueras una presa, te oleré acariciando con las manos el trazo firme de tus piernas bien abiertas, sujetándote en el temblor y la incertidumbre, balanceándonos en el hilo suelto con abismo al fondo que es tu cuerpo en su inicio de reacciones. No podré evitar sacar la lengua. Lo haré por esa curiosidad irracional que todos los animales tienen al oler la comida y querer probarla. Me contendré, como bien pueda, para no empacharme de ti y sobre todo, para que tú no te acostumbres tan pronto a mi lengua. Tal vez, es posible, que busque un aperitivo de ingles y piernas, de sudor inicial, de rodeo circular sin tocar todavía la esfera central, el núcleo de algo que va más allá de tu cuerpo. Me gusta disfrutar del arte. Y hay cosas que requieren su tiempo. No tener prisa. Promover las ganas. Puede que pruebe a moverte, a levantarte las piernas hasta donde eso sea posible. Juntaremos las palmas de tus pies con las de mis manos, y haremos corriente eléctrica aleatoria mientras cubres el espacio como una burbuja bailando en el aire, contrayendo y estirando su forma, anidando el placer de la transparencia en cada uno de tus movimientos. Abriré la boca para ir comprobando el campo de ataque, las posibilidades que tengo, la táctica antes de empezar la guerra. Te soltaré las piernas y mis manos serán la base para tus muslos, desde abajo iré cerrando este preludio para que empiece la melodía. A partir de ese momento, mi lengua no volverá a estar quieta hasta que tú seas la que tenga que pararme. Iré primero por partes, por las tuyas, iniciando este proceso por donde otros llaman a lo prohibido. Es a eso a lo que hemos venido, ¿no?, a desquitarnos de los prejuicios y las vergüenzas, a dejarnos llevar por el instinto. Meteré la lengua donde no la llamen, y donde la llamen también. Cuando veamos, subiré y hasta el próximo paso y emprenderé acciones ilegales con mi saliva y tus jugos. Si salgo de ti, es porque me gusta volver a entrar indefinidas veces. A ratos rítmicos y a otros desorganizados, haré de mi lengua serpiente y de tus piernas castillo y de tus puntos débiles atalayas donde bailen todos los juegos recreativos. En el vértice de la contienda, buscaré la punta de lanza de todos mis desenlaces, la primera marcha de tus espasmos, el paso al frente de algo que los poetas y los borrachos llamaron en su día éxtasis. Llegará un momento en el que ni tú ni yo podremos controlarnos, en el que todo empezaré a empañarse, empezando por nuestros ojos, siguiendo por las mejillas, la barbilla, manos y todos los extremos y extremidades que se te ocurran. Nos empaparemos de algo tan suave que todo será un desliz puesto a punto, un resbalón de caricias, un continuo patinaje entre dos cuerpos en su grado de ebullición. Con la tormenta y mojados, llegará algo muy parecido a la explosión, la exclamación de la que te hablaba al principio, te estirarás o pegarás un grito o tal vez, quién sabe, solo te muerdas los labios. Hagas lo que hagas, no podrás evitarlo, así que tampoco trates de hacerlo. Ya te dije que aquí estábamos para eso. Para explotar y no tener que limpiar la sangre. Puedes cogerme con las piernas el cuello. Puedes, por supuesto, insultarme. Puedes hacer lo que te dé la gana. Será el único momento de tu vida en el que todo, absolutamente todo, esté permitido. Te lo juro. Cuando “el momento sin tiempo” se pase, después, cerrarás la disyunción, te contraerás como defensa de insecto, puede que te sientas pequeña, puede que no, y me dirás un exhausto “para ya” que yo apenas oiré entre los restos del ruido y la furia que todavía esté saboreando. Sonreirás con ese gesto cansado y feliz de quien ha sido libre al menos por un instante. Tu rostro de estrella fugaz. De arquitectura impensable pero no imposible. Rostro de tinta y silueta en un cuerpo fuera de los límites de la ley de la gravedad. Cuando me mires, me verás respirar desde allá abajo, sin capacidad para parpadear, asombrado de que sea posible mirar tan de cerca el mundo de lo no-humano. El mundo de lo no-material. Y sin dejar de sonreír, moviendo el abanico de las posibilidades infinitas, dándome aire, me dirás: “sube aquí arriba, hay un millón de sueños que voy a enseñarte”.

martes, 2 de noviembre de 2010

ovejas esquildadas que temblaban de frío

creo que nunca he hecho publi de un evento de otros. No por nada, simplemente no lo he visto necesario. Pero para todo hay y debe haber una primera vez. La cita lo requiere. Gsus Bonilla. En las navidades de hace casi dos años, creo (quizá no...), me mandó un poemario ahí bien maquetaíto en PDF que se llamaba "ovejas esquildadas que temblaban de frío". Cuando lo leí, del tirón por supuesto, le mandé un mail que buscándolo data, efectivamente, del 29-12-2008, decía esto:

creo que voy a acercarme a la libreria mas cercana a, a la espera de
que salga tu libro, a comprarme el de pinocho. tienes algo grande entre
las manos. no son poesías lanzadas al azar, sabes de lo que hablas, y
sobre todo sabes de lo que quieres hablar. he
leído heridas y muchas
grietas, estructurado con esa forma de poesía contemporánea que tipos
de la altura de carlos o david le dan. creo que has trabajado el barro
como los antiguos alfareros, pringandote las manos hasta la barbilla.
ovejas esquildadas eh? moradores, abuelas, criadas, niños de
posguerra. insisto: tienes las cosas tan claras que solo puedo
entenderte. "un sol" me ha dejado noqueado. nunca había visto tanta
sutileza, tanta insinuacion, tanta delicadeza, para hablar de algo tan
duro. joder. me dan ganas de hacer un video a partir de esa poesía. es
pura narrativa, en serio. te deslizas a traves de 30 paginas (que
serán 60 impresas, supongo) con una suavidad y seriedad que
impresiona, en serio amigo. justo y medido, tan pulido que no raspa
por ningun lado. he decir que pienso que eres un escritor más de
finales que de principios, y como aprendí cuando estudié guión:
si
pillas al espectador por los huevos en el climax nadie se acordará del
principio de la peli (rectifico 2 años después: si pillas al espectador por los huevos en el climax todo lo anterior habrá cumplido su cometido). ya hablaremos largo y tendido, lo del sol
seguirá en mi cabeza. un abrazo tío.

No me compré pinocho. mentí, o no cumplí lo dicho. pero ahora sí que lo haré. no hice el video tampoco, pero me he refrescado la memoria y los porqués. ahora iré a librería y compraré, ya era hora cojones, esa obra maestra que ha hibernado casi dos inviernos. un delito, sin duda. y yo callándomelo todo este tiempo, a la espera de que dieras el pistoletazo.
para los que no nos conozcan, me permito el lujo de decir que Gsus y yo comenzamos un camino a medias en esa fábrica de escritores que es el rincón del poeta del foro de extremoduro. allí le dábamos caña diaria a la poesía. metiendo castañazos en cada escrito, hasta que f
uimos afinando puntería, mejorando disparos, encontrandonos, sí, esa es la palabra. una noche quedamos en el bukowski, al que ya había adoptado como segundo hogar y también como segunda fase de mi educación, para un recital homenaje a panero. no nos conocíamos, y él se sento en un taburete junto a la puerta de entrada (en el bukowski solo sabes que entras por esa puerta, pero nunca estás seguro de si has salido por allí). al final del recital me dijo: tú eres tayler? y yo: tú gsus!!!! Desde entonces han sido nosecuantosmil recitales a medias, 3 beber para contarlo, pro-vocación, es hora de... al otro lado del espejo... él me maquetó y me hizo la portada del alas de mar y prosa, y ahora le tengo dándole vueltas a un nuevo libro en el que le estoy liando y a un tatuaje que llevará su firma en mi brazo. como veis en el cartel, estará también carlos salem, mi otro hermano mayor, mi otro padrino, los dos matones que me han protegido dando la cara y caricias, siempre. y eso es algo que llevo a fuego en la mirada cada vez que me preguntan cómo puedo soñar tan alto: así me enseñaron, así aprendí. con ellos.
a veces le llamo amigo, pero es mi hermano. y es uno d
e las grandes escritores de principio de siglo. así que nada de enhorabuenas, sino más bien ya era hora.
por justicia. y dando un puñateza en la mesa.
ya era hora, joder.
El 10 de noviembre, en el café buena vida, a las 20:00.


jueves, 14 de octubre de 2010

and go on

Quizá el amor, por muchos violines que le pongan, solo sepa bailar dando palmas.
Y las personas seamos distintas, ilógicamente adyacentes, aproximadamente normales
y todas
todas
dispuestas al juego de la equivocación.
La pasión y sus toboganes entonces sean ese hundirse hacia abajo hasta que
tocas fondo.
O el temor un conciso movimiento de flanqueo
ajustado a los márgenes de la inteligencia.
Por eso ahí va el repiqueteo de tambores preludiando las
8 letras
que siempre logro decir en premoniciones sin munición
que las dejan finalmente en simple intento:
Te quiero.
Es decir, quería decirte.
Eso…









Y que he dejado las páginas de tu diario, sin leerlas,
en el cajón de la mesilla, segunda balda, las llaves ya las tienes en tu cartera,
y si no encuentras una sonrisa del día, así fresca y de buen tiempo,
dame un toque y a ver qué puedo besarte, que a estas alturas del trabajo
uno parece que vuela al ver tu nombre en el móvil, y pienso en la misma calle
numero
y portal que los tuyos, como si fuera fruto de una traviesa coincidencia
al elegir disparates como palabras favoritas de la mano,
anillos que se nos caen de los dedos
rotos -los anillos, claro- de tanto extremar periferias, atentos a la copa de vino
que pongo sobre la mesa, dos corazones,
un 4 de trébol, 11 garfios de picas, ningún oro
y un as de bastos, reina, y eso que yo siempre creí que tenía destino de jota,
tú de guitarra, y quién sabe si quizá también de rock and roll,
es decir, lo mismo pero sin mástil de proa la que dirigirte
en caso de pérdida o extravío,
como te dije en aquella tienda donde compraste tu última minifalda:
las devoluciones sólo se aceptarán los días de luto,
la garantía caducó a los 6 meses,
¿te apetecen galletas y whisky
para mañana
por la mañana…










Iremos a dar un paseo
es viernes
tenemos toda la vida por delante
(menos el pedazo de pastel que tuvimos que comernos antes
para poder sobrevivir)
un sol radiante diciendonos:
Buenos días chicos, estaré con vosotros durante todo el día
y las manías tuyas diarias
haciendome cosquillas
diariamente
en el apéndice de los primeros bostezos,
caray
parece mentira que entre tanto
por...quería
yo encontrara las palabras exactas
a las dudas de en medio
joder con los subidones de ánimo
trampolín etcetera
montañas de rusia
cañones colorados de tanto mirarle
tú y tus malditos ojos azules
haciendo trampas
ay!!! me refun-fun-fuñas con un simple pellizco
y dando un salto en la cama
cojines!!! guerra de almohadas
caricias dentales que no mordiscos
sangre fresca envidia sana
y, como decía Batania:
Todo eres cuento de niños...

el silencio se teje en ovillos de palabras huecas

hay personas
que cuando no tienen nada que decir
lo llenan todo de palabras
buscando entre ellas que salga algo.

a la espera de que salte la idea.

otros, aun así, se quedan callados.

todavía no sé lo que hago en esto de las letras.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

estrellas negras

aspiré del manojo de migas de pan que traías a la parte de atrás del baile
masticando el carmín de tus labios
no me sigas, quizá, pero si vas a hacerlo no mires atrás
porque el futuro al que vamos está un horizonte de pasos
por delante
y la fatiga era grande pero más grande era el aire que movías al respirar,
ya no habrá musica en el cajón de las buenas soledades?
preguntaste en un además sin arrepentimiento.
las habrá, pero no iguales.
las habrá.
como las gotas en los cristales que bajaban con la impaciencia de una cremallera,
y en el gris, el cielo disparaba sin apuntar
y me decías: por qué será
que siempre llueve cuando más te quiero.
por qué será.
que tiramos las caladas de los últimos cigarros
y mojados fuimos a buscar sudarios en los ceniceros, trozos de alma esfumados
les solíamos llamar,
quién llamará a tu puerta si afuera no quedan pisadas
que rastreen el olvido brutal de los que se marcharon en silencio
pero sin bajar la mirada,
pero.
Sin rechistar, se pusieron el sombrero y en el cuento no había final
para los pasajeros, era eso lo que buscabas
acaso o es que no había profesión por dentro
sino miedo caminando desde arriba hacia abajo?
La gravedad, claro,
la gravedad.
Era eso. En el sucio polvorín de la honestidad
no encontramos la palabra que veníamos buscando
y de tantos “fin” no alcanzados siempre quedaba un “continuará”
tras la persiana cerrada o las ruinas de aquel verano,
algunos ladrones buenos, sí, pero todos los polis malos
y las avispas mientras olfateando
mientras
el café era tan amargo, y la cerveza, y aquel enjuague bucal
que quitaba las asperezas y limpiaba los tacos, mentían,
nos quedará Madrid, decías, si te quedas a mi lado.
Y si no es así? A esta guerra ya he luchado
y la perdí, dame fichas, sí,
dame fichas
y cartas escritas donde nadie leía que el mundo
estaba lleno de atajos y montones
De callejones sin salida.
Te has parado?
A dónde?
Te quedaste en blanco y a mí me entró la envidia
pero no podía, no,
no podía descansar y estaba cansado
así que dejé de andar,
dejamos,
y cogimos aquella silla para sentarnos
y me quitaste el sombrero,
yo te solté las manos, te quiero, dije al cerrar los parpados,
te quiero, te oí decir sonriendo ya con los ojos cerrados.
Si la vida es un sueño, la muerte entonces de que trata…
era el descanso fugaz de la estrella que aburrida de brillar, echa de menos el negro
y se apaga.

fun theory

todo es camino de ida
Carlos salem



en la sal teníamos heridas que sangraban cuando les venía en gana
y todos decían que eran arena de playa aquellas montañas que escalaban las hormigas
pero el lodo nos llegaba por el cuello
y la risa era tan contagiosa que muchos creyeron que no tendría vacuna
y estaban seguro en lo cierto
auspiciados por la pasta de los dientes, se pusieron a escribir
en los billetes de 50 que otros mojaban en agua de water sin tirar después de la cadena.

en el fango, los demás, seguimos haciendo las cabriolas que habíamos visto
en las series de tv hace quizá demasiados años.
no había paredes donde registrar las huellas y los ladrillos
no eran de esa madera que permitía flotar a las casas, pero quién sabe
si fue por relámpagos o por cosquillas en el estomago
que a golpes y cañonazos decidimos apostar por el amor
a caballo fijo, perdiésemos lo que perdiésemos.

algunas veces se rieron de nuestros ojos por tímidos, por ñoños
o simplemente por tristes, en otras se cabrearon
por nuestra insistencia en creer en el hombre y peor aun
en cada una de las personas que formaban la especie, y hubo también
que aguantar el ruido de los martillos golpearnos el corazón, a nosotros
que ni siquiera teníamos coraza.

si algo vivía era nuestra carne, y si algo latía era por ansia.
los ideales, aquellos viejos tronos de los libros de héroes e historias, se mudaron
hasta nuestros hogares, y el cartero nos sellaba las postales
con cara de asombro y esperanza.
"si nunca se pierde, llegará a alguna parte".

no era fácil, pero era divertido. y con eso nos valía madre
el seguir vivos aunque fuese despellejados,
jodidos,
radiantes,
y quizá cegados por un destino en el que no creímos
pero sí creamos
lanzamos las poesías por el desagüe
seguros de que llegarían al mar.

y alguien, al otro lado, las recogería.

haría con ellas su trocito de utopía por construir.

y contagiado, miraría borrarse las huellas de la arena
como quien mira arder un billete de vuelta en las chimeneas del futuro.

porque volver quema, o porque todo es ir.

andamios y lodos

detrás estaba el andamio, con sus ladrillos
de olvido por construir, sus miedos alicatados y el barniz de nostalgia
que tanto brillaba a la luz del sol.

deslumbraba, como tu risa.
pero ya no.

era yo el que se quitaba la mascara cuando el viejo de la acordeón
aullaba a la minifalda de las ovejas
y recogías del campo las flores que apostaban al sí o al no
lanzando al aire naipes a las que había corrido el remite.

era cuando la hojarasca le quitaba el moño a la primavera
y la engañaba con una botella de don perignon, poesía y 4 velas
para llevarsela hasta la cama.

desnuda como tus rodillas al entrar por las escaleras en el agua.

y el afilador en la calle anunciaba puñales en oferta.

todas las heridas que te hicieron fueron en la espalda, miratelo,
que el andamio que cruzaste aun suaviza sus alambradas
mientras acecha como los cocodrilos en tus pesadillas.

es cierto, de aquellos lodos este gracias a tantos de nada.
no soy el ogro feroz que me creí cuando jugabamos a que te asustaba,
tú en cambio sí esa hada que usaba de consolador
su varita antimagia.

más madera

me he sentado en el marco del cuadro a ver pasar las pinturas
y he contado una por una las pinceladas de este pollok
que poco a poco va tomando forma
como quien toma una birra en una terraza del centro
en pleno verano,
me he sentado a disfrutar de las dudas
en un gran trago amargo que me quita la sed
y a los miedos les he visto jugando
en el parqué de la habitación, cabizbajos esta vez
al verme crecer sin poder hacerme daño.

sol se quitaba la ropa y el haz de luz era imperativo,
los detalles, gigantes,
y las ganas, obligatorias.
Subía las persianas en un parpadeo,
me hacía cosquillas al sonreir
y el jaleo se apoderaba de mí cuando ocurrían las otras cosas
que no puedo decir
porque hay mayores delante.

