Ahora que todavía no peso un cuarto de siglo
y que gasto camisetas de antes de graduarme
y ahora que entre otras cosas distingo las leyendas urbanas de los cuentos callejeros
puede que sea un buen momento para hacer balance de deudas.
No tanto por lo que deba a nadie, sino más bien por un ajuste de cuentas contra mí mismo.
Echo un vistazo por encima de mis fraudes
y pienso en algunos granos que dejé tirados por cunetas donde pensé
que no podría crecer vida, y ahora que hago estadística de daños
veo que el pasado pesa
y el futuro pasa
y nada se queda parado más allá de un pitillo, la magia por un instante,
ciertas miradas ante ciertas piernas,
el agrio sabor de las pupilas cuando se empañan una mañana de otoño.
Supongo que habría que distinguir entre las cosas que todavía no tengo
y las que no tendré jamás,
diferenciar que a veces lo que falta es ausencia de
y otras no llegar hasta.
Para empezar, lo que falta es lo que no está, el espacio vacío
que los recuerdos no llenan, que la nostalgia acentúa,
echarte cuentas pasadas en lugares donde dejaste trocitos de alma por construir,
historias que no llegaron a ninguna parte,
que no pasaron de la primera estación,
anillos que miraste desde el otro lado del escaparate justo antes de salir corriendo,
-Dilo: de huir…
…a donde no pudieran cazarme, y ahora que presumo de ser animal salvaje
hay veces que me faltan las caricias de mi madre al irme a la cama,
esa mirada que ponía sostuvo mi mundo durante tantos años
que aun sigo buscándola cuando me cago de miedo.
En verdad me he hecho áspero, intuyo,
porque lloro poco y sin ganas, así que supongo que me falta
la ilusión de enamorarme a los 14 años
y soñar con quedarme encerrado en el cole con la chica de los pupitres de atrás,
o disfrutar de un viernes por la tarde como se merece: sentado en un portal
mirando de reojo a las chicas
y de frente a los amigos.
Me faltan kilómetros de horas en la plazita donde Sergio
cambiaba de novia cada semana,
el camino del cole a casa volviendo con Irene y Marta
y aquel cruce de la calle Mayor con san Bernardo
donde nos encontrábamos con los de maristas,
donde tantas noches me despedí de Dano,
donde vi vomitar a Frontela mientras decía: estoy bien, solo un poco borracho,
y se reía el capullo antes de volver a vomitar.
¿Dónde están?
¿Por qué escribo lo que falta en forma de pasado?
Escandar, anda, ¿a quién pretendes engañar?
Lo cierto es que me cargué un futuro a la espalda
y me fui caminando de aquella Palencia a Ponferrada primero,
y después a un Madrid que me tiene enganchado.
De todos esos trastos que traía me quedan los libros no más, algunas poesías,
mucho cine
y ciertas heridas que me reabro yo solo para que no cicatricen.
El resto no pesa porque lo fui dejando,
y a veces sí es verdad que me faltan peldaños de los que tirar
cuando me vengo abajo,
me faltan escombros de una vida/ruina que mantengo lo más honestamente limpia que puedo,
me falta el gusano en el estómago por cada beso que doy
y supongo que es duro recordar
“que dejé de creer en el amor cuando descubrí que todos los besos
tenían el sabor de mi propia saliva”,
claro que es duro verme aguantando sin apenas soñar,
sin apenas querer,
y aun así, estoy seguro, me faltan muchas piernas por liar,
me faltan bolsillos para tanta arena, para tanta playa, para tantos labios.
He buscado las mañanas de entre la luz de la habitación
y pulsando la tecla de intro he olvidado los estribillos para centrarme en las estrofas.
Honestidad.
Si la fui perdiendo de vista en los últimos años
es porque se me escurrió de los dedos según crecía.
Fui sincero, soñador y borracho, y ahora mantengo el tipo como puedo
gracias a esto último no más.
Así que me falta un posado desnudo con los brazos abiertos
y un muro de fondo contra el que golpearme.
Me falta querer marcar los goles decisivos en los partidos importantes,
y me faltan viajes al corazón del planeta, donde la tierra misma hace bum bum
igual que los ojos de las personas que cambian el mundo.
Si doy un pasito más, si empiezo a vomitar desgarros de los sabores
que no he podido probar o que ya no probaré,
debería empezar tal vez por decir
que nunca fui la primera vez de nadie,
que es muy posible que tampoco sea el último
y por supuesto, no creo que sea el mejor.
