sabes de sobra que tengo que terminar escribiendo en triste
porque es la mejor manera, así, de poder creer un poco en las letras
porque al menos ellas
no disimulan sonrisas de quita y pon
que nunca llegan más lejos que un teléfono sonando a un lado
y tú cerrando los ojos en el otro.
es mucho más fácil de lo que piensas dejarse caer entre palabras,
olvidarte tal vez,
volver a subir ciertas cuestas y eso que te juraste un día que nunca lo
volverías a hacer.
escribir de esta manera.
o despreciar detalles en destellos de mediocridad,
porque es mucho más estúpido hacer de ángel caído
que de estrella fugaz,
puestos a representar, digo.
me queda grande el papel desde el que te escribo.
y lo mismo es igual dos que antes,
que nada pase de largo y tú buscando algo a lo que aferrarte,
mejor ser distintos que distantes, con todo lo que eso conlleve.
porque no vamos a fingir que llueve cuando tenemos los ojos secos,
y las manos no nos duelen aunque así lo queramos,
y seamos nobles intentos de paisaje de un viernes,
de un septiembre al revés,
de muchos años izando velas
y soñando con naufragios.
martes, 16 de octubre de 2007
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