La puta de rosa nos llamaba preciosos al pasar y besarnos
y el maestro de cocina en la boquería impartía clases de fútbol
antes de terminar con cada plato.

dani me dijo: esto es así, como en todos en sitios, con sus muy buenos
y sus muy malos. tu me tienes a mí, y ellos se atienen a sus consecuencias.
y me canto varias de nacho vegas, para que yo recordara.

y ella me agarra del brazo como si fuera a escapar a un lugar donde no estuviera ella.
como si yo pudiera o quisiera. que da igual
pues si querer es poder
no poder es quererla.
dar un paseo entre las calles del raval con los moros ofeciendonos cerveza
hachís
y coca
y decir que no a todas, menos a la primera,
respirar la humedad y quitarnos la arena del reloj a las muy tarde
en la pensión de noche, haciendo zapping en un sueño sostenido
o una caricia bemol.

esperarte o morir. era cuestión de arrugas alisar las ideas.
ver madura la fruta y morder con todas tus fuerzas
hasta que no queden ni semillas ni dientes
y por dentro te crezca el gusano de quien nunca se podrá pudrir
si mantiene el vivir como factor sorpresa.

los miedos siguen jugando, y yo bailo entre letras estos tantos
de tan buenos ratos
y mirando al motor rugir
ya no pido nada a cambio que no sea
más madera, más madera, más madera...

lunes, 30 de agosto de 2010

Huevos y castañas

Violeta Castaño, hace ya tiempo, me pidió una poesía de temática cerrada para una sección de la revista Es hora de embriagarse... la sección consistía en dos autores más o menos distintos escribiendo sobre el mismo tema. y el tema era "huevos y castañas". y esto fue lo que escribí, y que puede leerse entre las páginas del numero 6 de la (imprescindible) revista Es hora de embriagarse, con poesía (http://conpoesia.files.wordpress.com/2010/07/es-hora-de-embriagarse-n6_web1.pdf)


¿Cómo se sacan las castañas del fuego?
A los 17 mi madre vio que me iba de casa,
así que un día me cogió por banda
y me enseñó a freír un huevo.
Yo apenas había vivido más allá de las 3 calles de Palencia,
tenía un caudal de sueños por achicar
y un semáforo en rojo en la cuenta atrás de ponerse en verde.
Acababa de amanecer un nuevo siglo,
la gente de clase hacía pellas repartiendo cartas de universidad
y la castañera de la calle mayor
mientras
seguía dándole vueltas al frío.
Preocupada, intuyo, por el qué iba a comer y cómo,
mi madre
me enseñó a cocer pasta
cortar lechuga
y picar ajo para darle sabor al cerdo.
Y una tarde, como ya he dicho,
me cogió por banda
y me enseñó a freír un huevo.
Yo estaba en segundo de bachillerato
y lo único que me preocupaba
(no he cambiado tanto)
eran las chicas, el cine y la poesía
y en ese desorden
coleccionaba pósters pensando en cómo sería mi vida.
Pero mi madre,
tímida, preocupada y repleta de ternura,
insistía:
llenaba una sartén de aceite,
lo calentaba
y con los ojos me decía: aunque te quemes, tienes que ser fuerte.
Así aprendí a romper la cáscara,
a poner dos huevos sobre la mesa
y a sobrevivir en este mundo de mierda
que tanto me gusta tantas veces.
Cuando alguien me pregunta
¿cómo se sacan las castañas de fuego?
respondo
lo que aprendí viendo en las manos quemadas de mi madre:
quemándote
para que así otros,
los tuyos,
no se quemen.

pequeño reproche de circunstancias y pasatiempos

no faltaré a mi cita con tu ausencia,
seré puntual como siempre que no estás
a este vacío de labios en los que posar mis grietas
secas de 15 cigarros por noche.

se me hará muy tarde cuando quiera recostarme en las medidas
no cuantificables de esta pornografía desgastada
que te tantea aun a sabiendas de que no has venido.

seré obstinadamente estricto en el ritual de no acariciarte,
y tecla a tecla
trazaré este pequeño reproche de circunstancias y pasatiempos
para imaginarte por pliegues de piel izando velas
a la vez que señalas todas las carreteras
y me guiñas un ojo.

así, quedaré conmigo mismo para la caza y captura
de la única presa que puede hacerme sentir libre:
una chica como tú a estas horas
y con tan poquita ropa...

dame un pellizco, pero no dejes de besarme

y dejame que saboree dormido, aun sin ti, mientras haces
todo eso que me haces.

soy tan de carne que sigo lanzando piedras
cada vez que se me ocurre un pecado
que regalarte.

en una hoguera de papel ropa y sábanas.

para que no haya donde esconderse
cuando juguemos a las vergüenzas.

miércoles, 18 de agosto de 2010

sms 06:02

a veces, tantas, me duermo
y el cansancio no llega hasta alli,
solo las ganas, así en plural,
y juego a que el mundo
es un patio de recreo lleno de niños buscando una pelota
a la que dar patadas.
no hace falta mucho más.
y apareces con tu gesto de adivinadanza
a llevarte mis fantasmas con solo un beso.
Entonces me corro.
A veces.
Tantas.

whatever

en el lado subterraneo del arcen crepitan las palmas de los transeuntes
y el lodo persigue las utopias llegando tarde
como siempre
en mitad de la prisa y el tumulto,
el silencio es humedo, la presión espontanea
y todo tiende a un vacío de sospecha que suena a reproche.

me hago ruido de ceniza en un lado del cenicero
y miro una a una las colillas
buscando su esquina de a 20 la mamada,
la mecha de gasolina llega hasta unas faldas
de gris algodón que te engañan solo con mirar a otro lado
y en los pedazos que quedan
es la muerte del corredor
la que lamenta este cansancio de piernas.

el pánico no llega a salirse del vaso,
la espuma no tiene ni dos dedos de frente
y el sopor de aguantar cabizbajo tanta circunstancia mal entendida
me replantea el hormigueo de estómago
aunque solo sea por un rato.

tirito de heridas abiertas
ante el temor de un nuevo huracán de despedida
pero la vida tuerce su gesto de carambola
y me tacha de potras los aciertos
y de cursis mis intentos de balada.

nadie puso a tender las banderas blancas
y ahora todos se jactan de los tambores de guerra
pero tiemblan como niños asustados
ante la insoportable levedad de las balas.

qué queremos, qué buscamos.

si no es por la dinamita del día a día que con sangre fría
aguantamos
o por la olla presión de tanto rojo de ojos
encolerizados
será por el calor de cuerpos desnudos
sudando.

sea como sea
y no como nosotros queramos
la marea de gente ausente de palabras sobre la mesa
terminará explotando.

y entonces dirán: salvense quien pueda.

y ojalá nadie se quede a salvo.