Así queda mi posición: en un papel intermedio
y luchando contra lo secundario del personaje:
en el vértice a medias de los besos que he dado
y en el extremo opuesto de los que no doy,
a estas alturas no me importa confesarte
que me faltan unas cuantas fantasías por cumplir:
un bis a bis lleno de sogas, flujos y direcciones prohibidas
o tratarte como un trozo de carne en excitación, un todo vale de una vez por todas,
me falta respirar en el oído de la incertidumbre y lamerle el miedo a las dudas,
hacer aquel road trip a través de la lengua
y me falta echar cuentas de todo esto con tus pupilas.
¿Qué puede faltarme aparte de un par de tríos, de un trío de ases,
de una baraja de infartos?
De tantas vidas que no viví ahora entiendo el tono de simulacro
con el que pulso estas teclas, al fin y al cabo
he soñado tantos disparates que a la hora del disparo
me entró miedo de no estar a la altura.
Por eso cuando en mi cabeza viajo a todos esos lugares que no he podido pisar
y digo las frases que en voz alta me callo
y vuelvo a ser ese intento de algo que pide protección para testigos.
Cuando imagino el podría ser de mi vida
miro sin querer mi mochila de viaje, mis libros y las llaves del piso
donde vuelvo a dormir cada noche
y recuerdo a Rocío escribiendo: “por qué no haces lo que no haces si en verdad es lo que quieres hacer”,
y me sale un “no sé” tan personal y cobarde
que empiezo de nuevo a correr cuando no encuentro respuestas.
Me falta esa novela que siempre envidio,
esas promesas que me hice en las noches de 15 años y tardes de estudio,
un montón de carretera con el dedo levantado hacia el horizonte,
me falta saber navegar sobre el mar y las resacas, un te quiero tan honesto
que olvide el “perder” de detrás.
No da igual, pero al menos no he traicionado el pacto
de no traicionarme a mí mismo
aunque sí es verdad que me falta silencio acostumbrado como estoy al ruido,
a la exclamación gratuita, al hecho de saberme caduco y fugaz,
inestable, falto de tiempo para casi todo.
Puede que sea eso.
Puede que lo único que me falte sea tiempo.
Entre todos estos ladrillos no he olvidado los palacios que quería construir,
pero me falta mi abuelo,
Malik y Mariana,
toda la inalcanzable familia de mi padre y mi padre, a veces, también.
Me faltan tardes enteras de cartas escritas a mi hermana Nur
y asumo el hecho de ser consciente de que lo que falta,
lo que me falta,
es el impulso de fuerza en mis dedos
para dejarse llevar hasta sentir el calor del fuego quemando mis deudas.
Así, me podrán juzgar por cenizas
y yo podré envejecer alejado del miedo al insomnio, alejado
de una lista de faltas y ausencias justificadas por un “no pudo ser”
tan cobarde como silencioso.
Estoy aquí, de pie, en el borde de las letras
y mirando hasta dónde me llega el abismo
para poder emborracharme tranquilo si alguna vez llego a viejo.
Dispuesto a todo, y sobre todo dispuesto a no parar.
Si al pasar me ves agazapado en la trinchera
o con los puños afuera me ves desfallecer dando ese salto adelante,
ese paso más,
ten en cuenta que traté de luchar contra el tiempo
de la única forma que sabía:
con la risa
de un niño pequeño
como telón de fondo.
16 comentarios:
ha sido bastante increíble leer justamente hoy esto
te he descubierto hace muy poco (soy la que te pasó el enlace al blog Culturaholics, cuando hicimos la crónica del recital en Sol bajo la lluvia) y me flipa lo que escribes y cómo escribes, en serio, increíble.
creo que me convierto en fiel seguidora pero ya :)
No se me ocurre ninguna palabra para expresar lo que me mueve esta poesía. De verdad que no.
Un abrazo.
Te sigo desde hace poco. La verdad que llegué a ti de casualidad y no puedo parar de leerte. Me encanta tu forma de escribir, tan directa. Llega mucho.
Estoy casi llorando...
Perfecta radiografía del corazón, con puntos y comas y alguna comilla.
Un placer perderme en tus palabras.
Me gusta lo de gemelánimas. ¿Me lo prestáis?
