jueves, 19 de noviembre de 2009

más allá de los equilibrios

te voy a dejar mi vida en este portamuletos
y voy a llevar tu risa como principio de cada mañana,
pienso señalar con el dedo cada esquina donde quiero besarte
y serán tantas que algunas ni siquiera están construidas.
izaré en cada fragata muestras de atrevimiento
y lloraré por desnudarte,
por rozar un momento osadía, una tripas convertidas en corazón
desde que solo digiero te quieros,
cursimetría de barrios bajos, silencios hechos de especia,
listas de la compra donde incluyo tus cosas
y compro los cepillos de dientes de dos en dos,
las cervezas de 4 en 4
y las sábanas disculpa si no las lavo pero es que no es solo mi sudor
a lo que huelen
y eso me excita tanto que las noches en las que no vuelves
tiro de pornografía a falta de regazos,
de insonmio hasta que el no dormir duele, de ojeras que son retratos
de que las noches me las paso jugando a beberte primero a caladas
después a tragos
hasta que te retuerces como un milagro que se exprime entre mis dientes,
es tanto lo que imagino y tan corto el camino que hago
que después, cuando vienes, parezco un tonto que soñó con simulacros,
un feliz pasajero en un viaje al párnaso de cielos y olivos,
donde tu cuerpo no es solo motivo, también es explicación,
mírela señor, que es mejor que lo que yo le cuente,
y en ese recinto rezado que es mi habitación
jugar a destrozarnos el pasado pisando como uvas los secretos,
compartir hasta el sueño más obsceno por irradiación,
bajar las persianas ante el tumulto y la voz de esa calle intranquila
que afuera nos espera con sus fieras artificiales, con su estrépito de caliza al rock,
sus maneras rutinarias de imponernos los horarios
y de hacernos cómplices no partidarios de seguirles la corriente,
víctimas a veces de aquel salmón que siempre llegaba tarde
porque se entretenía por el camino,
digamos que es parecido a echar un polvo al llegar a la latina,
o seguir de frente no ya en el equilibrio de la línea
sino en la caída que va después del después,
con tu risa chocandome en las costillas,
aquí hay algo que retumba, tengo un tic tac en el pecho
y de hecho parece que fuera explotar,
el que será solo tu lo sabes,
el que seré creo que yo, gracias mi vida, ya lo sé.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

quedará mucho más

hubo un día que al torcer el gesto te cayeron los billetes,
te dijeron date la vuelta, muevete, nena, vales mucho más que el resto,
te dijeron hay un mundo de alfileres deseando picarte,
y los mosquitos de hielo empezaron a rondarte entre las piernas,
quedará mucho más, pero ya ni lo notas,
qué dará mucho más, si el tiempo es un vestido de cristal
del que no puedes esconderte,
porque hubo un día que reiste con mueca desencajada,
la reina del histrionismo con tu mini-skirt de tul,
el liguero apodado deseo y el labio pulgar mordiendote los dientes,
oh humphry, sácame a bailar,
pero solo eras la bailarina de la parte de atrás de la película
y oh sí, nena, tú valías mucho más que el resto,
quedará mucho más, pero picaste el anzuelo,
qué dará mucho más, si el tiempo no era el reloj de oro de los escaparates
sino la guillotina del alma-zen de los vendedores,
con el confeti en la fiesta de los nudos, los tacos altos
y perfil de La Chapelle en cada foto, la venus semi inconsciente del baño
maltratada por el látigo de la insensatez, tú que bailas
tras el boom boom de los abracadabras,
que cobras en incienso cada noche, que te sumerges en el río de plata
de los jardines de la madriguera de las bolsitas de oro,
cómo vas a volver para ver qué no queda nada, tu cuento de hadas
ensuciado por el zig zag de una máquina tragaperras y aun me dices
quedará mucho más pero ese más es un muchísimo menos,
qué dará mucho más, si el tiempo no es un disfraz
que vaya a salvarte cada noche,
hubo un día que alguien te hizo sentir especial
pero olvidaste el sujeto y solo buscaste revalidar el trono,
tu corona de zafiros se fue ennegreciendo,
tu risa que era como un preciso momento cargado de alevosías, te dijo el chico
que solo bebía cerveza, sacame a bailar
aun guardabas un puñao de secretos, aun te asustaba el tono volátil de las carcajadas,
aun preferías la fila de atrás,
pero estaba el poder que da sentirte fusilada en los altares,
todas esas miradas adivinando el juego de la desnudez,
el pícaro odio de la sartén y su mango,
quedará mucho más, claro, pero no tanto,
qué dará mucho más, si el tiempo es eso que pasa cuando el ahogado
se va hundiendo en el agua,
nada que no intuyeras el dia que cruzaste la vía para no pensar,
nada que no te impidiera dormir con el tic tac del reloj haciendo cuentas,
es así, no llores por la puesta a punto, aun tienes margen en el cuenta kilómetros,
el gestor de cobros aun no ha llamado a tu puerta
pero si vas a correr, quitate los tacones,
si quieres pisar la hierba mojate los pies,
el delirio de la carne se olvido de tu traje de lentejuelas
pero aun conservas el frío encanto de la palidez,
el cálido susurro de las mareas,
y entonces sí
quedará mucho más, a pesar de la ausencia de champagne en la mesa,
qué dará mucho más, si el tiempo te abrazará y estarás preciosa
y vieja.