despiste de sol

intuyo que en tu cabeza de lado hierven los sueños de frente,
burbujean con pequeñas explosiones como relámpagos que puncean en el aire
y no se baten en retirada,
y es al trasluz de la persiana a medio subir
por donde empieza esta mañana de rastro y arrastres,
tan delicada como el hueso piramidal de tus tobillos
en posición de puntillas
buscando el colacao en la segunda balda de la cocina
porque te has obcecado en hacernos hoy el desayuno.

me da que por una vez en toda la noche, aunque sea dentro de ese inconsciente sonambular,
me darás un beso al fin para decirme que en verdad no estas tan cabreada
pero es que no aguantas el relinchar de limosna con el que a veces
crees que te animo.

no me gusta verte enfadada.
quiza porque el mundo es más triste así
o tal vez solo me parece a mí, pero con eso me basta.

pero en la testarudez de entrada que los dos ponemos como adelanto
hay algo que me obliga a ronronearte de madrugada
porque todos los pardos son gatos
y tu eres la única gata
con la que nunca jamás he tenido un gatillazo:
afilar el arma blanca y hundirme dentro de ti
y al apretar el gatillo un "vamos, cariño, dispara".

y eso hago: cuerpo de nota musical con rastas,
risa de selva,
ojitos de agua brava en azul destiño
con terquedad de principios sin príncipe
y obstinación de guerrillera encausada poniéndole guirnaldas
a la libertad
de amar a quien uno ama, aunque suene a regazo,
o quizá por eso,
aunque sea solo un grano en mitad de una montaña
que aun tenemos que crear y en ello estamos,
en el día a día de este burro rebuznando por quererte un día más
a modo de silueta universal de medida, el qué dirán a un lado
y nosotros en el otro así tan solo besándonos
al modo de los novicios, de los aprendices, de los parbularios,
manchados de tiza, tomate y sinergia
mientras este domingo despierta
y tu, es posible, seguirás enfadada
y yo, que no valgo para actor fetiche, jugando al despiste
a ver si te lío
y de nuevo consigo aliarme al fin en tus labios.

jueves, 22 de julio de 2010

el motor de cada día de guerra

tengo el motor funcionando en algun lugar de la universidad de Alcalá de Henares,
estará con el run run de alguna canción que la saque de los libros de biología,
alguien que la vea al pasar dirá "vaya chica, con ella no pueden ir los problemas"
y es mentira, pueden ir y a veces van, pero dan un poco lo mismo si la tienes cerca,
pasada la una, intuyo, se le moja de cerveza el corazón
y saca su sonrisa excepcional y no porque sea excepción que sonría
sino porque pueda parecer cada vez como la primera,
genuina e ingenua, alejada tanto de la maldad
de la rutina
del enseñar dientes por enseñar
que a cualquiera se le suben nubes que revolotean
en el pensamiento,
se le hacen chispas de aceleración particular en las palabras,
los dedos tiemblan como conteniendose las ganas de tocar
y en la lengua el siseo es un rechinar de dientes
muy cercano a la felicidad contenida,
luego, de su maleta porta equipajes, entre los apuntes de microalgo
y la agenda donde apunta todas sus citas menos las nuestras
-faltaría más, me dice-
sacará unos macarrones helados que se calentaran con su tacto solo
-como nos pasa a todos, por otro lado-
y ella no lo sabrá, porque la gusta el ritual de hacer cola en el microondas.
en algun momento
me llamará cabreada con el mundo porque no la deja en paz,
porque está harta de examenes trabajos y prácticas
y yo me la imagino poniendo morritos como una mima pidiendo mimos,
me gustaría que mi motor entonces estuviera al alcance de mis labios,
cojerla de las manos y decirla "venga ya" con un cariñoso azote en el culo,
que dijera "jo, no me haces caso"
y yo pensando
"te tiraría en el cesped aquí mismo para decirte al oído
toda la vida no va a ser suficiente contigo
para decirla
te llevaría todo el camino en brazos
pero tienes un culo demasiado bonito y sería un desperdicio
no mirarte caminar
para decirte
costará trabajo días y algunos malos ratos, pero recuerda
que el eslogan es "prohibido venirse abajo" a menos que nos pille follando,
para decirla
hija mía estás más buena que el pan, pero que el pan rico
con nocilla y eres más bonita que un menú degustación
de lujuria y delicias,
para decirla
de rodillas y con un chaskis apuntando hacia su dedo
cánsate conmigo, mi vida, pero no de mí,
y prometo hacerte reir
y sudar
hasta que el tiempo diga la última palabra
y no por eso tenga razón
ni mucho menos vayamos a darsela".
pensando en eso, mientras ella se cabrea porque no la dejan beber la cerveza a gusto
y yo tampoco lo entiendo,
hay personas que debieran estar protegidas
por la ley de preservación y defensa del patrimonio
de belleza,
pero en este mundo de mierda
la poesía tiene que jugar al ataque
como ella hace, cada día,
con su gesto de luz al despertarse.
luego se irá
A pasitos delicados como dedicatorias,
dejará sus diminutas huellas sobre la tierra privilegiada que la vio andar
y cogerá el tren de las algo y media
y todos los que la vean
diran
"buf,
ha merecido la pena
resistir un día más"

lunes, 28 de junio de 2010

una, grande y libre

el olvido está lleno de memoria
M. Benedetti.

Humillados y ofendidos
Fiodor Dostoievski.

A Gsus Bonilla, por aquellos niños que jugaban con el aro de metal de un barril de tocino



