y un ministerio de droga reparte jeringuillas con numeros impares para defunciones en vena a tiempo parcial,
y solo se puede morir un martes cuando eres pobre
y no tienes trabajo fijo, recibos a pagar antes de esta semana
y un culo abierto lleno de vaselina.
la policía se viste de esquina, de comerciantes,
de amigos chivatos espiatorios dispuestos a joderte la vida
el día que elijas quitar las rodillas del suelo
y decir algun insulto más alto que otro.
y los almarios se llenan de polillas satisfechas y gordas
y la saliva me sabe a azufre
y me da miedo que ella me vea llorar en cualquier momento
como si fuese así,
tan humano que parezco mediocre.
me tumbo en el suelo
antes de que ellos me tiren,
me escondo detrás de ti porque hay monstruos que me vienen siguiendo
y tengo jodidas las esperanzas
y nadie se levanta
tras la paliza de leyes que nos han metido.
por eso te beso cada vez que me dejas
entre palabras y tinieblas
nos agarramos
entre tristezas y nimiedades
me das la mano
entre frases y arpegios
nos lamemos las heridas
y las intimidades
y los dos entonces sabemos...
y hay días que nacen muertos
y niños que no nacerán y serán felices,
y gente ciega que dice sí con la cabeza y nadie les parte la cara,
y hay tanta indiferencia
que me quedo con tus piernas
antes que con todas las utopías de esta mierda de mundo.
martes, 16 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario