si tienes un tigre delante
puedes hacer dos cosas:huir o luchar (y matarlo).
Las dos están bien.
Las dos están bien.
Lo que no puedes es quedarte quieto
porque te destrozará.
Marwan
he visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura
Allen Ginsberg
no demoleré con palabras este folio en blanco
esta hoja de afeitar
este sumidero sin olvidar de residuos
y justificaciones
no podré abrir en pedazos nada más
que este destrozo de trazos
con los que he jugado a los fusilamientos
a las otras vidas
o a la inmortalidad…
…no tengo carmín para huella de labios
ni valentía de frente
ni velocidad en la retaguardia
estoy
parado
como delante de un tigre
o solamente esperando el semáforo fugaz de un verde
pistoletazo
que no signifique huir
hacia delante
por lo que no quedará detrás…
…le dije: “mejor tener todo por las nubes
que nada en la tierra”
pero cuánta equivocación en cinta
cuánto funeral a cuestas
cuánta soledad de vagón al completo hay en cada gol de
último minuto
en cada refugio agrietado y lleno de lluvia
en cada sonrisa sin desinfectar…
…era lo que daba más miedo a los niños…
que jamás soñaron con ser mayores
el tener que arrastrar mentiras en su rostro
enseñarlas
hacerlas exclusivamente propias
era toda una pesadilla de adolescentes con estúpidos ideales
de salvajismo
y de: vivir la vida una temeridad, valiente
y todo eso de que otros
mejores que tú
mucho mejores que tú
ya lo intentaron
y no salieron vivos de aquella
para morir en el intento hay que vivir en él
“he visto a las mejores mentes de mi generación destruidas
por la cordura”
era el alegato de las sombras
la simple caridad de lo seguro
el único anhelo de tempestad con el que soñarán tus calmas
pero nunca hiciste caso de motivos y atendiste solo a
satisfacciones
de qué palabra está hecha tú mano, la que me estrechas, de
qué madera estamos hablando y de qué contrato está hecho tú rencor, señor
olvido, no se olvide del amor en su retrato, sáquelo despeinado y con ojeras,
efervescente, que brille como un rock & roll al viento y corte como una
puesta de sol o cójase de la mano a un recuerdo y sople
sople
sople fuerte como una eternidad de incendios
a la que ni siquiera el infierno les está permitido
un paraíso de bosques ardiendo
en donde el dolor es sólo otro árbol quemado
un arrebato de cenizas preso de su caída libre
el suelo de una noche de verano
donde no te tuve por primera última vez
luego vinieron muchas
era solo que hoy lloré sonriendo
o que cotidianamente
te eché tontísímo de menos que no supe contener la
hemorragia
tú siempre llevabas ibuprofeno en el bolso
pañuelos
y tiritas
y por una vez
no me dolía la cabeza
sino todas las demás cosas.