Ellos decían
Una
Grande
y Libre
y de esa premisa deducían su máxima,
de esos mínimos extraían su no razón de ser algo más
que simples mercaderes de petróleo.
En sus banderas el rojo desempataba en el minuto 18
de un mes que debía haber sido cualquiera
pero nunca lo fue,
y la victoria que en principio era de vergüenza
se celebró como de goleada.
En la tierra de nadie se fijaron nombres
y en las cosechas
los alimentos se vendían en cartillas como colas del paro,
el pelotón fusilaba y no solo las palabras,
también la vida
y después la memoria de personas que fumaron el último piti
el de la derrota
a sabiendas de que nada volvería a saber ni siquiera parecido.
Ellos decían
Una
Grande
y Libre
y en el corsé iba la libertad dentro,
en los actas se apostaba sin mirar atrás
y en las casas se empezaron a comer las sopas de ajo
bajo un silencio que daba más miedo que la propia muerte.
Después impusieron
obligaron
no dejaron margen de duda
ni títere con cabeza.
Hicieron sus propios mandamientos,
redactaron testamentos de otros, pintaron carteles publicitarios.
Lo vendieron esperando que el olvido no se volviera a llenar de memoria.
Así, hubo quienes se disfrazaron como sus vecinos,
hubo quien aprendió a callar y jamás se atrevió a volver a levantar la voz,
hubo gente que amasó el pan con tanta rabia
contenida
asimilada
que cualquier miga le parecía un insulto.
Cuando llego el final de la guerra
40 años después de que solo los muertos la conocieran
ellos decían
todavía
Una
Grande
y Libre
pero la gente, para entonces, prefería pasar página
a callarles la boca.
Y entonces sí el olvido se llenó de memoria, Mario,
entonces sí, Fiodor, fueron ofendidos y humillados,
entonces sí que perdieron lo único que no les habían quitado: la razón.
Pasaron página quizá porque el rojo de la sangre
no es una mancha que se quite con facilidad
o porque el odio da igual hacia quien sea
si solo importa de quien viene,
decidieron que dar un paso al frente no era tan mala opción
si aun quedaba todo un futuro para lidiar con las lágrimas
todo un presente desde el que empezar a construir.
Y los hijos de perra que todavía ladraban
Una
Grande
y Libre
siguieron con sus cánticos de funeral y gloria
anunciando el regreso de la ceguera
como si, aun así, aun hubiera quien los escuchara.
Está la voz vieja
y cansada
de abuelos que contaron las batallas a sus nietos
bajo una estufa de carbón y leña,
y los libros de historia
y el dolor casi universal de mandíbulas por el apretar de dientes
de vidas enteras aprendiendo a callar.
Ahora
que nos dicen
no miréis para atrás
no remováis la mierda
no escarbéis las trincheras donde solo encontraréis cadáveres
ahora
que nos dicen
da igual
o no pasó
no sois quienes para juzgar la historia
ahora
y ellos todavía dicen
Una
Grande
Y libre
Yo solo puedo pensar
“Sí
Mi Polla”.

mierdo

a que alguien diga "te he estado esperando toda la vida, y ahora es otro el que está a tu lado"
y sea yo ese otro
que para todos los espectadores sería el malo de la película.

a que un día despiertes con mis costumbres encima, mi rutina debajo, mis manías rodeándote,
y te asfixies de mí anhelando una vida que no supe darte.

a que en la próxima birra sonrías a un inquieto desconocido
y me quede pensando cómo volver a extraer de ti esa misma sonrisa.

a que se queme un día el calendario y aceche detrás la fatiga de tus 22 años de promesas aun por cumplir.

a llamarte 7 veces seguidas y cuando veas las perdidas del móvil pienses que soy un pesado
en lugar del chico enamorado que necesita escucharte para ser feliz.

a que pienses que el pesimismo de estas palabras son un pronóstico de naufragio
en vez de un achique de dudas que practico conmigo mismo
para que así jamás se hunda el barco.

y es que a los miedos, insisto
y añado,
hay que darles
desorden y poesías,
hay que atajarlos poniéndolos sobre la mesa,
descifrarlos con palabras, asumirlos, y vivir cómo si ahí no estuvieran.

si miras en las cajoneras verás restos que escondí para que no los vieras.
me conoces, y sabes que va en el pack de ser humano.
solo alguna vez y muy de vez en cuando los saco a relucir miserias.
pero solo alguna vez.
y solo muy de vez en cuando.

después, ahora, vuelvo a cerrar la cajonera,
cest fini muchacho,
y voy a buscarte a la salida del trabajo
(a Madrid le faltan caricias y abrazos...")

sábado, 19 de junio de 2010

el simple arte de escribir

mi hermana asistió una vez a una conferencia suya.
da gusto oirle hablar. es todo calidez. tiene elegancia en el paladar, y cuando habla de su mujer
el mundo entero parece un beso en la mejilla. dijo.
qué libro recomendarías para aprender a escribir? le preguntaron aquel día.
"el simple arte de escribir" de raymond chandler.
mi hermana tomo nota.
y dos semanas después le quitaba el papel de regalo del fnac.
-Saramago dijo que era el mejor libro para aprender el oficio al que quieres dedicar tu vida.
fue un consejo a tres bandas.
y se ha muerto sin que pudiera darle las gracias.
otra vez.
me ha pasado.
voy acumulando confesiones que ya jamás diré.
el mundo seguirá igual de suyo. igual de humano.
como a él le gustaba, supongo.
pero con uno menos
de los muy buenos
en nuestro bando.

miércoles, 9 de junio de 2010

donde están las respuestas

No quiero sonar prohibido
aunque solo hable de amor,
ni cansado de algo, ni aburrido de moneda,
no quiero aprender palabras como en cuadernos de ortografía
ni mirar letras por su entonación o declive,
el mundo de mármol que piso no es tan frío si tras mis pasos
oigo un crujir de madera,
una risa de niño,
una raíz que besa la tierra a la espera de salpicar frutos,
de suavizar asperezas aunque sea comprando un paisaje de metro
a las tu y yo de la mañana,
dos de nosotros,
un año como cualquier otro
pero no como otro cualquiera
y aun así quizá más hermoso.

No quiero soñar perdido
aunque solo el café duela,
aunque en las paredes crezcan siluetas y gritos
y el tumulto ya no se vea como esa bandera que iba a arrastrarnos
con las mareas
a un mundo tan desconocido
que solo podía ser bueno
y bonito
pero jamás barato,
aunque en las plazas los únicos cantos de sirena
sean de neón azul
y las ventanas se cierren porque prohibieron la música
con la excusa del ruido,
no quiero mirar al suelo y fingir que así
no miro a otro lado,
no quiero estar dispuesto a poner cepos
y no llamarlos por su nombre de trampa,
por su olvido de mierda,
por su logro de nada.

Solo hablo de amor para no estar tan podrido
por dentro
como esa caja de música
que era un nido de grillos
enjaulados.

Miro.

Y Todos seguimos con el puño cerrado,
sí,
y con las manos en los bolsillos.

Preguntándonos.



