la abuela se sienta todas las mañanas en la mesa del comedor, y se queda parada, pensando supongo, situandose en dónde está y con quien.
las noches la desorientan demasiado, y es dificil explicarle
que su abuela no está, y la abuela ahora es ella,
que yo soy su nieto y mi hermana su nieta, que nos va bien a los dos
y ella apenas llora un segundo
y me dice que se alegra, que está muy bien y es feliz y no pasa nada,
solo que
no se acuerda.
eso a pili le cabrea mucho. y le echa la bronca por no comerse todo el pan, por confundirse de nombre, por no acordarse casi nunca del abuelo.
la abuela pasa y se acerca hasta donde está la tere.
la confunde con su madre. yo se lo explico.
y la vuelve a acariciar mientras la tere solamente llora en su silla de ruedas, mastica un trozo de pan que le ha dado mi madre, gasta todas sus fuerzas en tratar de apartar a su hermana, mi abuela, y ni eso lo consigue.
luego la abuela se acerca y me dice que hay que ver lo mal que está la tere.
la abuela me dice: para eso mejor que se la lleve dios.
y yo pienso que bueno, que un poco de razón sí tiene, que aferrarse a la vida puede ser como arrastrarte casi todo el camino, y no llegar a ninguna parte.
le digo: sí abuela, tienes razón.
y pienso en la tere porque ella nos iba a buscar a mi hermana y a mi cuando saliamos del colegio, y nos compraba bollos los lunes y los miercoles, y nos enseñaba canciones guarras y chistes verdes para que no se los contaramos a nadie.
y la abuela mientras me dice: y hay que ver la mala uva que se gasta la pili.
y yo pienso que sí. que antes, cuando todo iba un poco mejor, cuando todos eramos más niños y ella dormía en mi misma cama (fue la primera mujer con la que dormí unos 7 años de mi vida), ella tal vez era más feliz, no lloraba tanto, y el mundo era algo más entendible, menos extraño.
la abuela se sienta en mi cama, y me observa reconociendome: tu eres escandar.
yo asiento con la cabeza porque no me atrevo a decir más que sí, no me atrevo a decir: sí abuela, yo soy escandar.
y me pregunta por mis cosas, me pregunta si me va bien, y la tere que de pronto empieza llorar otra vez y la pili le pregunta: qué te pasa, Tere, por qué lloras, y la abuela me mira y me dice que qué hago en madrid, y yo digo que no lo sé muy bien, pero que hago cosas y me río bastante.
eso es importante, me dice, y me la llevo al salón de nuevo, donde mi madre le da un chocolate a la tere ("le tranquiliza bastante" me dice) y la pili está sentada a medio metro de la tele, pero no ve nada, tiene la cabeza en sus 92 años de memoria intacta, y ella sí que recuerda la silla de ruedas de su padre y mira a la tere, y a veces, yo lo he visto, se le saltan las lágrimas. la abuela entonces le pregunta qué te pasa, y ella se cabrea con la abuela y le dice qué te pasa a ti, y se ponen a discutir las dos, casi siempre la abuela pasa, casi siempre la pili se enfada y lo siente.
la pili se hace chocolate por las mañana, la abuela moja lehce en pan caliente, a la tere en lugar de pan, mi madre (o mi tía, depende)le pone galletas.
luego pastillas cada una con su cual. se visten y arreglan aunque a veces no salgan. mi madre acerca la silla de ruedas a la puerta del baño y peina a la tere, y yo pienso que jamás se me habría ocurrido a mí eso.
donde sea, pero peinado y presente.
pienso que si un día soy yo el que tiene que cambiarle los pañales a mi madre, o levantarla pa pasarla de una cama a la silla, también la pondré muy guapa, y la peinaré todos los días.
porque la vida tiene estas cosas, y la dignidad nunca da igual.
la abuela bosteza. la pili cojea por el pasillo. la abuela pregunta cuando nos vamos, y yo le respondo que no, que no se va, que hoy se queda a dormir, y no trato de explicarle más porque sé que mañana lo va a preguntar de cualquier otra forma.
la tere pa entonces se ha puesto a insultar, y a llorar más fuerte. mi madre la acaricia y le dice preciosa, ya está, y la pili le pregunta qué quieres tere, y tere solamente llora, llora y a veces grita, da un alarido, pronuncia claramente la palabra mierda, y vuelve a callarse y a meterse en su cabeza.
la abuela se despista y al llegar al pasillo ya no sabe donde está, entonces se cruza con nur que la orienta y la lleva al comedor. la abuela come mucho y come muy bien. todo lo que le eches.
la pili come despacio, y con muhco tiento. calcula lo que quiere y lo que no, el tiempo que la supone cada bocado, el dolor que le puede producir en los dientes. para entonces a la tere ya la han dado de comer, y reposa en la silla y nos mira con un trozo de pan o queso entre las manos que mastica, chupa más bien, mientras en la mesa la abuela dice que a su padre le encantaban las sopas de ajo y el bakalao.
será a santiago, a tu marido, a quien le gustaba el bakalao, replica enfadada la pili.
a mi padre, dice la abuela, a mi padre.
y la pili se enfada más porque no entiende que la abuela no eche en falta a su marido, que no pregunte por él, que sea ella quien se tenga que acuerdar de todos.
el peso de la memoria, me digo, alguien lo tiene que llevar a cuestas y eso seguro duele.
pero la abuela llora también, poco y muy brevemente, porque la abuela sabe que la vida, en fin, y también la muerte.
y las tres se despliegan en una casa experta en arrugas, las tres se mueven a través de su historia y viven este atardecer de principios de siglo, las tres envejecen
mirandose a la cara, cogiendose de la mano, callandose las cosas buenas, diciendo solo las malas,
con ese caracter de castilla y cerrado, mujeres hechas en hornos de piedra y barro,
de trigo y simiente,
mujeres que han estado a mi lado
y lo estarán siempre.
sé de sobra que si existe ese dios en el que ellas creen,
llegará la tere un día y le echará la bronca.
llegará la abuela, y le dirá: hace buen día, verdad?.
luego llegará la pili, siempre la última, siempre inmortal, y preguntará: se puede?.
y dios entenderá por qué no creo demasiado en él,
por qué hay cosas que el no sabe
y yo sí sé.
martes, 1 de enero de 2008
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6 comentarios:
este texto me recordo a mi abuela... ella tenia alzheimer y me partia el alma cada vez que me miraba y no me reconocia... a sido a la unica mujer que he amado, porque la queria demasiado para llamalo querer a ese sentimiento...
Un saludo!!
Feliz Año Nuevo Escandar!!!
Acabo de imprimirme todos estos textos que leeré poco a poco, como debe ser.
Entre tanto, sólo decirte que te echamos de menos y que como te he dicho mil veces (o más), me emocionas como no imaginas.
Besos a todas esas preciosas mujeres.
te lo dije y te lo digo de nuevo
este texto me parece cojonudo
si alguna vez me lo permite el azar
moveré mi voluntad para estar contigo
bebiendo vinitos en Palencia
un abrazo que te inmovilice un segundo!
¿En serio escribes así? ¿ De veras eres capaz de cortar la respiración también de esta forma? Y lo mejor de todo es que hasta probablemente ni lo sepas...
Tienes demasiado que escribir entre esquinas olvidadas...
oye tio, que decirte una vez más que fue muy bonito el recital del viernes, y aun hoy siendo domingo todavia ando de resaca poetica de antesdeayer.
Un abrazo, tyler...
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