querido 2017, te esperamos bailando:
sábado, 31 de diciembre de 2016
jueves, 20 de octubre de 2016
Llevo su nombre y su apellido, heredados de un país que no diré siento propio, pero sí cercano. Soy el hijo que ve a su padre ser hijo por última vez. Refugiado en la mirada de una distancia inabarcable, entiendo el dolor hasta sentirlo. También es mío. Me pregunto hasta qué punto de ebullición puede compartirse el dolor. Hasta qué punto de sutura puede unirnos. Hasta que punto suspensivo resiste el amor al vacío, la ausencia lejana que llega hasta aquí para decirnos que no está, que no estará cuando vaya.
Llevo su nombre y su apellido, la tierra seca de los dos sitios donde se criaron los que me criaron, la mirada triste del que siempre mira lejos o hacia abajo, el silencio de llorar por cansancio y distancia, la pregunta del en qué fallé, la respuesta del abrazo y esta sensación de que tanta juventud se me está yendo de las manos, se me están llenando de fantasmas los recuerdos, de personas a las que no puedo ver para recordarlos.
Llevo su nombre y su apellido, y sus 93 años en los ojos del hijo que tuvo a los veinticinco. Mi padre. Que coge el teléfono para contarme que está en la tierra y que qué puede hacer. Que qué puede hacer, dice mi padre. Que qué puede hacer. Si ya vino a construir la casa, curar el hambre y hacer la familia. Si ya tragó en toneladas la distancia y cuando parecía el oasis vino la guerra. Si se mira las manos encalladas de tanto azadón, pico y pala, y el sudor le gotea de tanto sueño a cuestas y callado. Si por no tener no tiene ni lágrimas y aun así insiste en la risa, en el no os preocupéis, en el no pasa nada.
Llevo su nombre y su apellido. Soy fruto de su raíz. Hijo del hijo. Doy gracias. Por ese tejido que unieron madre y hermana, camino hecho, a medias, y por hacer, jersey de lana, cuna de sueño, doy gracias por este presente, regalo y tiempo, el aire respirado de soplar juntos y crear el viento, la huella, el presagio.
Llevo su nombre y su apellido. Es 20 de octubre del 2016. Me llamo Escandar Algeet. Y estoy vivo.
Llevo su nombre y su apellido, la tierra seca de los dos sitios donde se criaron los que me criaron, la mirada triste del que siempre mira lejos o hacia abajo, el silencio de llorar por cansancio y distancia, la pregunta del en qué fallé, la respuesta del abrazo y esta sensación de que tanta juventud se me está yendo de las manos, se me están llenando de fantasmas los recuerdos, de personas a las que no puedo ver para recordarlos.
Llevo su nombre y su apellido, y sus 93 años en los ojos del hijo que tuvo a los veinticinco. Mi padre. Que coge el teléfono para contarme que está en la tierra y que qué puede hacer. Que qué puede hacer, dice mi padre. Que qué puede hacer. Si ya vino a construir la casa, curar el hambre y hacer la familia. Si ya tragó en toneladas la distancia y cuando parecía el oasis vino la guerra. Si se mira las manos encalladas de tanto azadón, pico y pala, y el sudor le gotea de tanto sueño a cuestas y callado. Si por no tener no tiene ni lágrimas y aun así insiste en la risa, en el no os preocupéis, en el no pasa nada.
Llevo su nombre y su apellido. Soy fruto de su raíz. Hijo del hijo. Doy gracias. Por ese tejido que unieron madre y hermana, camino hecho, a medias, y por hacer, jersey de lana, cuna de sueño, doy gracias por este presente, regalo y tiempo, el aire respirado de soplar juntos y crear el viento, la huella, el presagio.
Llevo su nombre y su apellido. Es 20 de octubre del 2016. Me llamo Escandar Algeet. Y estoy vivo.
lunes, 15 de agosto de 2016
Esta canción
la compuse pensando en mi hija, claro,
y en el mundo con el que va a tener que crecer y
enfrentarse,
pero también en mi hijo, y en el hombre que le van a obligar a
ser.
Ana Tijoux (autora de la canción “Antipatriarca”)
Debe ser tan
complicado ser mujer …
Alberto
Rivas
Solo es cobarde quien no se busca.
Cuando sientes la música, bailar deja de ser una vergüenza.