(este poema, junto a un intento de artículo de opinión -porque llamarlo ensayo sería un insulto pretencionista- están en el nuevo numero de la revista digital groenlandia (http://www.revistagroenlandia.com/main.htm) que Ana Patricia Moya se curra con to el cariño del mundo cada 3 o 4 meses, vaya , no lo sé exactamente, pero ella es puntual con su revista, ojalá fueran todos iguales, eh?. pues eso, que decidió contar conmigo y desde aquí, aunque sea entre paréntesis, se lo agradezco)

domingo, 6 de junio de 2010

este martes, 19:00-21:00. caseta 225

Antes de venir a Madrid, mi hermana, cada año, me contaba que se chupaba largas colas cuando tocaba la feria del libro para una firmita en primera pagina de benedetti (para mí) y saramago (para ella).
con perez reverte creo que ni lo intentó (y desde entonces aun pienso en cruzarmelo un día y pedirle la firma que la debe, aunque él no lo sepa siquiera).
con montero sin embargo (me contó) no había nadie excepto una mujer que le entregó un librillo suyo para que él lo leyera.
cada año, me decía quienes estaban en las casetas echando firmas, me preguntaba si quería alguna de alguno, y luego me regalaba libros firmados en puño y letra por personas a las que admiro muchisimo.
yo vivia en palencia, o en ponferrada, y ella me contaba lo de la feria del libro y yo la escuchaba, que es lo que siempre he hecho.
una vez en madird, he pasado por allí los últimos dos años. entre muchos, me paré con montero y con ray loriga, cosas mías, yo me entiendo.
el caso es que una vez te habituas a ser cliente de un bar, el día que cruzas la barra y te pones de camarero, se hace extraño.
todo visto desde el otro lado, caramba.
Marcus Versus me dijo hace un tiempo que este año iría un día. y yo sonreí sobretodo por dentro, y pensé "qué pena que mi hermana esté tan lejos y no pueda verme".
creo que no ha sido sencilla la negociacion de caseta. pero al final, tenemos una (seguro que preciosa) para este martes de 19:00 a 21:00.
la numero 225, libreria Blanco.
Allí estaré junto a Carlos Salem, al que le quedan poquitos libros por vender porque ya ha vendido muchos y se van a agotar. así que ultimas oportunidades para el que las quiera.
dejo aquí la publi del asunto porque estas cosas, aunque sean tontas, hacen ilusión. y me apetecía decirlo.
como el gracias -de nuevo, y otra vez y otra- a Marcus e Isa. ya he leído la critica en el calle 20.
joder. qué más se puede decir si no.

sábado, 29 de mayo de 2010

Aroma

tienes una hoguera entre la piernas
donde trato de calentarme siempre que puedo,

como un perro olfateando a su presa:

meto el hocico hasta dentro
y aspiro hasta que llegan las taquicardias.

después, paseo por este madrid ya para entonces afrodisiaco
y todo me huele a ti.

y así soy feliz,
metiendo las narices donde las llamas.

en frío, calentándonos

teniendo en cuenta que te has ido esta mañana
y yo había prometido deshacer los papeles, ponerme serio,
incar codos y remedios para las prisas que siempre vienen a última hora.

mirando el móvil de reojo a sabiendas de que ya está fría la cama,
nosotros, que tanto empeño pusimos en calentarla durante toda la noche,
y aun teniendo el matiz presente
de que toda la vida es mucha vida
pero no tanta.

dando por perdidas a las letras porque vienes y con eso me basta,
o no me basta digamos, ya que siempre estoy tratando de que te quites la ropa,
me mires de piernas adentro,
me trates como a un helado de fresa derritiendose en tu boca.

aun estando convencido de esta noche, aun mirando el calendario lleno de X con las que señalo,
valga la redundancia, los días en que vienes a verme.

y teniendo por principio tu regazo sin finales de por medio
mientras me lío un cigarro y me digo: no tengo fuego, ella los tiene todos.

aun hablando de esta improvisación necesaria
de palabras que solo llegan hasta tus pies descalzos, esas salidas de emergencia
para toda la belleza que acumulas.

aceptando que si hay una lucha es tuya, y más que tuya contigo,
y que tenerte a mi lado es un lujo cotidiano que permites permitirme.
y aun restandole importancia a los secretos que guardamos entre las sabanas de anoche
y los bostezos de esta mañana,
aun quitándole el confeti a cada beso y los violines a cada vez que me picas y te ríes.

teniendo en cuenta, sobre todo, que siempre he ido caminando a excepción de algunos trenes,
y que el futuro es un molde con el que debes mancharte de barro
habra que dibujar de osadías los límites de la imaginación,
como una historia de amor entre el sombrerero loco
y la liebre de marzo.

martes, 18 de mayo de 2010

pro-vocación en liberarte, sábado 22 a las 19:00

el 11 de abril del 2008 pro-vocación llegó a alcalá de henares. aquella tarde/noche hicimos un recital comedido pero lleno de belleza en donde participaron (cito de memoria) juan pinilla, gsus bonilla, reyes monje, marcus versus, isabel garcía mellado, guillermo castillo y un servidor. Todo lo había organizado mi hermano y compi de tantas guerras Guille, me había dicho "conozco unos tipos en alcalá, que regenta una librería, que le pega y va con la revista". hizo un cartel precioso que era el dibujo de unos dedos entrecruzados, y creo que lo hizo a medias con su viejo, según me contó después.
el recital fue (está mal que yo lo diga, pero yo qué sé) un éxito aplastante, pusimos además algunos audios de el repli, de xavi y de ester g. camps, e igual de impresionante fue la que organizamos después. empezando por el botellón en una plaza de cuyo nombre ya me gustaría acordarme y terminando en bares de futbolines a las tantas de la mañana.
esa noche, conocí a la mujer de mi vida. así que, entenderán, le debo mucho a los de liberarte.
allí estaremos, 2 años, 1 mes y 11 después, presentando el numero 4 en la que será la 2ª presentación tras aquella primera multitudinaria en el bukowski. el 22 de mayo, próximo sabado, a las 7 de la tarde.
sosperamos.
aquí dejo el cartel hecho por Sol, con cariño, como todo lo que ella hace.
porque en estos 25 años que han sido mi vida he dejado de creer en muchas cosas, pero nunca en la poesía.
eso nunca.

martes, 4 de mayo de 2010

Follamor

te acaricio el flequillo como esos visillos de los balcones
que anuncian un paisaje de montañas y hierbas detrás de ellos,
te miro con impaciencia de sueños mientras alerto a mi cuerpo de que
así desnudos
hay riesgo de combustión espontanea.

quememonos, me digo, con este sudor al borde de la primavera
y este silencio de mirarnos sin tapujos antes de cerrar los ojos
para encontrarnos en el tercer sueño a la izquierda,
callejon sin salida ni ropa, número par al cuadrado, algún poema que me sé de memoria
y te digo al oido.

con las sábanas sucias de nosotros, el despertador no molesta en este momento
y yo te dibujo acrobacias en el pecho
mientras los besos que todavía no te he dado me molestan en la lista de espera de mi boca.