Hace tiempo que te leo y me encanta como escribes!busqué el blog después de leer co-razones y ver el video de youtube.enhorabuena.
joder escandar !! sos un groso total y lo mejor es q tu pura realidad en palabras es poesia, aunq para vos sea triste, feliz o jodida...pura poesia creo q ya no tenes escapatoria nene
Y pensar que tus desgracias son mis ganas de ser mejor algún día casi que suena injusto...pero no te imaginas lo bien que suenas y lo fácil que llega incluso a donde tu no pretendes llegar. Ya son meses leyéndote..eres increible.
No diré nada, solo que me gusta, que me ha quedado con un sabor dulce. =) te sigo =)
me encanta tu blog!! hace tiempo lo encontre x casualidad y cogi sobredosis de leer todo del tiron jj, muchas veces busco tus actualizaciones y encuentro en algunas de tus frases lo q siento en ese momento, es increible. no pares nunca! :)
gracias por escribir así. Realmente hace pensar.
Un día de estos me muero de amor.
Me he enamorado...
No sé como empezar, como comenzar a contarte que tipo de relacion tengo con tu blog. Me pierdo durante horas y hace años y releeo tus palabras que me tienen cautivada de pies a cabeza, y de la cabeza al corazón. Vengo a buscarlas cuando escasea el sueño, el amor que no siento desde hace tanto y quizás leerte me devuelve de una manera u otra "lo que falta". Y ya son años en los que queriendo o no vas conociendo, te vamos conociendo y a decir verdad disfruto muchisimo haciendolo, contandole a la gente como expresas lo que llevas dentro pero a la vez celosa de que puedan descubrir una parte de ti que ya he hecho mía. Cada frase, cada verso, incluso cada palabra las leo un par de veces, esos giros en las palabras, esas vueltas de hojas, de letras, de aprender a leer entre líneas mas que lo que a primera vista se ve... nos enseñas a descubrir tu poesía con la mano en el corazón y te juro que es lo mejor que puedas transmitir... consigues desnudarte y que a la vez lo hagamos contigo.
Te sigo aqui, en twitter, y seguramente lo haría hasta el fin del mundo si mi recompensa fuera solamente letras...
"@escandaralgeet Lo decías con la calle de fondo: el mundo está loco, pero tiene sus momentos..." ;)
Yo era un paciente con VIH-SIDA y lo contraje por engañar a mi esposa. Fue una especie de venganza, pero una semana después un amigo me dijo que la persona con la que engañé tenía el virus del VIH-SIDA y no me lo dijo. Fui tan estúpido por no usar condón que pensé que, dado que era un viejo amigo de la escuela, era digno de confianza. Pero estaba equivocado. Lloré y lloré. Dos días después, recibí una llamada telefónica de mi amigo y me habló de una persona que es conocida por otro amigo, que puede ayudarme. No podía dejar que mi esposa supiera por lo que estaba pasando. Finalmente obtuve su dirección de correo electrónico: oseremenspelltemple@gmail.com y le envié un correo electrónico a este hombre con mi historia y él me respondió de inmediato diciendo que debería estar tranquilo y me dijo que todo estaría bien. No pude aceptar lo que estaba escuchando, pero luego concluí que no importaba porque estaba tan destrozado que solo necesitaba ayuda. Me estaba volviendo loco literalmente. Estaba confundido con lo que me estaba diciendo, pero escuché. Me contó sobre algunos materiales que necesitaba comprar y que necesitaba para lanzar el hechizo y le dije que estaba bien. Le compré los materiales, le envié mi foto y mi hoja de resultado positivo y me respondió que voy a ser negativo en menos de 3 días. Le envío un mensaje cada 2 horas durante 2 días y sabía que él pensaba que estaba loca, pero me importaba que necesitaba un hombro. He aquí, el tercer día que me envió un mensaje, debería hacerme una prueba de que daré negativo. Mi matrimonio podría romperse debido a un error estúpido y mi vida estaba en juego. Recordé cuando iba a recibir los resultados de mi re-prueba. Lo llamé nuevamente y le dije que iba a recibir mis resultados hoy y su respuesta fue “así” y que todo será como él explicó. Yo sabía luego que se estaba cansando de que lo llamara, tal vez estaba equivocado. Bueno, obtuve mis resultados y la primera persona a la que llamé fue a él, de nuevo. Cuando dijo hola, comencé a llorar y a llorar. No podía creerlo. se le dio una segunda oportunidad en la vida. Este hombre es un gran sanador espiritual del VIH / SIDA, su hechizo de curación sobre el sida es muy poderoso .Por favor, hermanos y hermanas, comuníquese con el Dr. Ose oseremenspelltemple@gmail.com
whatsapp +2348136482342
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