Y yo me he encontrado en un nosotras.
A qué persona podría molestar
una primera persona
del plural.
Pero afuera
el altavoz suena a spot de soga
que ordena el orden con voz de mando
y contagia el zumbido una espesa
cultura que se basa en certezas:
el paso firme de caminar aplastando.
En pie, te dicen:
desnúdate que vamos a vender tu brillo en una jaula
y tu libertad será un catálogo
y vamos a coser las trampas para que siempre
haya un espada poniéndote de espaldas
contra otra pared.
Desde el verbo poder yo solo diviso alambradas
que no me dejan ver las heridas
de estas espinas que llevo como estética de pertenecer
a un aviso de error, a un abuso de horrores,
una estirpe diestra en disparar al bulto y
correr.
Negar ser cómplice (yo no yo no yo no…)
o negarte a ser cómplice (yo no yo no yo no…)
insistir en el recuerdo, aprender en el detalle
y entender
que:
ser valiente en un mundo de hombres
es ser mujer.
( https://issuu.com/pinealmagazine/docs/pineal__12_e2a8173e307234 )
jueves, 7 de julio de 2016
miércoles, 4 de mayo de 2016
¿Cuándo la
belleza será un lastre que cargar en tu asfalto?
si solo hay
hormigón en tu deseo
si todo es
matiz de por si acaso y apena revisas
el pecho como combustión
si solo
abarrotas el cansancio para hacerte cama
y paliar el
paisaje de imprudencias
si solo
articulas la lágrima sin página de sucesos
ni necesidad
de asesinato
el gris
posado de mirada
y tu amor de
paraguas con la lluvia
mientras no
te quema el arte
ni te
seducen las dudas
ni reclamas
el exceso como opción
de este
garaje de días sin recambio
en tu rueda
gira el disparo
pero no hay
valentía tan solo trabajo
y buenos
días, soy tu hambre de mañanas
y te traigo
el pan para hoy
da las
gracias al despertador
por no llegar
tarde ante quien te mande
¿cuándo la
tristeza dejará de doler
para simplemente
envejecerme?
lunes, 18 de abril de 2016
Envasados a
un vacío de cimas inmensas
como rutinas
en soledad
impuestos y
robados
obligados al
no ser
convencidos
del no preguntar
sumisos de
querer abarcar una nada doméstica.
(Si todo es
casual y tiene un por qué
entonces la
culpa es nuestra.)
Marcados por
un mercado de vanidades
aceptamos la
careta y el cansancio
mientras
compramos la seda en el estraperlo
barato de
crecer pisando
un olvido de
heridas
una herida
de olvidos
(Nosotros,
los heridos.
Nosotros,
los olvidados.)
----------------------------------
La inmensidad de sentirse minúsculo junto a dos poetas tan tan grandes.
martes, 29 de marzo de 2016
Podéis decir que me gustan todas las poesías, que mi opinión no vale nada porque lo lleno todo de música y flores, que soy fácil y promiscuo y que todas me encantan, que siempre encuentro el asiento donde sentirme, la comprensión lectora, el punto de vista, el contexto a mano, las trampas necesarias. Que aplaudo hasta el bostezo, que me flipa el error, la diferencia, el paso a paso, que me aferro a cualquier verso y solo distingo entre lo que me gusta mucho y lo que me gusta muchísimo.
En serio. Podéis decirlo. No será del todo real, pero es el ojalá hacia el que miro.
martes, 22 de marzo de 2016
Veo misiles
volando sobre ideas
y escombros
en las opiniones
de gente que
amasa las piedras
como el pan
que les diera de comer
masticando
la harina del odio
contagiando
el ambiente y los deseos
macerando su
propia guerra
con el
orgullo incapaz del miedo adentro
gritan
fuego! fuego!
y el mundo
entonces se divide
entre los
que disparan
y los que
echan a correr.
miércoles, 2 de marzo de 2016
Limpiáis el
camino para encontraros
para saber
más allá del próximo paso
y creeros
seguros en la predicción de la huella.
Porque las
piedras son piedras
hasta que
las nombráis como obstáculo
y las usáis
como arma
y las
arrojáis sin vergüenza
y valláis el
sendero bajo el aplauso solemne
del a salvo.
Yo, sin
embargo,
solo creo en
la selva.
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