Voy a estropearlo, pienso, pero lo mismo se ríe de mis estropicios
y entonces da igual
porque su risa es un vicio y lo demás sucedáneos.

por eso, me pongo serio y romántico, y con cara de niño bueno
y engatusado (no hay disimulo, te lo advierto)
cambio la letra de la canción
para sentirme más identificado todavía:
cariño,
a veces te follaría
otras en cambio te haría el amor...

ya te vale, me dice, mira que eres brutito,
y luego se ríe pronosticando lo que viene a continuación
y que yo ahora mismo no sé en qué estrofa clasificarlo,
quizá ni en una
ni en otra
si no en algo (indefinible, ilimitado, no transcribible) que es mucho más
y mejor.

quien sabe, nadie contesta

nunca vuelvas a casa si no tienes una buena razón para dormir, el cansancio no cuenta, las fuerzas siempre dan para un paso más del que das por perdido, los sueños valen más si abres los ojos, la pornografía desgasta, sobretodo la imaginación, y el péndulo de rutina en el que decides cortarte no te servirá de nada, las agujas del reloj son esa droga que todos decían "cuidado al probarla, puedes engancharte", y al final la resaca es un bálsamo de cristal innifugo donde piensas que todo vale, aunque sepas que no.

en el cruce casual que separa el sabor del agua que vas beberte de lo que nunca verás por tus propios ojos hay un nido de casualidades y gente que no tienen ni idea, ni malditas las ganas, de esa diferencia arbitraria que dicotomiza tu vida en instantes brillantes y momentos de paso. no pasa nada. a veces serás un sin más con nada a cambio y otras una estrella fugaz que puso un granito de luz a su trozo de espacio.

es siempre el mismo cuento. y por eso hay que saber lidiar con las asperezas, las puestas a punto, los ideales a los que dijiste chao sin siquiera darte cuenta. están los libros que otros dejaron pero es seguro que de quedar algo, si algo al final resulta y queda, no será el papel, ni las letras, y casi diría que ni el lenguaje, ese codigo cotidiano que todos usamos sin fijarnos en el simple milagro que eso supone. cosas simples como decir te quiero y que ella te entienda, sepa a qué te refieres, y te deje en un beso todas las respuestas que cualquier animal, por primario que sea, también se pregunta.

solo es llegar a la cama y pensar que, de no estar tan vacía y fría (esas hermanas gemelas) todo merece un poquito más la pena, por no hablar de las alegrías, ese tibio misterio que se mece en tu risa para decorar el mundo y hacerlo hijo de un hombre bueno, amasando el pan de la tienda de la esquina, calentando pizza en el horno, haciendo el tonto frente al espejo mientras nos lavamos los dientes.

porque si algo sé de mecanica es que un motor necesita caballos, una persona motivos, y la belleza retratos. para poder sostenerse. y poder, paso a paso, caminarnos.

sábado, 24 de abril de 2010

He aqui y por lo tanto

porque hay flores que crecen sobre los adoquines
y no les importa el cemento para echar raíz, y hay relámpagos que tiritan
por el azul del cielo
y nubes con forma de ovejas negras para los chicos que le cantan nanas al insomnio.

estar aquí es uno más de esos detalles insignificantes que te ayudan a abrocharte la corbata
antes que la bragueta,
el día a día va quitandole el carmín a los peldaños
y los labios que quedan son como las pequeñas huellas de tus pies descalzos
jugando en la arena antes de que la marea suba,
no hay rastro que seguir en la risa y quizá por eso nos pasamos el tiempo
buscándola a ciegas, tanteando como esos hombres que lanzan sus redes al mar
en busca de algo que llevarse a la boca.

la necesidad es mandarte un sms cada noche que no estas para que sepas
que voy a soñar contigo y el brillo que surge de tanto agitar las espuelas
es lo que veo después de cerrar los ojos.
me puse a cortar madera pensando en el calor de tus manos
y ahora que el fuego es tan alto como aquella sequoia llamada Hyperion
no importan las marcas de las astillas
ni el sabor de la ceniza me hace escupir hacia el suelo.

piso el asfalto de una calle que despierta como tú por las mañanas:
poco a poco, revolviéndose entre los sueños nostálgicos de la noche
y las primeras luces del día, tomándote tu tiempo
mientras en la cocina yo canturreo una canción de Rafa Pons
y caliento leche en el microondas.

lo que me hace ser fuerte son tus manos dibujando vaivenes en mi pecho
o la tristeza que dejas en los posos de vasos de las mesas
cuando te has ido y yo me pongo a recoger la casa.

pero hasta en eso me gustas y además
he descubierto que soy tan feliz cuando lo digo
que no decirlo es como mirar las estrellas
y no pararte a contarlas
que por primera vez otra vez te has enamorado.

el armazón de letras es solo un disfraz de orquideas
y la presión del pecho
acosenja el uso de mascarillas o no soltarte las manos,
todas las guerras que lidié ahora parece que merecieron la pena
tumbado así en tu regazo, la paz ganada o esos milagros que ocurren
un noche cualquiera de viernes en alcalá del henares.

al mirarnos, a veces tartamudeo en busca de algo que te haga sonreir
entre el secreto de ayer y las promesas de mañana, pero nunca viceversa,
un haz de luz que se inventa en las fotografías y que me quema de alegría por dentro
solo con insinuar lo que sería (o será) toda una vida contigo.

he aquí y por lo tanto
un te quiero como un arco iris
y no sé y tampoco me importa
si es que falta un color
o sobra una letra.